Opinión

Cataluña, un futuro por construir

La negociación con el Gobierno necesita menos ruido y más discreción, menos miradas de reojo y más confianza, menos titulares y más profundidad, menos forma y más contenido

Aragonès desvinculó la reunión de la mesa de diálogo con el Gobierno, prevista para la próxima semana, del choque por la ampliación del aeropuerto.Enric Fontcuberta (EFE)

El 11 de septiembre marca el inicio del curso político catalán. Es una fecha que nos obliga a reflexionar sobre nuestro país, que nos empuja a establecer nuevas metas y objetivos, y este año nos encontramos ante una Diada aún más importante. Lo es, porque tal y como demuestra la Mesa de Diálogo, por primera vez en mucho tiempo hay mayorías, en Cataluña y en el Estado, favorables a resolver el conflicto político de manera política y bilateral.

Cataluña tiene ahora la oportunidad de empezar a mirar al futuro y de inaugurar una nueva etapa de respuestas, soluciones y conquistas. Tenemos an...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El 11 de septiembre marca el inicio del curso político catalán. Es una fecha que nos obliga a reflexionar sobre nuestro país, que nos empuja a establecer nuevas metas y objetivos, y este año nos encontramos ante una Diada aún más importante. Lo es, porque tal y como demuestra la Mesa de Diálogo, por primera vez en mucho tiempo hay mayorías, en Cataluña y en el Estado, favorables a resolver el conflicto político de manera política y bilateral.

Cataluña tiene ahora la oportunidad de empezar a mirar al futuro y de inaugurar una nueva etapa de respuestas, soluciones y conquistas. Tenemos ante nosotros la oportunidad de empezar a construir el futuro que deseamos para Cataluña.

Y estas conquistas no vienen solas, vendrán necesariamente de la negociación. Una negociación que necesita menos ruido y más discreción, menos miradas de reojo y más confianza, menos titulares y más profundidad, menos forma y más contenido. Porque hace demasiado tiempo que no tenemos victorias, que no avanzamos, que estamos bloqueadas en la nostalgia paralizante. Por eso merecemos y necesitamos conquistas, porque hemos sido referentes y volveremos a ser referentes, en el Estado y en Europa.

No es ningún misterio que de las propuestas que llevamos a la Mesa del Diálogo dependerá el futuro de Cataluña, pero también del conjunto del Estado, porque los avances de Cataluña significan más democracia para España y porque por primera vez en años, Cataluña vuelve a estar en disposición de liderar un nuevo pacto territorial por el conjunto del Estado. Un liderazgo compartido con la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares, que deben conformar una alianza mediterránea, punta de lanza del nuevo republicanismo federal que haga frente al pozo centralista del Madrid de Isabel Díaz Ayuso.

Ahora tenemos la posibilidad de salir reforzados de la mesa de diálogo. Pero hay que ir paso a paso. Es por ello que la propuesta que hacemos a la ciudadanía se basa en conquistas que podemos ganar aquí y ahora. Conquistas en torno a las cuales podemos construir nuevos consensos de país y que pueden garantizarnos más soberanía para cuidar más y mejor.

Han de pasar, en primer lugar, por desjudicializar y ganar democracia reformando el delito de sedición, el poder judicial y también derogando la ley mordaza. En segundo y tercer lugar, para reconocer que Cataluña es una nación y ganar más autogobierno para la reconstrucción verde, feminista y justa que queremos. En cuarto lugar, por un nuevo modelo de financiación que incluya un suelo fiscal estatal y una hacienda propia y solidaria por Cataluña. Y finalmente, para garantizar que el acuerdo de la mesa de diálogo será votado por los catalanes y las catalanas. Solo votando podremos levantar un nuevo consenso de país.

Ha llegado la hora de construir el futuro con ambición y valentía, y no olvidemos: construir el futuro significa hacer realidad hoy las conquistas que queremos para el país de mañana.

Jéssica Albiach es presidenta de En Comú Podem

Archivado En