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La ruta de los baches de Huelva

Las últimas lluvias acentúan el mal estado de las carreteras de la provincia y provocan un clamor de protestas por los reventones y la falta de mantenimiento

Señal que advierte del mal estado del asfalto en la carretera A-494 entre Matalascañas y Mazagon foto. ALEJANDRO RUESGAAlejandro Ruesga

“Aquí se ven solo tres coches, pero eran siete los que había parados por haber reventado las ruedas gracias al lamentable mantenimiento que tienen nuestras carreteras. En Huelva se pagan los mismos impuestos que en el resto del país, otra cosa es que nos traten igual que al resto”. Este es uno de los centenares de tuits que desde la tarde-noche del pasado domingo han inundado las redes sociales para quejarse del lamentable estado de las carreteras onubenses. Este mensaje de la red X iba acompañado de una imagen con varios coches estacionados en el arcén a la altura de la refinería entre Huelva y Matalascañas, en la A-483, una carretera autonómica, pero la ruta de los baches de esta provincia es extensible a todas las vías, ya sean estatales, dependientes de la Diputación o de competencia municipal.

El mal estado del firme de las carreteras de la provincia de Huelva, surcadas por baches y socavones, unido a su falta de mantenimiento, es una preocupación recurrente de los conductores que circulan por ellas y que se agrava en verano, con la afluencia de vehículos que se desplazan hacia las zonas de costa, y, como en los últimos días, cuando llueve. “La mayoría de las quejas son por los socavones o el estado del firme y aumentan en época de vacaciones o cuando hay fenómenos meteorológicos”, corrobora Maribel Muñoz, patrono de la Fundación CEA (Club Europeo de Automóviles) que ayuda a los automovilistas a canalizar sus quejas. “La mayoría están destinadas a las administraciones encargadas de su mantenimiento, y pocas veces responden”, reconoce.

Sin embargo, la degradación del firme es tan evidente en todas estas vías, que todos los responsables políticos reconocen el problema y el riesgo que implica para la seguridad vial ese mal estado continuado y que, en el caso de esta provincia, se agrava por el paso de los camiones y vehículos pesados cargados con fruta o material proveniente del polo químico y de las minas, cuya actividad va en aumento. En los últimos días se han sucedido los reventones de ruedas en algunos trayectos plagados de socavones, como en el tramo de la A-494 que une Moguer con Palos de la Frontera, donde no hay ni un solo centímetro libre de grietas, como pudo constatar el pasado lunes el alcalde moguereño, Gustavo Cuéllar, cuando salió a inspeccionar las zonas afectadas por la borrasca Jana. “La lluvia lo que ha hecho es agravar una situación de deterioro de las carreteras lamentables, que evidencian la nula inversión en mantenimiento”, se lamenta.

Un estado que no mejora en los tramos que unen Mazagón (pedanía dependiente de Moguer), con El Rocío y Matalascañas. “Está 100% olvidado”, indica Cuéllar sonbre una carretera por la que circulan, sobre todo, coches que visitan la aldea o van a las playas y vehículos comerciales. “Es una vía muy transitada y no está bien conservada”, abunda Paco Bella, el regidor de Almonte, municipio del que dependen El Rocío y Matalascañas. El alcalde incide en la lentitud a la hora de abordar las obras de reparación y acondicionamiento y recuerda que va a ser en los próximos meses cuando la Junta adjudique el tercer carril que una Almonte con El Rocío, una promesa electoral que Juan Manuel Moreno hizo en la campaña de 2018. Ese desdoble, que la Junta ha licitado por 27 millones de euros, es esencial para canalizar el paso de los más de 12.000 vehículos que transitan de media, que se multiplican cuando llega el verano y a los que hay que sumar los viajes de los camiones cargados con fresas de las plantaciones que rodean la carretera.

