Traiciones, amores y denuncias en el PSC de L’Hospitalet
La detención de dos concejales socialistas acusados por un compañero de filas sacude la paz del partido
El PSC de L’Hospitalet de Llobregat nunca ha sido un remanso de cohesión desde que hay democracia, pero en los últimos años lo aparentaba, bajo el liderazgo de Núria Marín al frente de la federación socialista y la alcaldía de la segunda ciudad de Cataluña, donde gobierna con mayoría absoluta.
Esa paz interna sufrió una fuerte sacudida hace una semana, ...
El PSC de L’Hospitalet de Llobregat nunca ha sido un remanso de cohesión desde que hay democracia, pero en los últimos años lo aparentaba, bajo el liderazgo de Núria Marín al frente de la federación socialista y la alcaldía de la segunda ciudad de Cataluña, donde gobierna con mayoría absoluta.
Esa paz interna sufrió una fuerte sacudida hace una semana, cuando un teniente de alcalde socialista presentó una denuncia que acabó con la detención de dos compañeros del cartapacio por un asunto con ribetes de revancha y que algunos explican por la relación sentimental entre el denunciante y una secretaria del Consell Esportiu de la ciudad, la entidad sobre la que pivotan los hechos.
El denunciante es Jaume Graells, teniente de alcalde de Educación, Juventud y Deportes, que este marts dimitió del cargo, aunque mantendrá su acta de concejal, con acusaciones contra la dirección del PSC, partido en el que milita desde hace 37 años. Los ediles detenidos y puestos en libertad tras declarar en comisaría son Cristian Alcázar, segundo teniente de alcalde y primer secretario del PSC de L’Hospitalet, y Cristóbal Plaza, concejal adjunto de Deportes. La denuncia también provocó que acabara esposado y conducido ante la juez Eduard Galí, director del Consell Esportiu.
Los amigos de los afectados ven una revancha en la actuación de Graells
Denunciante y denunciados pertenecen o han pertenecido en algún momento al Consell Esportiu, una entidad privada para promocionar el deporte escolar y donde trabaja hace años Mercè Hernández, responsable de la gestión económica y actual pareja de Graells. Las acusaciones que pesan sobre ellos son malversación, apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental.
A la espera de conocer el sumario, sus partidarios niegan los cargos y aseguran que la denuncia es una venganza de Graells tras haber intentado sin éxito con los ahora detenidos que aumentasen el sueldo a su pareja. El denunciante también lo niega todo, en conversación con EL PAÍS, incluso la relación sentimental, e insiste en que lo importante es que ha habido irregularidades económicas en la entidad desde 2016 y que existe una caja b.
Eso explicaría que un presupuesto de 400.000 euros para este año se haya disparado a 900.000. El Consell se nutre de subvenciones institucionales y de otros ingresos que no se pueden cuantificar ni prever, argumentan fuentes cercanas a los detenidos para justificar la diferencia de las cantidades.
Graells asumió íntegramente la responsabilidad de la denuncia en un comunicado emitido el día 13 para apartar del foco a su pareja, aunque esta ha ratificado las presuntas irregularidades ante la policía. Este martes volvió con otro comunicado anunciando la dimisión y acusando a Marín y al PSC de pasividad. El 4 de febrero Graells se reunió con la alcaldesa para relatarle los hechos y días después se encargó una auditoría pendiente de conclusión, que se ha solapado con las investigaciones del Juzgado de Instrucción número 2 de L’Hospitalet en pleno estado de alarma y una celeridad inusual.
El denunciante dimite como teniente de alcalde y censura la pasividad del partido
Graells argumenta que no podía esperar más y que estaba obligado a denunciar a sus compañeros de partido, incluso amigos hasta hace poco, porque en caso contrario cometería un delito de prevaricación. “Mis principios éticos no me permiten hacer otra cosa que trasladar a la justicia estos hechos”, añade, al tiempo que lamenta haberse sentido “profundamente solo y con muy poco apoyo institucional y del partido”. En su opinión, “las evidencias son palmarias y nadie hace nada”.
Marín ha comunicado a los grupos de la oposición que espera al resultado de la auditoría antes de tomar ninguna decisión sobre la reordenación del cartapacio municipal. La dirección del PSC avala a la alcaldesa y considera que es precipitado adoptar medidas contra los denunciados.
Yerno y suegro en las primarias
De esta trama judicial y política tampoco escapan las rivalidades por el poder en el partido. Cristian Alcázar, además de segundo teniente de alcalde, es el primer secretario del PSC de L’Hospitalet. El pasado 22 de febrero ganó las primarias por 316 votos a 254 frente a Fran Belver, su suegro y que es el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento.
Belver era el candidato que apoyó Marín, que decidió dar un paso al lado ante la acumulación de cargos orgánicos e institucionales que tiene. Graells, el denunciante, había sido director general de Educación Básica y Bachillerato con el tripartito. En este proceso de primarias empezó posicionándose a favor de Alcázar, pero acabó “decepcionado del todo”, asegura, a medida que supo de las irregularidades. Él niega que apoyara a Belver en las primarias, pero algunos de sus compañeros de partido opinan lo contrario.