Opinión

Bipartidismo a prueba de crisis

Las fuerzas políticas que surgieron como alternativa a PSOE y PP solo pueden aspirar a complementos necesarios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se saludan en una sesión plenaria en el Senado, el pasado 7 de junio.Ricardo Rubio (Europa Press)

A pesar del enorme desgaste sufrido durante el tumultuoso periodo abierto por la crisis económica de 2008, los dos componentes del bipartidismo español, PSOE y PP, resisten como imbatibles fuerzas hegemónicas en sus respectivos hemisferios, progresista uno, conservador el otro. Todo apunta a que en las legislativas de 2023 consolidarán una hegemonía que Podemos y Ciudadanos erosionaron, pero no lograron derribar.

Estos dos partidos emergieron en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 ...

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A pesar del enorme desgaste sufrido durante el tumultuoso periodo abierto por la crisis económica de 2008, los dos componentes del bipartidismo español, PSOE y PP, resisten como imbatibles fuerzas hegemónicas en sus respectivos hemisferios, progresista uno, conservador el otro. Todo apunta a que en las legislativas de 2023 consolidarán una hegemonía que Podemos y Ciudadanos erosionaron, pero no lograron derribar.

Estos dos partidos emergieron en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 como oferta de renovación para el sistema político español, pero ahora se hallan en serias dificultades. Ciudadanos está al borde de la desaparición tras el rosario de desastres electorales iniciado en 2019 a beneficio principalmente del PP. Unidas Podemos y sus confluencias viven en la permanente ebullición de sus diversos componentes, que les impide levantarse como alternativa y afrontan un serio riesgo de dispersión. Para el tercero en discordia, Vox, las expectativas se cierran tanto como se abren las del PP.

Las victorias del PP en las elecciones regionales de Galicia, Madrid, Castilla-León y Andalucía han aportado dos datos de alto interés para el futuro inmediato. El primero, desolador, es que el electorado conservador no tiene escrúpulo alguno a la hora de votar a los suyos por mucho que sus múltiples y escandalosas prácticas corruptas se confirmen por vía judicial. Es un dato inquietante, pues la podredumbre que ha salido a la luz sobre la actuación de la dirigencia del PP durante por lo menos los últimos 15 años justifica de sobra la liquidación del partido. El segundo dato es que las mayorías absolutas, que se habían dado ya por imposibles dada la fragmentación del voto, vuelven a ser factibles.

Los sondeos apuntan la consolidación de los dos grandes partidos como ejes insustituibles a corto plazo. Las europeas de 2014 fueron su punto más bajo: el 49,8%. Era la primera vez en que la suma de ambos quedaba por debajo del 50%. En las generales de 2011, las últimas con mayoría absoluta, habían acaparado nada menos que el 73% de los votos, mientras que la tercera en la clasificación rozaba solo el 7%. Después vino una serie de elecciones legislativas en las que la suma de PSOE y PP apenas alcanzaba la mitad de los votos emitidos: 50,7% en 2015; 50,4% en 2016; 49,3% en 2019. El barómetro de julio del CIS señala el probable final de esta fase: la suma de PP y PSOE llegaría ahora al 58%, mientras Podemos, Vox y Ciudadanos se quedarían en el 13,4%, el 12% y el 1,2% respectivamente.

La evolución en Cataluña va en la misma dirección. El PSC consolida su recuperación como primera fuerza de la izquierda. Y lo que el último sondeo del CEO señala para el PP es una de las mejores noticias que podía recibir para sus aspiraciones en España. Le estima entre el 9% y el 12%, con hasta seis escaños, que marcarían una notable recuperación de los conservadores en una comunidad en la que la competencia conjunta de Ciudadanos y Vox les dejó en dos diputados en 2019.

La década de la crisis económica, la crisis constitucional catalana, el estallido de la corrupción del PP, la emergencia de Podemos, Ciudadanos y Vox, la pandemia y ahora la onda expansiva de la guerra de Ucrania han sacudido el bipartidismo español, pero los partidos que surgieron como amenaza para ello solo pueden ser sostenes necesarios.

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