El baile sacro de Mal Pelo ancla en el Museo Marítimo

El grupo de danza prosigue indagando en Bach, en un espectáculo del Festival Grec donde la complicidad no es el roce físico sino la mirada

L'animal a l'esquena - BHUM! 6 (2019) ©Tristan Perez-MartinJORDI BOVER

De nuevo la fascinación que Mal Pelo, el grupo de danza contemporánea que lideran María Muñoz y Pepe Ramis, siente por la música de Bach le ha llevado a estrenar Inventions, la tercera parte de la tetralogía Bach Project; primero fue el solo Bach y luego el septeto On Goldberg Variations/Variations.

Inventions es una pieza hermosa, elegante y telúrica, que se ha estrenado en el Museo Marítimo de Barcelona, en el marco del Festival Grec, y en ella la música de Bach es...

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De nuevo la fascinación que Mal Pelo, el grupo de danza contemporánea que lideran María Muñoz y Pepe Ramis, siente por la música de Bach le ha llevado a estrenar Inventions, la tercera parte de la tetralogía Bach Project; primero fue el solo Bach y luego el septeto On Goldberg Variations/Variations.

Inventions es una pieza hermosa, elegante y telúrica, que se ha estrenado en el Museo Marítimo de Barcelona, en el marco del Festival Grec, y en ella la música de Bach está interpretada por un cuarteto de cuerda y cantada por un cuarteto de voces en directo, dirigido por Joel Bardolet. La belleza gótica del espacio escénico y la calidad del baile de Mal Pelo, junto a la profesionalidad de los artistas musicales, convierten esta pieza en un hipnótico todo visual que hechiza al espectador desde el primer momento. Inventions se ha visto afectada por el confinamiento y se ha preparado en quince días de febril trabajo. El resulto ha sido un acierto, como demostraron los largos y cálidos aplausos que recibieron al final de la representación la noche del sábado.

La pieza, de corte abstracto, juega con el espectador a través de sugerente imágenes que le transporta a un capricho de Goya. El hombre que grazna vestido como un mendigo con telas de arpillera, los cucuruchos de paja que llevan los músicos y el gesto telúrico de los bailarines confiere a esta obra un tono solemne, sacro..

Los magníficos bailarines de Mal Pelo (María Muñoz, Pep Ramis, Federica Porello, Zoltán Vakulya y Leo Castro) se mueven por la nave gótica de altos y abovedados techos con majestuosidad, acorde con el espacio. El coronavirus ha convertido su baile en una expresión más individual. La complicidad entre ellos no está en el roce físico sino en la caricia de una mirada. Un gesto esbozado en la lejanía.

La música es de vital importancia en este montaje. Su fuerza, sumada a la calidad de los músicos, logra que en ocasiones la danza quede engullida por la partitura musical. Una partitura que combina fragmentos de cantatas barrocas con partes de El arte de la fuga, la Partita nº 2 y otras composiciones de Bach. Los artistas musicales forman parte activa del espectáculo, moviéndose por la escena con gran soltura. El cuarteto de cuerda está formado por Joel Bardolet (violín), Jaume Guri (violín), Masha Titova (viola) y Daniel Claret (chelo), mientras que el cuarteto de voces por Quiteria Muñoz (soprano), David Segastume (contratenor), Mario Corberán (tenor) Giorgio Celenza (bajo). También destaca el espacio sonoro creado por la compositora Fanny Thollot. Como es habitual en los montajes de Mal Pelo, la puesta en escena esta cuidada al milímetro. O sea, todo bien anclado.

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