Los Bomberos alertan del riesgo de colapso por las solicitudes de rescate

Los servicios de auxilio crecen un 6% respecto a 2019 pese al confinamiento

Uno de los rescates realizados este verano por Bombers.Bombers (EL PAÍS)

El número de rescates en senderos, caminos, ríos y charcas se ha disparado. Los Bomberos avisan de que, pese a la inacción total durante los meses de confinamiento, a estas alturas ya se acumulan más servicios que los registrados el año pasado. Advierten que en agosto, tradicionalmente el mes de mayor demanda de auxilio, la simultaneidad de los avisos supone un riesgo para llegar a todas las peticiones de ayuda. En plena ola de calor y con las alertas activadas por peligro de incendio forestal, Emergencias pide que “se extreme la precaución” en el medio natural.

Un helicóptero de los Bo...

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El número de rescates en senderos, caminos, ríos y charcas se ha disparado. Los Bomberos avisan de que, pese a la inacción total durante los meses de confinamiento, a estas alturas ya se acumulan más servicios que los registrados el año pasado. Advierten que en agosto, tradicionalmente el mes de mayor demanda de auxilio, la simultaneidad de los avisos supone un riesgo para llegar a todas las peticiones de ayuda. En plena ola de calor y con las alertas activadas por peligro de incendio forestal, Emergencias pide que “se extreme la precaución” en el medio natural.

Un helicóptero de los Bomberos sobrevolaba el pasado sábado los acantilados del camino de ronda que va de Sant Antoni de Calonge a Platja d’Aro. El aparato tuvo que maniobrar cerca de las rocas para localizar a una mujer que se había despeñado y estaba herida cerca de la cala de Roques Planes. Apenas un par de horas antes, los bomberos ya se habían movilizado para acudir a otro rescate en la Mar Menuda de Tossa de Mar. Ese día sumaron seis salidas en total y el domingo, otras ocho. Nada extraordinario, el fin de semana anterior habían sido 16.

Los servicios de salvamento a excursionistas, caminantes, escaladores o ciclistas se han multiplicado desde que se levantaron las restricciones a la movilidad. Pese a los dos meses de confinamiento, en el primer semestre de este año se han registrado 726 rescates, una cifra superior al total de los que se atendieron de enero a julio de 2019: 685. El periodo de desescalada, junio y julio, acumula 159 servicios, por los 146 que se contabilizaron el año pasado. El número más alto de atenciones se realiza durante los sábados y domingos.

Los servicios de emergencias han detectado un efecto llamada a la naturaleza tras el obligado encierro en casa. El pico veraniego multiplica la actividad cerca de la costa pero las estadísticas de los Bomberos aclaran que los puntos más problemáticos son de secano, tramos de rutas aparentemente asequibles y cercanas a las grandes concentraciones urbanas. El Vallès Oriental pasa de 27 a 36 avisos; Osona, de 22 a 42; y la Selva, de 27 a 32. Los bomberos detallan que hay zonas especialmente conflictivas, por la gran afluencia de excursionistas que se lanzan al monte sin un mínimo de aptitudes ni preparación. La excursión a La Mola desde Matadepera es foco recurrente de rescates y principal factor de que el Vallès Occidental lleve acumulados 63 rescates, una veintena más que el año pasado. El Berguedà, con el atractivo Pedraforca, acumula 30 servicios de auxilio. En cambio, las llamadas de auxilio no se acumulan en la alta montaña, pese a ofrecer las rutas más complicadas y las climatologías más adversas. Cerdanya y Alta Ribagorça no aparecen en la lista de comarcas con más rescates.

Los Bomberos advierten de “un incremento constante de los servicios de rescate” en el medio natural. Se alude a bañistas que acusan problemas en ríos, barrancos y pozas con 44 rescates acumulados en siete meses, más del doble que el año pasado a estas alturas. Igualmente, se busca concienciar a excursionistas, escaladores y senderistas de los riesgos de caída o de perderse por los bosques. Ante un mes de agosto que anuncia un incremento de los desplazamientos de proximidad y de actividades como las excursiones o los baños al aire libre, el problema, previenen los Bomberos, es la abundancia de requerimientos y el riesgo que entraña “la simultaneidad” de llamadas de socorro para poder prestar un servicio rápido y eficaz, sin esperas que supongan un riesgo para las personas que solicitan el rescate.

Emergencias señala que la covid-19 es una complicación añadida y se pone de relieve que, en caso de rescate, la persona auxiliada debe usar mascarilla.

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