La justicia investiga a un concejal del PSC por un atraco armado con pistola
Eduardo Beltrán, edil socialista en un pueblo de 3.000 habitantes, robó dinero y el coche a un taxista de Barcelona. Se le investiga por otro presunto delito de 145.000 euros
Eduardo Beltrán es concejal del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en Cànoves i Samalús, un tranquilo pueblo de 3.100 habitantes entre bosques y urbanizaciones, un oasis residencial en la comarca industrial del Vallès Oriental (Barcelona). Beltrán es edil del PSC desde 2019 y su trayectoria pública había pasado inadvertida hasta este miércoles, cuando fue puesto a disposición judicial por atracar a un taxista a punta de pistola en el Puerto Olímpico de Barcelona. Los hechos sucedieron el pasado l...
Eduardo Beltrán es concejal del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en Cànoves i Samalús, un tranquilo pueblo de 3.100 habitantes entre bosques y urbanizaciones, un oasis residencial en la comarca industrial del Vallès Oriental (Barcelona). Beltrán es edil del PSC desde 2019 y su trayectoria pública había pasado inadvertida hasta este miércoles, cuando fue puesto a disposición judicial por atracar a un taxista a punta de pistola en el Puerto Olímpico de Barcelona. Los hechos sucedieron el pasado lunes, según ha avanzado el digital El Caso. El botín que Beltrán consiguió de este golpe fueron cerca de 11.000 euros, el teléfono móvil del conductor y el vehículo.
El PSC ya ha suspendido de militancia a Beltrán. El partido indica que era militante desde 2018. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y la Guardia Urbana de Barcelona, que es quien realizo la detención, han confirmado la información a EL PAÍS. La juez de instrucción le dejó ayer en libertad provisional, investigado por un posible “delito de robo con violencia, intimidación, hurto y uso de vehículo a motor”, según el comunicado del TSJC. Beltrán utilizó una pistola Beretta APX cargada para atracar al taxista y llevarse su coche. Con el taxi se dio a la fuga, aunque no llegó muy lejos porque tuvo un accidente con él. Prosiguió su huida por otros medios hasta que fue detenido en el barrio de Horta por una patrulla de la policía municipal de Barcelona, que le seguía a partir de la localización por satélite de uno de los móviles que llevaba encima.
Los agentes descubrieron en posesión de Beltrán, además del dinero y el móvil del taxista, una bolsa con 145.000 euros y otros 145.000 euros falsos. El Caso ha informado de que Beltrán pudo ser localizado porque estaba siendo investigado por los Mossos d’Esquadra por una presunta estafa con criptomonedas, y que antes de asaltar al taxista había robado a dos personas con las que se había reunido para realizar un intercambio de euros por monedas electrónicas. La policía autonómica no quiere aportar detalles porque se trata de una investigación en curso. Hay muchos interrogantes por responder, opina Tito Álvarez, portavoz del sindicato Élite Taxi: “Es imposible que un taxista en su jornada laboral guarde 11.000 euros en el coche. Si los llevaba encima es por algo extraño”.
El alcalde de Cànoves i Samalús, Josep Cuch, no sale de su asombro. “El trato de Beltrán, como concejal y como vecino, siempre ha sido correcto. Es que todavía no nos lo creemos”, explica Cuch a este diario, y pide respeto a la presunción de inocencia de su compañero de Consistorio. El alcalde recuerda que la última vez que habló con él, quien además es un profesional del sector inmobiliario, le había comentado su satisfacción porque el mercado se estaba recuperando. Cuch confirma que Beltrán continúa siendo representante del pueblo en el Consistorio, aunque cree que el PSC le pedirá que renuncie a su acta de concejal.
Beltrán está empadronado en la urbanización Ca l’Esmandia, donde también tiene domicliada una empresa. Una portavoz del club social de la urbanización asegura que el concejal no era conocido en la zona y que probablemente residiera allí el fin de semana y de lunes a viernes en algún gran centro urbano de la provincia de Barcelona, como Santa Coloma de Gramenet, municipio del que proceden muchos propietarios de viviendas en Cànoves i Samalús, que buscan un refugio cercano y tranquilo en la naturaleza.