Una estrella de 5,5 toneladas brillará a 138 metros de altura en la Sagrada Familia
Las visitas turísticas al templo barcelonés se han incrementado este otoño
Todavía reposa en el suelo de la zona de talleres del templo de la Sagrada Familia. A falta de que le coloquen las otras dos puntas —porque tendrá 12, formando un dodecaedro— los preparativos para izar la tremenda estrella y coronar la torre de la Virgen María, que con sus 138 metros será, de momento, la más alta del conjunto, están casi listos. Si no hay ningún contratiempo, ese elemento se anclará a la estructura de la torre el próximo 29 de noviembre. Y su iluminación completa se realizará el día de su inau...
Todavía reposa en el suelo de la zona de talleres del templo de la Sagrada Familia. A falta de que le coloquen las otras dos puntas —porque tendrá 12, formando un dodecaedro— los preparativos para izar la tremenda estrella y coronar la torre de la Virgen María, que con sus 138 metros será, de momento, la más alta del conjunto, están casi listos. Si no hay ningún contratiempo, ese elemento se anclará a la estructura de la torre el próximo 29 de noviembre. Y su iluminación completa se realizará el día de su inauguración, el próximo 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad religiosa de la Inmaculada Concepción.
Barcelona sumará una nueva estrella a su cielo y a su skyline. Una estrella contundente porque pesa 5,5 toneladas y tiene 7,5 metros de diámetro entre sus puntas: “La ciudad tendrá una nueva estrella en su firmamento y el templo celebrará un hecho histórico porque verá culminada una nueva torre desde hace 44 años”, explicaba este lunes el cardenal y arzobispo Juan José Omella en la presentación de los actos que se convocarán para la inauguración de la nueva torre. Unos festejos que se prolongarán desde el mismo día de la inauguración hasta el 4 de enero, que incluyen desde sardanas, castellers o la presentación de un libro en el que una treintena de arquitectos dan su opinión sobre la continuidad de la obra de Gaudí. Un hecho que provoca polémica en torno a todo lo que se ha construido más allá de la fachada del Naixement, la única de Gaudí.
El efecto de la estrella que coronará la torre de María puede ser espectacular. Es de acero y vidrio con formas en su relieve para que proyecte de forma definida el perfil, no solo una mancha lumínica. De noche será una luz blanca que proyectarán cientos de leds que conforman cada uno de los focos que iluminará sus 12 puntas. “De día, el vidrio proyectará los reflejos de la luz del sol”, apuntaba el arquitecto jefe Jordi Faulí. Será una estrella a prueba de rayos y de impactos de objetos de hasta 100 kilos, según las pruebas que se han hecho sobre el material que la componen, a falta de más referentes. La forma final, de un dodecaedro con 12 puntas, ha sido la elegida, según Faulí, siguiendo la inspiración de formas geométricas de los últimos años de Antoni Gaudí que, en principio, solo definió que el remate de la torre de María debía ser una luz blanca.
Más turismo
La estrella ha supuesto un coste de 1,5 millones de euros y se empezó a diseñar y construir en 2019. Será el elemento final de la torre de la Virgen María que se podrá contemplar desde la nave central en las visitas que se hagan al templo. La torre es hueca y se podrá ver su estructura de 60 metros de altura con sus 800 ventanas que dejarán pasar la luz.
La inauguració de la torre es, hoy por hoy, lo único que tiene fecha concreta en el calendario de las obras de la Sagrada Familia que se ha visto muy alterado por el efecto de la pandemia que ha restado miles de visitantes, especialmente a lo largo de 2020. Aunque el ritmo de visitas se ha recuperado en los últimos meses, según reconoció Xavier Martínez, director general de la Junta Constructora de la Sagrada Familia. Si hasta septiembre las visitas representaban el 30% de la media de 2019, el pasado mes de octubre la taquilla se ha animado: “con todo, solo estamos al 40% de lo normal antes del covid”.
En todo caso, los alrededores de la Sagrada Familia vuelven a estar rodeados de turistas y prácticamente la totalidad de los comercios de las calles próximas —la mayoría de ellos de venta de souvenirs y bares y restaurantes orientados al turismo— están abiertos.
Para ayudar a la financiación de las obras, la Junta Constructora sigue buscando la ayuda de patrocinadores que se involucren económicamente con la continuación del proyecto y con la campaña de lograr más ingresos vía cepillo digital en su web. Los responsables de las obras siguen sin poner fecha aproximada al final de las torres, especialmente la de Jesucristo que será la más alta de la ciudad con 178 metros. Antes del covid, la fecha era 2026.
Para el año próximo, por ejemplo, las previsiones que hace la Junta Construcora son acabar la torre del evangeslita Lluc y colocar dos niveles más de la torre de Jesucristo: “Hasta finales del año que viene o 2023 no estaremos en condiciones de hacer previsiones para acabar las obras de la manzana que ocupa el templo”, comentó Esteve Camps, presidente de la Junta Constructora que añadió que la continuación del proyecto con un puente por encima de la calle de Mallorca —que se debe decidir en un planeamiento urbanístico diferente entre el Ayuntamiento, el templo y los vecinos que perderían sus casas y negocios — no está ahora sobre la mesa. “Hace falta más medios económicos”, se limitó a precisar Camps.