Cicerone, la IA te lleva de paseo a conocer Rota mientras crea una maqueta digital de la ciudad

¿Qué día llegas y cuánto estarás? ¿Cómo viajas, en familia, senior, LGTBIQ+ o de negocios? ¿Qué te apetece hacer? Son las clásicas preguntas que un turista puede recibir en cualquier oficina de turismo de Andalucía. La diferencia en la localidad gaditana de Rota es que la inteligencia artificial también se ha sumado a la tarea de guía turística para todos aquellos viajeros que tengan interés en obtener una ruta personalizada por el municipio. Pero la apuesta digital no se queda ahí, con la información obtenida de los visitantes, Rota trabaja ya en crear un gemelo digital de la ciudad que le ayude a gestionar de manera eficiente los recursos a tiempo real.

“En un municipio marcado por la estacionalidad, necesitamos ser flexibles, eficaces y sostenibles”, resume el alcalde Javier Ruiz Arana sobre el leimotiv que les llevó a activar la digitalización de un municipio que pasa de los 30.000 habitantes en invierno a los 90.000 del verano, muchos de ellos internacionales atraídos por la presencia de la Base de Rota. La doble apuesta por la IA para generar rutas y por la creación un modelo digital del municipio le ha convertido “en el referente andaluz del turismo inteligente”, según asegura Adolfo Borrero, presidente de la comisión SmartCities AMETIC. “Somos el primer municipio pequeño que desarrolla esta apuesta”, añade el regidor, esperanzado también en que la nueva vocación digital del municipio sirva que “las empresas tecnológicas se fijen en Rota”.

Aunque ahora es cuando Rota comienza a recoger los frutos, en su Ayuntamiento se dieron cuenta que tenían que ponerse las pilas en la digitalización hace cinco años. “Durante el Covid nos vimos fuera de fuego al tener que gestionar aforos en las playas”, resume el alcalde. Con esa carencia detectada, el consistorio gaditano se puso a buscar ideas, recursos y ayudas para encontrar una solución. Este pasado mes de enero, la localidad consiguió una subvención de 1,7 millones a cargo de los fondos Next Generation EU, concedida por la Secretaría de Estado de Turismo y Segittur, para la modernización y transformación digital de municipios y la administración.

Con ese importe, Rota podrá completar un proyecto que ya tiene su primera pata desarrollada: Cicerone. Con la tecnología desarrollada por la startup malagueña iUrban —que ya ha desarrollado iniciativas similares en Madrid, Alcobendas o la Diputación de Castellón—, el consistorio ha puesto en marcha una IA generativa entrenada con 500 requisitos y capaz de responder a 95 idiomas. La interfaz pregunta al usuario cuándo viene, desde dónde, qué perfil de visitante es o qué le apetece hacer para dar una respuesta en forma de ruta geoposicionada en el mapa de la ciudad y desarrollada por las horas disponibles del día. “Funciona con ChatGPT. Hay que darle de comer, conforme se vaya usando, va generando una base de datos más amplia”, detalla Ruiz Arana.

Resultados medibles

Pero Cicerone ya ha comenzado a aportar resultados medibles, como apunta Borrero. El presidente de la comisión SmartCities apunta beneficios ya contrastables como la posibilidad de localizar la afluencia turística para “evitar la saturación de puntos claves de la ciudad”. A eso se suma la posibilidad de acertar en las recomendaciones dadas al turista lo que hace que los registros de visitantes suban en un 20%. También sirve para “optimizar los recursos locales, desde la gestión del espacio público hasta la dinamización del comercio”, añade Borrero.

Y esa base de datos tendrá doble uso. Además de mejorar la experiencia de uso del visitante, los datos obtenidos en esas preguntas le servirán al Ayuntamiento para desarrollar su programa Gemelo Digital, el modelo de la localidad que desarrollarán con la subvención lograda ahora. “Es una tecnología habitual en sectores como la industria o la movilidad, pero aún incipiente en la gestión turística. Esta herramienta permite simular distintos escenarios de afluencia para anticipar problemas, optimizar recursos y garantizar una convivencia equilibrada entre residentes y turistas” añade Borrero.

Arana aporta ejemplos concretos. Como un verano con población triplicada en el que en una zona de la ciudad los contenedores están vacíos y en otras zonas donde hay más afluencia, llenos. “Lo mismo en este sitio no hace falta pasar, pero en los otros hay que pasar más”. También servirá para la gestión de las farolas de la ciudad, en función de las calles que necesiten más o menos luz en un momento del día determinado, una función que ya usan en la ciudad de Sevilla durante la Semana Santa. También servirá para detectar fugas de agua en la red. Y a eso sumará los datos obtenidos por Cicerone y empresas como Google Maps (que aportan datos anonimizados del posicionamiento de sus móviles) para conocer a tiempo real las calles que tienen más o menos aforos.

La idea es que el gemelo de Rota esté listo antes de que termine 2026. Por eso en el Ayuntamiento ya han iniciado la instalación de sensores en diversos puntos de la ciudad que permitirán monitorearla a tiempo real. “Estamos instalando sensores de recogida de residuos, en los pasos de peatones, en los contadores de agua, en el riego, en los controladores ambientales de las paradas de bus”, apunta el alcalde. Con todas esas nubes de datos se espera que el Gemelo Digital sea capaz de elaborar informes y simular tomas de iniciativas, simular y planificar la gestión de operativos en eventos masivos, supervisar y cuidar infraestructuras e informar a la ciudadanía sobre actividades, recursos o servicios disponibles.

Borrero asegura que toda la revolución digital del municipio tendrá, como uno de los objetivos finales primordiales, “garantizar una convivencia equilibrada entre residentes y turistas”, justo en un momento en el que la ciudadanía pone cada vez más en solfa los supuestos beneficios del turismo de masas. De ahí que Arana lleve ya tiempo empeñado en hacer comprender a sus vecinos que lo que están haciendo es “una inversión con miras al futuro de la ciudad”. “El problema es que el ciudadano vea la utilidad y es difícil trasladar el impacto, pero estamos convencidos de que el impacto es positivo en la ciudadanía porque le va aportar mejores servicios y más sostenibles”.