La Consejería de Fomento, responsable de la conservación de esas carreteras, reconoce que la intensidad de las últimas danas que han impactado sobre la provincia onubense ha provocado que se acelere el agravamiento de unos firmes que, según recalcan las fuentes consultadas, llevan 20 años arrastrando un déficit presupuestario en conservación. También insisten en que desde el año pasado se ha incrementado la cantidad invertida en las carreteras onubenses con una inversión de más de 210 millones de euros. Pero las lluvias que han acompañado a Jana y después a Konrad hacen que todas esas cifras se hundan en los socavones que no terminan de desaparecer.

Esquivar los socavones

Huelva, mal estado del asfalto en la carretera A-483 entre ALmonte y El Rocio foto. ALEJANDRO RUESGAAlejandro Ruesga

“El mantenimiento debe hacerse con presupuestos anuales para las carreteras más transitadas, al margen de las infraestructuras, no basta con parchear cada vez que llueve, porque eso no arregla el mal estado de las carreteras”, indica el alcalde de Bonares, Juan Antonio García. Habla con conocimiento de causa, porque el tramo que une su localidad con Lucena del Puerto es otro de los puntos negros más denunciados por los conductores en redes sociales. “Tenemos que esquivar los baches, porque como cojas tres, te cargas el neumático”, dice.

El mantenimiento de algunas de esas vías depende de la Diputación de Huelva. “La mayoría de las incidencias que hemos recogido estos días a través del 112 son por la situación de las carreteras o los caminos locales y hemos tratado de darles respuesta de manera inmediata”, indica Manolo Cayena, vicepresidente de Infraestructuras, Carreteras y Arquitectura de la administración provincial. Cayuela insiste en que se está llevando una planificación bastante estricta en materia de conservación, aunque reconoce que muchas veces hay “patologías inesperadas” que obligan a actuar antes y que, en otras ocasiones, hay municipios que dan prioridad a otras infraestructuras viarias para adaptarlas al turismo y piden aplazar acciones relacionadas con los accesos por carretera. “El tema estructural es complicado”, reconoce.

Cayuela, además de vicepresidente de la Diputación, es concejal de Valverde del Camino, enclavado en la zona minera onubense. Allí la mayoría de las quejas se centran en la N-435, la carretera que atraviesa los yacimientos mineros y muy deteriorada por el volumen de camiones cargados que lo transita. “No conozco una carretera tan abandonada”, sostiene. “Asfaltan los baches en seco y cuando llueve, vuelven a saltar”, señala.

La falta de infraestructuras alternativas, como el ferrocarril -que se ha propuesto a los empresarios mineros para transportar el material desde el puerto de Huelva, pero que, indica Cayuela, han rechazado porque no cumple con los requisitos técnicos- obliga a todos los camiones que entran y salen de la provincia, desde o hacia el puerto, el polo químico o las minas, a tener que transitar por las autovías principales, sumándose al tráfico de quienes usan esas vías para ir a trabajar. “Como las carreteras nacionales están abandonadas todos circulan por la A-49 o por la A-435 o la A-431, que es la de la costa y el firme se resiente”, reconoce.

La autovía A-49, que une Sevilla con Huelva, está muy deteriorada y eso, unido a la lluvia de estos días, no favorece una circulación que habitualmente es muy densa. El Gobierno ha escuchado las quejas de los conductores y está trabajando en la redacción de proyectos para la mejora integral de esa vía para proceder “de forma inmediata a la reparación de los socavones, baches o deterioros”, por un importe de 50 millones de euros, como anunció esta misma semana el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

De todas maneras, todas las reparaciones y actuaciones deberán realizarse cuando amainen unas lluvias que, sin embargo, siguen siendo persistentes. A la borrasca Jana, le ha sucedido sin solución de continuidad Konrad, volviendo a llenar de barro y agua las grietas y socavones que zurcen prácticamente toda la red viaria, municipal, provincial, autonómica y estatal de la provincia de Huelva. Lo atestiguan sus usuarios: “Es una auténtica locura y vergüenza cómo están las carreteras en TODA la provincia de Huelva. Pinchazo tras pinchazo, las ruedas hechas, un desastre y unos agujeros del tamaño de mi plato de ducha. No sé a quién corresponde esto, pero es un PELIGRO”, se lamenta una conductora, en un hilo de quejas similares.

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