Los profesionales sanitarios alertan del cierre de la UCI del Hospital Militar de Sevilla: “No hay precedentes”

Los sindicatos denuncian que tras la eliminación subyace una falta de recursos, personal y ausencia de proyecto para el centro estrella de la Junta andaluza, que sostiene que es una “reorganización” por falta de pacientes

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, durante su cuarta inauguración del Hospital Militar en marzo de 2023.Alejandro Ruesga

El jueves pasado abandonaba la UCI del Hospital Militar de Sevilla (actual Doctor Muñoz Cariñanos) el único paciente que permanecía ingresado. Su alta en esa unidad simbolizaba el prefacio del cierre de este servicio, que a partir del 1 de mayo dejará de estar operativo. Una decisión que ha alarmado a los profesionales sanitarios del centro y a los sindicatos del sector que se han movilizado y están rec...

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El jueves pasado abandonaba la UCI del Hospital Militar de Sevilla (actual Doctor Muñoz Cariñanos) el único paciente que permanecía ingresado. Su alta en esa unidad simbolizaba el prefacio del cierre de este servicio, que a partir del 1 de mayo dejará de estar operativo. Una decisión que ha alarmado a los profesionales sanitarios del centro y a los sindicatos del sector que se han movilizado y están recogiendo firmas para reclamar la restitución de una asistencia que, recalcan, es vital para la seguridad de los pacientes ingresados, sobre todo los que sufran cirugías. “No hay precedentes de que en un hospital se cierre la UCI”, coinciden los dirigentes sindicales consultados.

La Junta de Andalucía insiste en que no se trata de un cierre, sino de una “reorganización y gestión de los recursos” provocada por la falta de pacientes ingresados “con el perfil de complejidad acorde con este recurso” y que, si lo hubiera, volvería a estar “operativa”. “No es un recorte. Se trata de optimizar recursos”, ha insistido este martes el portavoz del Ejecutivo regional, Ramón Fernández-Pacheco. Los sindicatos entienden que esta explicación es un eufemismo bajo el que se esconde una falta de recursos económicos y de personal que evidencia “la absoluta falta de proyecto” para el centro hospitalario del Gobierno que dirige Juan Manuel Moreno.

“El Hospital Militar dio un servicio fantástico durante la pandemia atendiendo a enfermos respiratorios, pero después no se hizo una hoja de ruta para el hospital”, indica una intensivista que ha trabajado durante todo este tiempo en la UCI y que prefiere mantenerse en el anonimato. La recuperación del edificio —abandonado durante 15 años durante los gobiernos socialistas― se convirtió en la punta de lanza que el nuevo presidente popular esgrimía como ejemplo de su compromiso con la sanidad pública andaluza. Fue inaugurado hasta en cuatro ocasiones —cada vez que se incorporaba un servicio nuevo―, aunque realmente siempre ha dependido del Hospital Virgen del Rocío y su organización y funcionamiento está condicionada por la presión hospitalaria y necesidades de la matriz. “Se tiene como un anexo, como un comodín”, puntualiza Luis González, responsable del área de Salud de CC OO Andalucía.

La gerencia del Virgen del Rocío, que informó por sorpresa el viernes pasado del cierre coyuntural de la UCI del Militar, reconoció ante los representantes sindicales que este lunes se concentraron a sus puertas para exigir explicaciones, que el centro “no disponía de una cartera de servicios adecuada” para atender patologías distintas a las de los pacientes con problemas respiratorios, que son los que en un primer momento se derivaron a la unidad de cuidados intensivos, según coinciden las fuentes sindicales que asistieron a esa reunión. Sin embargo, esas mismas fuentes advierten de que en este tiempo también se han tratado en esa unidad casos que no están relacionados con esas patologías con pacientes que han sufrido complicaciones durante las operaciones quirúrgicas que allí se realizan o con los que están ingresados en el ala de medicina interna. El servicio de UCI, advierten esas mismas fuentes, es necesario que esté operativo por si hubiera problemas durante la realización de pruebas diagnósticas invasivas que se hacen en el hospital, como colonoscopias o endoscopias.

“La decisión es grave porque pone en riesgo la asistencia y la seguridad de los ciudadanos y por eso estamos informando a los pacientes y recogiendo firmas”, indica Reyes Zavala, secretaria provincial en Sevilla del sindicato de enfermería Satse, que está recabando apoyos por parte de profesionales sanitarios y de sevillanos contra el cierre de la UCI. “Esa unidad en 2021 se abrió para enfermos de Covid, pero estamos en 2024 y se han incorporado profesionales en nuevos servicios, y el hospital debería haber progresado adaptándose a esos nuevos servicios. Están dando prioridad al tema económico, pero la salud está por encima, el criterio por el que se rige el Sistema Andaluz de Salud es la salud del paciente”, advierte.

