Dalí, Gala y Dior unidos por el arte y la moda
El castillo Púbol acoge la primera de una serie de exposiciones que analizarán la relación entre el pintor y grandes diseñadores
“Christian Dior fue una de las primeras personas de París que se preocuparon por la venta de mis invendibles pinturas surrealistas”. Esta frase, escrita por Salvador Dalí en una columna en el New York Post en febrero de 1948, es el detonante para una exposición que profundiza en la relación entre Dalí y Dior, basada en la pasión por el arte, la moda y la belleza, “entendida con un sentido diferente”, detalla la directora de los Museos Dalí, Monts...
“Christian Dior fue una de las primeras personas de París que se preocuparon por la venta de mis invendibles pinturas surrealistas”. Esta frase, escrita por Salvador Dalí en una columna en el New York Post en febrero de 1948, es el detonante para una exposición que profundiza en la relación entre Dalí y Dior, basada en la pasión por el arte, la moda y la belleza, “entendida con un sentido diferente”, detalla la directora de los Museos Dalí, Montse Aguer. La muestra, que se podrá visitar en el antiguo desván del castillo de Púbol, habilitado desde este año para acoger las exposiciones temporales, estará abierta hasta el 6 de enero del próximo año.
Con la muestra Gala/Dalí/Dior. De arte y moda, la Fundación Dalí inicia una nueva línea expositiva. Según Aguer, “se centra en la relación que el genio tuvo a lo largo de su vida con el mundo de la moda en un sentido amplio, fotógrafos y diseñadores, todo lo que envuelve este mundo”. Este año se centra en los contactos y afinidades que tuvieron Dalí y Gala “como colaboradora esencial” y Dior. En otras ediciones, se mostrará la relación del genio con diseñadores como Chanel o Elsa Schiaparelli, la diseñadora italiana que triunfó sobre todo entre 1930 y 1940, con objetos como su famoso sombrero-zapato.
Dior y Dalí están considerados, cada uno en su campo, como referentes y expresión del siglo XX, caracterizados por aglutinar rigor técnico, obsesión creativa y sentido de puesta en escena. En la exposición de Púbol se entrelazan arte y moda para sumir al espectador en este imaginario compartido a través de una pequeña obra del artista, diseños de Dior y materiales documentales procedentes del fondo de la Fundación Dalí y de Christian Dior Couture. Entre las piezas estrella se presentan tres modelos, —de la decena que Gala tenía en su haber— de la Maison Dior, dos de los cuales nunca se habían expuesto en Púbol.
La exposición se divide en tres apartados. En el primero se explican los primeros contactos de Gala y Dalí con Christian Dior se producen en París a inicios de los años treinta, cuando el pintor y Gala tratan de labrarse un nombre en el mundo de la pintura. Entre 1931 y 1933, expone sus creaciones en la galería de Pierre Colle, que tiene a Dior como socio. Entre las distintas pinturas, dibujos y objetos de época surrealista que se muestran, destacan el óleo Comienzo automático de un retrato de Gala —que el Dior galerista expuso por primera vez en 1933— y los catálogos de exposición de los años treinta de la misma galería.
En febrero de 1947 Dior revoluciona la moda y la estética femenina con su primera colección, bautizada New Look, en la que subvierte los códigos de la alta costura, como Dalí hizo con la pintura. “Para Gala, la moda era una manera de transmitir la personalidad e incluso la manera de estar en el mundo”, detalla Aguer. Y como Dalí “abogaba por la elegancia e intuyó en el estilo de Maison Dior una oportunidad para forjar y embellecer su imagen, que mostró moderna y sofisticada”.
Un juego de luces y sombras ilumina tres piezas destacadas creadas por Dior del vestidor de Gala, el vestido Musée du Louvre de la colección alta costura primavera-verano 1949, línea Trompe-l’œil, del que también está expuesto el esbozo y con él que aparece en una foto de Marvin Koner en la Carstairs Gallery de Nueva York (1950), donde Dalí exponía sus obras cada año al llegar a Estados Unidos. Otra pieza de la colección, de la que también se expone el esbozo, es el abrigo Saint-Ouen —del que se hizo quitar dos bolsillos—. También se expone un conjunto de blusa y falda larga de lamé estampado de cachemir (Dior Boutique 1971). Al menos en dos ocasiones Gala fue retratada por Marc Lacroix con este vestido, una en Portlligat, mientras Dalí la pintaba (1971) —y del que dijo que era muy difícil de pintar—, y la otra en Púbol, junto a uno de sus acompañantes.
En septiembre de 1951 el extravagante multimillonario y decorador Carlos de Beistegui reunió en el Palazzo Labia de Venecia a la flor y nata del momento en el llamado “El baile del siglo”, uno de los eventos míticos desde entonces. Actores, aristócratas, artistas y diseñadores y famosos en general lucieron disfraces creados para la ocasión. Los más recordados, los gigantes —de los que Dalí conservó dos que pueden verse en su museo de Figueres—, diseñados por Dalí y Gala, que materializó Dior con la intervención de Pierre Cardin. La espectacular entrada de los gigantes en el baile, precedida de un desfile por las calles, fue uno de los puntos álgidos. Un audiovisual muestra imágenes poco conocidas de los Archivi Farabola y el Archivo Fotográfico Giacomelli de fotógrafos de prestigio internacional, como Willy Rizzo o Robert Doisneau, de ese acontecimiento.