Dos millones para afinar la casa museo de Pau Casals

La Fundación que gestiona el legado del violonchelista rehabilita su palacete en El Vendrell e impulsa la divulgación de su fondo

Interior de la casa museo de Pau Casals en El Vendrell. A la derecha cuadro de Francesca Vidal, realizado por su hermana Lluïsa Vidal.

A Pau Casals le angustiaba salir al escenario. Lo dejó escrito en sus cuadernos de notas. Unas reflexiones que, rescatadas por un proyector de luz, decoran el dormitorio de su casa de veraneo, en El Vendrell. Ahí, frente a la playa de Sant Salvador, el genial violonchelista perseguía el sosiego. “A pesar de todo, no hay más remedio que presentarse ante el público... mirar sus caras y compartir la belleza de la música”, reza otro pensamiento del artista. Ante ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A Pau Casals le angustiaba salir al escenario. Lo dejó escrito en sus cuadernos de notas. Unas reflexiones que, rescatadas por un proyector de luz, decoran el dormitorio de su casa de veraneo, en El Vendrell. Ahí, frente a la playa de Sant Salvador, el genial violonchelista perseguía el sosiego. “A pesar de todo, no hay más remedio que presentarse ante el público... mirar sus caras y compartir la belleza de la música”, reza otro pensamiento del artista. Ante el miedo, valor. Frente a la ansiedad, música.

La Fundación que gestiona el legado del músico impulsa una rehabilitación de la preciosa casa museo de Casals. El plan contempla la restauración de las fachadas y la rehabilitación de las grietas y de los desperfectos, cuando se van a cumplir veinte años desde la anterior intervención. Pero, además, se aprovecha para ampliar el fondo museístico y digitalizar los archivos de Casals. “Este es uno de los seis mejores museos de Europa dedicados a un músico”, alardea Jordi Pardo, director general de la Fundación Pau Casals. Sitúa la villa Casals a la altura del museo Chopin de Varsovia, de la casa natal de Bach en Eisenach o del Beethoven Museum de Viena. “Haría falta darle una mayor promoción”, demanda Pardo.

El proyecto de rehabilitación del espacio fue presentado ayer, coincidiendo con el 144 aniversario del nacimiento del genio del chelo. Se ha previsto un presupuesto de 2,2 millones de euros para remozar una finca que goza de la proximidad del mar, a la vez que sufre los efectos de la humedad y de la corrosión salina. La directora del museo, Núria Ballester, valora que el plan para asear el espacio no haya trastabillado pese a los efectos de la pandemia. De los 23.000 visitantes anuales se ha pasado este 2020 a solo 6.000.

El jardín de la casa de Pau Casals en El Vendrell. Josep Lluis Sellart

La directriz principal es que las obras no alteren “el espíritu de la casa” porque, según Pardo, ese indeleble recuerdo de las vivencias del músico es uno de los atractivos del museo. “Parece que Pau Casals haya estado hace poco aquí”, resalta Pardo. El violonchelista falleció en el año 1973 en San Juan de Puerto Rico. Sus restos fueron trasladados al cementerio de El Vendrell.

En el blanquísimo caserón frente al mar se conservan retazos de la vida del músico. Una agenda del año 1912 es testigo de su “vida frenética”, indica el director de la Fundación. Viena, Munich, Londres y Manchester en una semana. En las paredes, retratos en sepia de su primer profesor de violoncelo, Josep Garcia, de sus hermanos Enric y Lluís, o, a la vera de su cama, un grabado de la Virgen de Montserrat, obra de Joseph Flaugier y Agustí Sellent. En su biblioteca, las Obras Completas de Maragall, la Divina Comedia, Vida de Manolo, de Josep Pla o Mirra, de Ventura Gassol.

En un escritorio, una carta que mandó a su madre, Pilar Defilló, mientras viajaba a bordo del Olympic, el mayor transatlántico del mundo hasta la botadura del Titanic. Y, por todos los rincones, música. El chelo y la imponente sala donde ensayaba y ofrecía recitales son el vestigio más tangible de la entrega musical de Casals, pero su pasión melódica iba más allá: en la casa se conserva un mechón de pelo del compositor Felix Mendelssohn y un manuscrito original de Johannes Brahms. Al finalizar el recorrido por la villa, atención preferente merece su comparecencia en las Naciones Unidas, el 24 de octubre de 1971. “Este es el mayor honor que he recibido en mi vida. La paz ha sido siempre mi mayor preocupación”, dijo entonces.

Un refugio fetiche para el músico

En 1910, Pau Casals hizo construir la Villa Casals en el paseo marítimo de Sant Salvador, en El Vendrell. La casa, inicialmente concebida como casa de veraneo, fue reformada por el arquitecto Antoni Puig Gairalt entre 1931 y 1936. Con esa reforma le fueron adjuntadas la Sala de Música, el jardín y el bonito mirador que se eleva sobre la arena de la playa. En la finca vivió Pau Casals hasta 1939, cuando el desenlace de la Guerra Civil Española lo obligó a exiliarse. Primero se refugió en Prada de Conflent (Francia) y, después, en San Juan de Puerto Rico, donde falleció a los 96 años de edad. Sus restos mortales fueron trasladados al Vendrell en 1979 y descansan en el cementerio del pueblo, a cinco kilómetros de la casa que fue su refugio de reposo.


Archivado En