Recorte de 13 millones de euros

Las fuentes sindicales consultadas coinciden en que es imposible que se pueda reanudar el servicio de UCI en el caso de que ingresara algún paciente con problemas respiratorios porque todos los profesionales que trabajan en la unidad —dotada con 25 camas (operativas solo seis), ocho intensivistas, unas 50 enfermeras más los auxiliares― han sido distribuidos en la UCI general y en la de Traumatología del Virgen del Rocío. “Tenemos turnos asignados durante todo el mes de mayo, así que en ese tiempo no va a estar abierta la UCI del Militar”, indica la profesional consultada. “Sin personal es imposible abrir la UCI”, advierte Zavala, que también se pregunta por qué se han dejado de derivar pacientes a la UCI del Militar. “Siempre hay pacientes, la UCI es un servicio transversal que debe existir en cualquier hospital al que ingresan pacientes susceptibles de tener complicaciones”, añaden desde el Sindicato Médico Andaluz.

Actualmente en la UCI general del Hospital General hay 34 camas ocupadas y seis libres y en la de Traumatología hay 28 ocupadas y cinco libres, según los datos ofrecidos por la Consejería de Salud. “En estos momentos no están ocupadas en torno al 20% de las camas. Si llegasen a ocuparse todas y hubiese necesidad de más, sería posible ampliarlas en los propios edificios, tal y como contemplan los planes de alta Frecuentación, y, además, se dispondría de las seis camas del Cariñanos, aunque el perfil del paciente no fuese el habitual de esa UCI”, precisan desde ese departamento.

En el Militar están adscritos 698 profesionales sanitarios, varios de los cuales van rotando en función de las necesidades del Virgen del Rocío y los otros centros hospitalarios que dependen de aquél. Muchos de ellos pertenecen al cuerpo de 12.000 profesionales que ingresaron con los llamados contratos covid y que han ido renovando temporalmente hasta ahora. “Se está usando este personal para cubrir las vacaciones en el Virgen del Rocío”, señala Mar Suárez, enlace sindical de UGT en ese hospital. “En estos tres años no se ha tenido tiempo de dotar ni de cartera de servicios ni de personal al Militar”, se lamenta.

“Todo esto es el resultado del recorte de 13 millones de euros del presupuesto en contrataciones y en el servicio de continuidad asistencial que anunció hace unas semanas el gerente del Virgen del Rocío”, sostiene González. La ausencia de un servicio de UCI condiciona el tipo de pacientes que vayan a ingresar en el Militar y el mantenimiento de todos los servicios. Las fuentes sindicales coinciden en que a partir del 1 de junio ya se ha comunicado por parte de la dirección del centro que únicamente se mantendrán operativas las plantas de psiquiatría, paliativos y enfermos medulares, que se han reubicado en el Militar de manera definitiva.

El año pasado, los profesionales sanitarios llamaron la atención sobre el cierre casi completo del Militar durante el verano. La gerencia del Virgen del Rocío justificó la reducción del 61% de las camas disponibles —que implicaba la clausura de todos los quirófanos (10) y de las siete unidades de endoscopia— en el “déficit económico para la contratación del verano” y, como ahora en el caso de la UCI, la Consejería de Salud insistió en que “la organización y gestión” del Muñoz Cariñanos debía “valorarse en su conjunto, puesto que la adecuación del recurso se realiza en función de la presión hospitalaria de todo el complejo y no de los centros hospitalarios de forma independiente”. Si se cumplen con estas previsiones, en esta ocasión se cerrarían todas las camas del ala de medicina interna, a diferencia del verano pasado, cuando se mantuvieron abiertas 21 de las 180 camas disponibles.

Desde el Sindicato Médico se explica que a partir del 1 de mayo en el caso de cualquier complicación con los pacientes ingresados o con los que vengan a realizarse una prueba la indicación es trasladarlo en ambulancia hasta el Virgen del Rocío. “Si ahora hay un problema, el enfermo depende de la suerte”, indica el interlocutor. “El temor de los médicos que están en medicina interna es que no dé tiempo a estabilizar al paciente cuando antes eso estaba garantizado en la UCI”, señala la profesional consultada.

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