Una muestra sobre el cuerpo en época de pandemia

El Macba repasa, a base de material documental de un centenar de creadores, la historia del arte de acción de los noventa

Acción de Tere Recarens, 'La gallinita ciega', del 1992.
Barcelona -

“Celebrar una exposición como esta, que reclama la experiencia del cuerpo es un reto aun mayor en este momento de miedo al contacto y creciente aislamiento. Sin embargo es especialmente importante porque estos movimientos artísticos dejaron un legado de redes autogestionadas, solidaridad, complicidad y rechazo de la crueldad neoliberal que la pandemia ha vuelvo a poner al centro del debate”. Lo afirma Ferran Barenblit, director del ...

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“Celebrar una exposición como esta, que reclama la experiencia del cuerpo es un reto aun mayor en este momento de miedo al contacto y creciente aislamiento. Sin embargo es especialmente importante porque estos movimientos artísticos dejaron un legado de redes autogestionadas, solidaridad, complicidad y rechazo de la crueldad neoliberal que la pandemia ha vuelvo a poner al centro del debate”. Lo afirma Ferran Barenblit, director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) y comisario de Acción. Una historia provisional de los 90, una muestra que despliega una gran cantidad de obras y material documental, la mayoría inédito, de un centenar de artistas de toda España de varias generaciones.

“Pongo el acento en el provisional del título, porque pese a que aún falta una historiografía de este periodo, esta se va haciendo también durante y a través de esta muestra, es como peinar la historia a contrapelo”, continúa Barenblit, que como imagen de la exposición ha elegido uno de los platos fuertes de la selección, la recreación, reenactment, de la sede madrileña del Circo Interior Bruto, uno de los espacios clave del arte de acción en España. Inicialmente la idea era usar este atípico escenario para realizar performance y encuentros en la sala, pero el virus ha obligado a cambiar y la instalación se quedará como una escultura en memoria de tiempos en los que el éxito se media en aglomeración de gente en espacios cuanto más pequeños mejor.

Sin embargo se mantiene un intenso programa de actividades. Xavier Theros que con Rafael Metlikovez formó Accidents Polipoetics, para dar voz a los cuestionamientos de aquellos años, recitará por primera vez tras el fallecimiento de su compañero. También habrá un concierto de Macromassa desgraciadamente sin su fundador Victor Nubla, prematuramente fallecido durante el pico de pandemia. El otro reenactment es, según Barenblit, “un agujero espacio-tiempo, que reproduce exactamente la sala del Institut del Teatre de Barcelona, donde Joan Casellas organizó en 1996 la mítica muestra Acción Directa, que recogía imágenes de docenas de artistas y mostraba cómo se vivía aquella escena desde dentro.

La muestra, que se enmarca entre la caída de Muro de Berlín y el atentado a las Torres Gemelas, abarca un periodo que va del éxtasis neoliberal a la guerra global: un tránsito que se refleja en un gigantesco mural de Antonio Gagliano, que recoge el devenir de esa década, condensando experiencias e iniciativas de todo el país. “Empezamos admirando el fax y terminamos con Internet”, apunta Barenblit indicando la tecnología jurásica del proyecto de Oscar Abril Ascaso. Una sala está dedicada a Los Rinos, el grupo gamberro irreverente formado por Marcel.li Antúnez, que continuó su carrera solo, Sergio Caballero, uno de los tres fundadores del festival Sónar y el pintor Pau Nubiola. Admirar todas las fotos, los documentos e incluso los trajes requiere su tiempo, pero realmente consigue trasladar el espectador a aquellos años de libertad.

El sexo femenino esbozado con trozos de cortante cristal de Cabello/Carceller alude a la discriminación de las minorías LGTBI, mientras que el SIDA entra en escena con el exoesqueleto de Antúnez, que permite provocar placer y dolor a distancia accionando unos mecanismos rudimentarios, pero entonces eran asombrosos.

Enumerar todos los artistas y sus reflexiones es imposible y la muestra merece dos visitas: una para una visión global y otra para indagar en los detalles. A modo de prólogo y resumen Barenblit ha tenido la intuición de reunir en la primera sala muchos de los personajes que vertebraron estos años, algunos prematuramente fallecidos, como Jordi Benito y el artista sonoro Tres. Por supuesto están Valcárcel Medina y Esther Ferrer, los padres de la acción española, la ironía de Los Torreznos, los diagramas-mandalas de Pere Lluis Pla Buxó y las maravillosas fotografías de Consuelo Bautista, que como nadie supo retratar personajes clave de ese momento.

‘Blackout’ póstumo dedicado a Tres

La muestra, que finaliza el 7 de febrero, tendrá uno de sus momentos álgidos el 30 de noviembre con el primer Blackout póstumo de Tres, sofisticado investigador sonoro, que en su ruta hacia el vacío siguiendo a John Cage, organizó conciertos silenciosos que superaban la condición meramente acústica para convertirse en metáfora de la búsqueda interior, algo importante en estos tiempos de cambio. Es el tercer Blackout sonoro que organiza Barenblit tras el del Arts Santa Mònica y el del Dos de Mayo de Móstoles, ambos cuando era director de estos centros. Barenblit, cuyo contrato con el Macba vence el 31 de agosto, no ha sido reconfirmado al frente del museo, pero ha accedido a quedarse un año más.



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