Unas 1.000 personas participan en una batalla campal frente a la discoteca Waka de Sant Quirze
Los jóvenes arrojaron objetos en protesta por presuntas actuaciones racistas de los controladores de acceso al local
Un millar de jóvenes participaron en la batalla campal ocurrida frente a la discoteca Waka, en Sant Quirze del Vallès (Barcelona). Un empleado y dos policías resultaron heridos leves en los disturbios. Los jóvenes habían sido convocados en redes sociales para protestar por presuntos comportamientos racistas a la hora de admitir a clientes en la sala. Ubicada en un área de botellones entre Sant Quirze y Sabadell, en su entorno se han producido los fines de semana peleas y heridos por arma blanca.
El episodio ocurrió sobre las 23 horas. La discoteca aún no había abierto sus puertas cuando...
Un millar de jóvenes participaron en la batalla campal ocurrida frente a la discoteca Waka, en Sant Quirze del Vallès (Barcelona). Un empleado y dos policías resultaron heridos leves en los disturbios. Los jóvenes habían sido convocados en redes sociales para protestar por presuntos comportamientos racistas a la hora de admitir a clientes en la sala. Ubicada en un área de botellones entre Sant Quirze y Sabadell, en su entorno se han producido los fines de semana peleas y heridos por arma blanca.
El episodio ocurrió sobre las 23 horas. La discoteca aún no había abierto sus puertas cuando cientos de jóvenes se concentraron frente a la sala y empezaron a lanzar piedras, vallas, bengalas y botellas contra el local, pero también contra los agentes de policía local que vigilaban la zona. Treinta de ellos llegaron a entrar en el local e hirieron en un ojo a uno de los encargados del control de accesos.
Los altercados aumentaron en el exterior y, alrededor de la 1.00, se desplazaron a la zona antidisturbios de los Mossos. Dos agentes de la policía local fueron herido leves en la refriega. La policía autonómica ha abierto una investigación para tratar de identificar a quienes causaron daños.
La plataforma Change.org ha albertado esta semana una recogida de firmas para el cierre de la discoteca, a la que acusa de “machista y racista”. Hasta esta mañana, la iniciativa sumaba más de 2.300 firmas. Tras los altercados de anoche, el consistorio de Sant Quize ha convocado para este mediodía a su junta de portavoces, reunión tras la que se dará a conocer una declaración institucional.
Tras los incidentes, el Departamento de Interior anunció la apertura de un expediente informativo y la convocatoria de una junta de seguridad local con el Ayuntamiento de Sant Quirze. La alcaldesa, Elisabeth Oliveras, ha explicado que la discoteca está planteándose si abre o no el domingo por la noche y ha afirmado que, en función de esa decisión, se reforzará el dispositivo. El consistorio reclama a la Generalitat que “inicien todas las diligencias pertinentes para encarar” las actuaciones precisas para acabar con “el racismo y la violencia”.
Para evitar ser centro neurálgico del ocio nocturno, Sant Quirze ha aprobado una modificación del planeamiento urbanístico. La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) ha pedido por su parte “que no se criminalice” a la discoteca.