La jueza ordena el desalojo de La Ruïna, uno de los edificios ocupados de la Bonanova que encendió la campaña
El desahucio se hará efectivo cuando la sentencia sea firme y solo si los ocupantes no se van antes de forma voluntaria
Una jueza de Barcelona ha ordenado el desalojo de La Ruïna, uno de los dos edificios ocupados en el barrio de la Bonanova que tensaron la campaña electoral en Barcelona. La sentencia da la razón a la Sareb, propietaria del inmueble, e insta a los ocupantes a dejar “libre, vacua y expedita” la finca bajo bajo la advertencia de que, si no lo hacen, se procederá al lanzamiento. El desahucio, sin embargo, no se ejecu...
Una jueza de Barcelona ha ordenado el desalojo de La Ruïna, uno de los dos edificios ocupados en el barrio de la Bonanova que tensaron la campaña electoral en Barcelona. La sentencia da la razón a la Sareb, propietaria del inmueble, e insta a los ocupantes a dejar “libre, vacua y expedita” la finca bajo bajo la advertencia de que, si no lo hacen, se procederá al lanzamiento. El desahucio, sin embargo, no se ejecutará hasta que la sentencia sea firme. Una vez esto ocurra, el Servicio Común de Actuaciones Civiles (SAC) fijará una fecha para llevarlo a cabo.
La jueza condena a los “ignorados ocupantes” de La Ruïna a “cesar inmediatamente en cualquier acto de perturbación de la posesión de la finca”, de la que es titular parcialmente el banco malo. El abogado de los okupas había pedido la suspensión del desahucio con el argumento de que la Sareb no está legitimada para solicitarlo puesto que no es propietaria de todo el inmueble: el 40% pertenece a dos sociedades que no se han personado en la causa. También había solicitado a la propiedad que ofreciera un alquiler social a los ocupantes.
La sentencia, sin embargo, da toda la razón a la Sareb, que ya había reclamado el desalojo cautelar de La Ruïna por supuestos problemas de orden público. La titular del juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona, Ana Beatriz Flores, considera que la Sareb “está legitimada para actuar en defensa del interés de la comunidad” de propietarios. También alude a la declaración, en el juicio, de un inspector de los Mossos d’Esquadra que trabaja en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. El policía constató que la ocupación impide al propietario disfrutar del inmueble y que las personas que lo ocupan no viven allí de manera regular, sino que “van fluctuando”.
La Ruïna tiene un edificio colindante, bautizado por los okupas como El Kubo, cuyo desalojo ya se había acordado con anterioridad. El SAC incluso había fijado fecha para el lanzamiento: el pasado 23 de marzo. Pero los Mossos solicitaron que se aplazara por motivos de seguridad. Lo idea, argumentaron, era ejecutar conjuntamente los lanzamientos de ambos edificios, porque están conectados entre sí y porque los ocupantes acceden, indistintamente, a uno y otro. Con la resolución dictada ahora por la jueza de Barcelona, y a la espera de que sea firme, la posibilidad de ese desahucio conjunto es cada vez más cercana.
La Ruïna lleva okupada desde 2019; El Kubo, desde 2016. La ocupación, sin embargo, centró parte de la campaña electoral cuando partidos de la derecha jalearon una manifestación de protesta por supuestas amenazas y agresiones a vecinos de la Bonanova. La empresa Desokupa, que practica desahucios al límite de la ley, lideró las movilizaciones. Grupos a favor y en contra de los okupas llegaron a convocar una protesta el mismo día, aunque los Mossos evitaron los incidentes al impedir que se encontraran.
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