TV-3 da el ‘imprimátur’ de ‘president’
En algún plano, durante la entrevista, el asiento de Aragonès parecía más grande que el de su entrevistador
TV-3 dio al inicio de la entrevista con Pere Aragonès una solemnidad como queriendo remarcar que el Pere Aragonès que iba a entrevistar Vicent Sanchis no era el de siempre... era el nuevo presidente de la Generalitat. Se trataba del imprimatur televisivo de la nueva presidencia. Las cámaras lo siguieron en el paseo que hizo por el patio de Els Tarongers y en su descenso por las escaleras de gala hasta llegar donde estaba dispuesto el plató de la entrevista. Lo esperaban con todos los focos, y más, encendidos y un par de discretos sofás a una distancia superior a las necesidades de preve...
TV-3 dio al inicio de la entrevista con Pere Aragonès una solemnidad como queriendo remarcar que el Pere Aragonès que iba a entrevistar Vicent Sanchis no era el de siempre... era el nuevo presidente de la Generalitat. Se trataba del imprimatur televisivo de la nueva presidencia. Las cámaras lo siguieron en el paseo que hizo por el patio de Els Tarongers y en su descenso por las escaleras de gala hasta llegar donde estaba dispuesto el plató de la entrevista. Lo esperaban con todos los focos, y más, encendidos y un par de discretos sofás a una distancia superior a las necesidades de prevención pandémica.
En algún plano, durante la entrevista, el asiento de Aragonès parecía más grande que el de su entrevistador, pero esto no puede ser otra cosa que un efecto óptico subrayado con malicia en algún tuit. Lo que sí que echó en falta más de un espectador en este escenario grandilocuente fue... la bandera de Cataluña. Alguna de las 49 campanas del carillón fue marcando los cuartos de una entrevista de hora y media que se hizo larga. Cuando hablaba Aragonès, lo enfocaba una cámara inmóvil que apenas ajustaba el plano algunas veces para que se le vieran las manos.
El director de TV-3, Vicent Sanchis, dedicó mucho rato a preguntar sobre la estrategia independentista y el recorrido de la coalición. El entrevistado estuvo más concreto y luciendo memoria de las cifras en el capítulo de la gestión que en este primer apartado donde administró un catálogo de aforismos para no parecer que evitaba responder.
En Twitter, telespectadores todavía dolidos por la entrevista a Borràs, piaban que ya habrían querido Torra y Borràs tener una entrevista tan fácil como la del miércoles o comparaban la entrevista con hacer un examen donde se saben las preguntas. Podía haber hecho otras más, pero las preguntas eran las que tenían que ser... formuladas sin acritud y pidiendo más de una vez perdón.
Resulta que el entrevistador fue entrevistado esta semana en Planta Baixa en la risueña tertulia sobre televisión. Y se le planteó (Víctor Amela) que había un sector de ciudadanos que consideraba a TV-3 territorio hostil a sus convicciones por el halago sistemático al soberanismo. Sanchis primero negó que fuera una televisión exclusivamente para un público independentista (“no se entenderían, por ejemplo, las fugas episódicas de audiencia a Telecinco”) y teorizó que el espectador de TV-3 se siente a gusto con el idioma y es un hecho, dijo, que este ciudadano ha pasado de votar otras opciones a hacerlo a partidos independentistas. Sanchis se quejó de los partidos que hacen desautorizaciones sin fundamento y apenas ahora empiezan a pensar que “hay problemas de modelo televisivo en la casa” que tienen que resolver.
El miércoles, ante Aragonès, el tema del sectarismo, el futuro de TV-3 y la renovación de cargos de la corporación no se tocó. Una de las primeras preguntas, curiosamente, fue sobre cómo pensaba gobernar para todos los catalanes si la mitad no son independentistas, “como le dice la oposición”. Y Aragonès defendió que gestionaría el bienestar, la sanidad o la educación para todos y que esto se puede hacer desde convicciones republicanas e independentistas.