Expertos en geopolítica reunidos en S’Agaró reclaman que Europa lidere el fin de la Guerra en Ucrania

La Fundación Olof Palme, ESADE y El PAÍS organizan un seminario sobre las estrategias, desafíos y amenazas de las superpotencias

el exministro español Josep Piqué interviene por videoconferencia en el Seminario sobre Geopolítica que organiza ESADE junto a la Fundación Olof Palme. /DAVID BORRAT

La Guerra en Ucrania debe resolverse “desde Europa” y hay que reconstruir unas “relaciones de familia” que en ningún caso debe de desaparecer. Expertos en geopolítica coronaron este martes en S’Agaró (Girona) el II Seminario sobre las estrategias, desafíos y amenazas de las superpotencias con una reflexión en la que, desde “la terrible aflicción” por la “inaceptable invasión de Ucrania”, instan a Europa a ser clave para acabar con el conflicto bél...

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La Guerra en Ucrania debe resolverse “desde Europa” y hay que reconstruir unas “relaciones de familia” que en ningún caso debe de desaparecer. Expertos en geopolítica coronaron este martes en S’Agaró (Girona) el II Seminario sobre las estrategias, desafíos y amenazas de las superpotencias con una reflexión en la que, desde “la terrible aflicción” por la “inaceptable invasión de Ucrania”, instan a Europa a ser clave para acabar con el conflicto bélico y recuperar a un continente sin guerras en este siglo XXI.

Organizado por la Fundación Internacional Olof Palme, ESADE y EL PAÍS, el seminario ha contado con el concurso de diplomáticos, catedráticos e investigadores que han analizado a Rusia y la guerra pero también el futuro de Estados Unidos o China. El exministro y ex secretario general de la OTAN, Javier Solana abrió el foro el martes y este miércoles ha participado el exministro Josep Piqué, que ha apuntado que Europa necesita más que nunca a Estados Unidos. Anna Balletbó, presidenta de la fundación, ha cerrado el simposio leyendo un comunicado bajo el título Tiempo de hablar y entenderse que expone el deseo de que haya una cooperación internacional que evite una guerra entre potencias nucleares y con la obligación de que hablen.

Juan Antonio March, exembajador español en Rusia, ha mostrado la necesidad de dirigirse hacia una tercera generación de relaciones internacionales. “Cuando trabajé con Solana me dijo que la clave es poner bien el norte. Las dificultades son el elemento menor”, dijo, evocando la figura de Ulises e instando a Europa a pensar en “inteligente”, partiendo de la premisa de que la guerra en Ucrania es un “conflicto familiar” y hay que tender hacia la reconciliación. “Europa y Rusia se necesitan. Ha habido profundos malentendidos. Esto es una familia y es lo que nos va a dar fuerza en el futuro”, ha afirmado, recordando que los europeos entienden mejor que los de otras partes del mundo a Tchaikovsky y Dostoievski. En esa misma mesa redonda, Natividad Fernández, catedrática de Derecho Internacional de la Universidad de Zaragoza, ha ha abogado por un acuerdo de cooperación entre la UE y la Unión euroasiática.

Francisco Ruiz González, profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, ha sostenido que es compatible condenar la invasión de Ucrania con entender las causas que han conducido a la actual situación. Ha dicho que. como la mayoría, no creía que Rusia fuera a “romper el tablero de juego con una guerra” al creer que instalar un Gobierno amigo en Kiev es la única forma de alejar la amenaza en su frontera occidental. “¿Cómo puede acabar?”, se preguntó. “Se ha sobrepasado la línea del no retorno. Ahora mismo es más factible un espacio único de seguridad económica de San Petesburgo a Shanghái que de Lisboa a Vladivostok”.

Y ha acabó con una frase que Putin dijo en 2014 usando el oso como metáfora: “Tal vez nuestro oso debería sentarse tranquilo, sin cazar animalitos en el bosque, comiendo miel y frutos. Es posible que así lo dejasen tranquilo. No lo harán: intentan encadenarlo y en cuanto lo hagan le arrancarán sus dientes y sus garras y lo convertirán en un oso de peluche’, dijo Putin. Esa es su mentalidad”, recordó Ruiz. “Podemos especular si está loco, si quiere restituir la URSS o si tiene la percepción de una amenaza y que debe defender a su país”.

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