Prohibidas las fiestas en barcos en la costa del Parque Natural del Cap de Creus

El uso de motos acuáticas estará limitado y la zona donde no se podrá pescar en el Parque Natural pasará de las 19 hectáreas actuales a 352′65 hectáreas, según ha aprobado este miércoles el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG)

Cala Fredosa, situada en el corazón del Parque Natural del Cap de Creus, en una imagen de 2023.Maria Geli i Pilar Planaguma. Arxiu Imatges PTCBG

En la parte marina del Parque Natural del Cap de Creus, en el Alt Empordà, no se podrán organizar fiestas en barcos, el uso de las motos náuticas estará limitado y en más de 350 hectáreas no se podrá pescar. La Junta Rectora del Parque Natural del Cap de Creus, ha validado este miércoles la aprobación inicial del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que se centra sobre todo en el ámbito marino y la regulación de los usos profesionales, deportivos, recreativos, educativos y científicos en especial en las tres reservas naturales parciales que existen en el Parque. El primer intento de aprobarlo, hace una década, fracasó por la oposición de Ayuntamientos y sectores económicos. Ahora, tras negociar con los diversos sectores implicados, encara la recta final con la apertura del periodo para presentar alegaciones. El Govern cree que se podría aprobar a mediados del año que viene.

El Parque Natural del Cap de Creus, creado en 1998, fue el primer parque marítimo-terrestre de Cataluña. Protege gran parte de la península del Cap de Creus, 13.886 hectáreas de las que 10.813 corresponden a la parte terrestre y 3.073 a la marina. La marina, con una elevada biodiversidad con praderas de fanerógamas, enclaves coralinos y la fauna asociada a estos ambientes, hace más de dos décadas que debería tener un plan de usos y gestión, pero tras el primer intento fallido en 2014 no ha sido hasta ahora, tras más de 150 reuniones con lo sectores socioeconómicos del Parque y un amplio proceso participativo, —solo en la última fase se han recogido 144 aportaciones—, que se ha presentado una nueva propuesta y se ha abierto el periodo de alegaciones.

El documento no prohíbe el acceso de las motos acuáticas al Parque Natural, como se pretendía inicialmente, pero solo podrán entrar grupos de máximo cuatro personas, de los que acrediten ser vecinos de las cuatro localidades del parque, Roses, Cadaqués, El Port de la Selva y Llançà y casos de salvamento marítimo, personas con movilidad reducida y visitas guiadas prestadas por empresas autorizadas con guías acreditados, también con un máximo de cuatro. También regula la velocidad máxima de navegación de cualquier embarcación a motor, las excursiones organizadas en kayaks o la actividad de buceo, que sólo podrán ofrecer empresas autorizadas.

Permiso especial para pescadores

En el Parque sólo hay una Reserva Integral, 19 hectáreas situadas en la cara norte de la Illa de s’Ancalladora, en las que están prohibidas todas las actividades, solo pueden acceder los científicos. Con el PRUG se prohibirá la pesca también en la Reserva Natural Parcial de la península del Cap de Creus y en una franja del Cap Norfeu, un total de 352′65 hectáreas en las que no se podrá pescar si se aprueba la propuesta. En el ámbito de la pesca recreativa, entre otras medidas, el borrador propone la creación de un permiso especial para los pescadores y la obligatoriedad de reportar las capturas realizadas. Se permitirá la pesca en gran parte de los espacios en los que ahora se puede, pero en las reservas naturales parciales no estará permitida.

En general, el borrador de este Plan permite el fondeo libre para las barcas de poca eslora excepto en las áreas delimitadas, como interior de campos de boyas —se colocarán como prueba piloto en Cala Rostella y Caballera— y áreas de no fondeo, en las calas Murtra, Jugadora y Galladera. En las Reservas Naturales Parciales, para proteger las praderas de posidonia, no se permite el amarre a boya ni el fondeo durante la noche y también se prohíbe el amarre en las rocas de la costa con elementos metálicos en el tramo entre Cala Prona y la Punta de Farallons en el Port de la Selva.

El PRUG, que tiene una vigencia de cuatro años y después se puede volver a modificar, va ligado a un programa de actuación que prevé una inversión de unos seis millones de euros en los próximos años. Se destinarán a la dotación de personal específico para gestionar y realizar investigación y seguimientos de la biodiversidad marina, y a todas las actividades que se desarrollan en este ámbito. También se ampliará el número de barcos para hacer vigilancia.

Este miércoles a última hora de la tarde se hace en Roses la primera de las sesiones informativas públicas abiertas a todo el mundo para explicar los detalles de este Plan que pretenden preservar mejor el fondo marino de la zona y hacerla compatible con otras actividades que se hacen en el mar, desde la pesca al buceo o fondeo de embarcaciones. Estas sesiones también se harán en el Port de la Selva y Cadaqués.


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