Detenidos una mujer y su hermano acusados de prostituir a dos menores en Barcelona

Las jóvenes, de 15 y 17 años, están tuteladas por la Generalitat

En la imagen, los bloques de viviendas donde fueron presuntamente prostituidas dos menores.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el miércoles de la semana pasada a una mujer y a su hermano acusados de prostituir al menos a dos menores de edad en su piso de Barcelona. Los agentes les acusan de alojar a las jóvenes, de 15 y 17 años, en su domicilio durante el confinamiento y lucrarse de citas con hombres. También atribuyen a la mujer la extorsión a adultos, a los que les pedía dinero para no denunciar a la policía que estaban manteniendo relaciones...

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Los Mossos d’Esquadra detuvieron el miércoles de la semana pasada a una mujer y a su hermano acusados de prostituir al menos a dos menores de edad en su piso de Barcelona. Los agentes les acusan de alojar a las jóvenes, de 15 y 17 años, en su domicilio durante el confinamiento y lucrarse de citas con hombres. También atribuyen a la mujer la extorsión a adultos, a los que les pedía dinero para no denunciar a la policía que estaban manteniendo relaciones sexuales con menores de edad. Ambos quedaron en libertad tras pasar a disposición del juez.

El domicilio, en la calle de Sèquia Madriguera, en el barrio del Bon Pastor, está en los bajos de un bloque de pisos en una amplia avenida, del que salen y entran mujeres con carritos de la compra, padres con hijos, hombres practicando deporte... “Ellos viven al margen, y no paran de dar problemas”, explica uno de los vecinos del inmueble.

Se refiere a Sonia, alias La Chati, y a su hermano Martí, de 44 y 45 años. Hace años que viven en el piso de su madre, cuenta, que está en la actualidad en una residencia. Durante el confinamiento, al menos tres menores de edad, todas tuteladas por la Generalitat, se instalaron en el domicilio. Una denuncia puso a los Mossos sobre la pista de lo que sucedía en el interior de la vivienda. Tras varias semanas de investigaciones, la policía catalana irrumpió a primera hora de la mañana del miércoles pasado en la casa. “Echaron la puerta abajo”, cuentan los vecinos. Tras pasar a disposición del juez del caso, ambos acusados quedaron en libertad con cargos.

Los Mossos acusan a Sonia de lucrarse con la prostitución de una joven de 17 años, que mantenía relaciones sexuales en el comedor de la casa. Y de hacerlo con el conocimiento de su hermano, que vive en el mismo inmueble.

La menor se prostituía a través de anuncios sexuales de la web pasion.com, que en ningún caso comprobó su edad para permitir su inscripción en la misma. La policía catalana encontró cerca de una treintena de anuncios, algunos de los cuales sospechan que fue dado de alta por la detenida. En la actualidad, aún es posible encontrar ofertas sexuales de la menor de edad, en otras webs de contactos, como barcelonacitas.com, facilitando sus datos y con diversas fotografías.

La joven residió en el domicilio al menos un mes, indican fuentes de la investigación. Y en ese tiempo, explican, se prostituyó casi a diario, compartiendo los beneficios de unos 300 euros por cliente con la detenida. Las averiguaciones hechas por los Mossos apuntan a que la joven no era coaccionada para prostituirse y que la mujer era una intermediaria entre la menor y los clientes, lucrándose con ella. En el caso de que la joven se negase a entregar parte de su recaudación a la detenida, esta la amenazaba e incluso la registraba para comprobar que no se había quedado con dinero.

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La policía sigue la pista también de otra menor, que presuntamente también concertaba citas sexuales en los bajos de la calle de Sèquia Madriguera, donde residía. Se trata de una joven de 15 años huida de un centro de menores de Girona. Cuando la joven estaba ya con un adulto, a punto de mantener relaciones sexuales, los dos hermanos detenidos irrumpían en la habitación, aseguraban que la joven era su hija, que era menor de edad, y les amenazaban con denunciarlo a la policía. Si quería evitarlo, el hombre debía pagar una extorsión, que podía a llegar a los 1.000 euros, según esas mismas fuentes.

Una tercera joven, también de 17 de años, y también tutelada por la Generalitat, residió también en el domicilio de la calle de Sèquia de Madriguera. Los Mossos no han encontrado indicios hasta el momento que indiquen que fue explotada sexualmente.

Algunos testigos aseguran que vieron a las menores de edad irse también con clientes en coches que venían a buscarlas al domicilio, pero no pueden precisar cuantas de ellas. En el piso, indican, también se trafica con drogas a pequeña escala. Los Mossos sostienen que los dos hermanos suministraban además drogas, como hachís o cocaína, a las menores de edad, y las animaban a hurtar en establecimientos de la zona para luego revender los productos.

“Se oyen gritos, peleas de madrugada...”, lamentan vecinos de la vivienda de los dos hermanos. Y explican que es frecuente que los Mossos d’Esquadra tengan que acudir al domicilio por problemas recurrentes. Pensaron que el miércoles, con la detención, quizá se ponía fin un tiempo a sus problemas. “Pero qué va, están aquí otra vez”, lamentan. En el registro, los Mossos encontraron a una de las víctimas en el interior del piso.

No es la primera vez que Sonia y Martí son detenidos por los Mossos d’Esquadra. En 2019, los agentes les arrestaron acusados de extorsionar a hombres que concertaban citas con el hijo de Sonia. En una forma de actuar similar, una vez el joven había quedado a través de aplicaciones de contactos por internet, aseguraba, falsamente, que era menor de edad y les amenazaban con denunciarlo a la policía si no les pagaban.

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