Opinión

Este año también debemos vacunarnos de gripe

Con la relajación de las restricciones y la menor circulación del SARS-CoV-2, es probable que los virus estacionales vuelvan a ocupar su nicho ecológico y empiecen a circular con mayor intensidad

Un momento de la campaña de vacunación contra la gripe en Barcelona, en una imagen de archivo.Joan Sánchez (EL PAÍS)

Un elemento fundamental para el control de las epidemias es conocer el agente causal y sus mecanismos de transmisión. Cuando irrumpió el SARS-CoV-2, rápidamente se detectó que nos enfrentábamos a un nuevo virus muy contagioso y con una tasa de morbilidad y mortalidad elevadas. Por eso, se han tenido que aplicar todas las medidas (confinamiento, uso de mascarilla, restricciones en las actividades sociales,…) con las que hemos tenido que convivir en el último año y medio y que, gracias a la vacunación y a la mejora de los indicadores epidemiológicos, han permitido la vuelta a la casi normal...

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Un elemento fundamental para el control de las epidemias es conocer el agente causal y sus mecanismos de transmisión. Cuando irrumpió el SARS-CoV-2, rápidamente se detectó que nos enfrentábamos a un nuevo virus muy contagioso y con una tasa de morbilidad y mortalidad elevadas. Por eso, se han tenido que aplicar todas las medidas (confinamiento, uso de mascarilla, restricciones en las actividades sociales,…) con las que hemos tenido que convivir en el último año y medio y que, gracias a la vacunación y a la mejora de los indicadores epidemiológicos, han permitido la vuelta a la casi normalidad en muchas de muestras actividades.

Pero, ahora, llega el invierno, y, con él, los virus respiratorios habituales, como el de la gripe, que todos los años, en mayor o menor intensidad, causa epidemias que también generan una carga asistencial importante. No hay que olvidar que, aunque la gripe, en la mayoría de los casos, no es una enfermedad grave, conlleva un importante aumento en las hospitalizaciones, sobre todo en personas mayores y en aquellos con patologías previas. En España, según datos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, en la temporada gripal 2019-2020, se estima que se produjeron 619.000 casos de gripe confirmada en atención primaria, 27.700 hospitalizaciones, 1.800 ingresos en UCI y 3.900 muertes atribuibles a la infección gripal. Se calcula que la vacunación en dicha temporada de las personas mayores de 64 años permitió evitar un 40% de ingresos en UCI y un 37% de muertes.

El año pasado, no tuvimos epidemia de gripe ni circulación de otros virus respiratorios. Probablemente, las medidas de prevención de la COVID-19 y la gran circulación del coronavirus no dejó espacio para que circularan de forma importante otros virus, como el de la gripe o el virus respiratorio sincitial (VRS), que afecta sobre todo a niños pequeños y que causa también epidemias anuales de bronquiolitis, con un importante aumento de consultas pediátricas y de hospitalizaciones. No obstante, desde hace pocos días ya se han empezado a detectar casos de VRS, de virus respiratorios causantes del resfriado común y algún caso aislado de gripe. Con la relajación de las restricciones y la menor circulación del SARS-CoV-2, es probable que los virus estacionales como el de la gripe, vuelvan a ocupar su nicho ecológico y empiecen a circular con mayor intensidad. Es posible, por tanto, que este año tengamos una epidemia de gripe como habitualmente.

El año pasado, se reforzó de forma importante la necesidad de vacunarse de gripe, por el riesgo de que las coinfecciones de coronavirus y gripe pudieran producir casos más graves y un mayor número de complicaciones, especialmente en las personas con patologías previas. Se estima que el riesgo de muerte es el doble en las personas que padecen ambas infecciones a la vez que en aquellas infectadas únicamente por el SARS-CoV-2. Este año seguimos insistiendo en la importancia de la vacunación, no sólo de COVID-19 sino también de gripe.

Muy importante, todas las personas de edad igual o superior a 60 años, los menores de esta edad que tienen enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias, neurológicas, renales, hepáticas, diabetes, cáncer, inmunosupresión, obesidad mórbida,…), las embarazadas y aquellos profesionales que por su actividad laboral pueden ser transmisores de gripe, como los trabajadores sanitarios, debemos vacunarnos de gripe también este año. El objetivo de la Organización Mundial de la Salud y de la Comisión Europea para esta temporada 2021-2022 es alcanzar coberturas vacunales de al menos el 75% en las personas mayores.

En Catalunya, la campaña de vacunación de la gripe comenzará el 25 de octubre. Las personas de más de 70 años recibirán de forma simultánea la vacuna de la gripe y una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19. Las evidencias científicas disponibles respaldan la coadministración de ambas vacunas.

Entre todos debemos seguir luchando para contribuir a un invierno más seguro, manteniendo a raya la COVID-19 y la gripe. Nuestras mejores armas, las vacunas.


Magda Campins es doctora y forma parte del Grupo de Investigación en Epidemiología y Salud Pública del Vall d’Hebron Instituto de Investigación.

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