Barcelona no tendrá pesebre en la Plaza de Sant Jaume esta Navidad
El Ayuntamiento montará una exposición en el patio de su sede para recordar los belenes de los 10 últimos años. Tampoco habrá fiesta multitudinaria en Maria Cristina por Nochevieja; solo fuegos artificiales descentralizados
Esta Navidad no habrá polémica por el pesebre que tradicionalmente instala el Ayuntamiento de Barcelona en la Plaza de Sant Jaume. Y no habrá porque tampoco habrá pesebre. Así lo ha anunciado este martes el teniente de alcalde de Cultura, Educación y Ciencia del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Subirats durante una rueda de prensa. Según el máximo representante de la cultura y las tradiciones este año se instalará en el patio de la sede del consistorio una exposición para explicar “y hacer balance” d...
Esta Navidad no habrá polémica por el pesebre que tradicionalmente instala el Ayuntamiento de Barcelona en la Plaza de Sant Jaume. Y no habrá porque tampoco habrá pesebre. Así lo ha anunciado este martes el teniente de alcalde de Cultura, Educación y Ciencia del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Subirats durante una rueda de prensa. Según el máximo representante de la cultura y las tradiciones este año se instalará en el patio de la sede del consistorio una exposición para explicar “y hacer balance” de los pesebres de los últimos diez años.
“El pesebre crea muchas dificultades de control al ser de acceso libre y provocar aglomeraciones. Hemos pensado que las dinámicas sociales de la ciudad; de un centro cívico tan cambiante, no nos permite tener ocupada la cuarta parte de la plaza durante tantos días, porque puede generar problemas”, explicó Subirats, tras preguntarle directamente por este tema.
En cambio, sí que se podrá visitar en el interior del Ayuntamiento, en el patio donde en otras festividades, -como durante la Mercè se expone el bestiari de la ciudad-, una exposición que recuerde los 10 últimos pesebres que se han visto en los últimos 10 años. “Será de libre acceso y se podrán controlar las aglomeraciones y los accesos. Será una oportunidad más para acercarse al centro”, continuó Subirats.
El edil aseguró que, sí se podrán seguir visitando los otros dos pesebres “de carácter tradicional” que organiza también cada año el Ayuntamiento: el del Museo Marés, al lado de la plaza Sant Jaume, y el del Monasterio de Pedralbes; “espacios que están perfectamente perimetrados y permiten un control de las visitas”.
En cuanto a la cabalgata de Reyes, se mantuvo en el hecho, ya anunciado, de que el tradicional recibimiento de sus majestades en la ciudad se mantendrá como viene siendo habitual. “Los Reyes visitarán Barcelona”, dijo, pero que están valorando, las alternativas a la tradicional rúa que convoca a miles de barceloneses cada año. “A la cabalgata no podemos renunciar. Es evidente que el formato de años anteriores no tiene sentido hoy y será difícil que podamos imaginar que estamos haciendo la cabalgata como cada año”, ha afirmado Subirats, reafirmando lo que anunciaron desde el Ayuntamiento el pasado 25 de octubre.
Este martes el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, también explicó que la Nochevieja se celebrará en la ciudad solo con fuegos artificiales “descentralizados”. Si bien reconoce que el dispositivo de la ciudad para la última noche del año está en estudio Collboni ha dicho que no habrá ninguna fiesta multitudinaria en la calle: “Que todo el mundo se olvide de ir a Reina Maria Cristina. No habrá posibilidad de hacer grandes concentraciones de gente en el espacio público, como es obvio”, ha señalado.
El año pasado la artista Paula Bosch fue la autora el último, por ahora, pesebre de Sant Jaume, y como había ocurrido desde que Colau gobierna en la ciudad, la polémica se desató tras comprobar que el tradicional pesebre con paja, mula y vaca se había sustituido por unas 30 cajas de madera de diferentes tamaños. En su interior podían verse todo tipo de elementos relacionados con la Navidad, como las bolas y el espumillón, el cava, los polvorones, los galets y los canelones. Eso sí, repartidos por todo el conjunto había varias figuras de la Virgen, José, el Niño Jesús, la vaca y la burra, juntas, o por separado, en su posición tradicional, envueltas o en cajas. Antes de las cajas de Bosch en la plaza de Sant Jaume se pudieron ver libros desplegables en 2015, bolas de nieve de cristal con pasajes del nacimiento de Jesucristo de 2016, las figuras silueteadas sobre pies metálicos de cinco metros de altura que oscilaban con el viento de 2017 y una enorme mesa con menús navideños, pero sin figuras, de 2018. Polémicos o no, cada año eran miles los barceloneses que se acercaban a verlo cada año.