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Feijóo redobla ahora el choque con Vox tras el pacto en Valencia:“Está jugando a cosas muy peligrosas”

Los populares creen que tienen que poner más límites ante las exigencias crecientes de la extrema derecha: “Cuando nos arrodillamos, nos comen”

Alberto Núñez Feijóo, durante el acto institucional por el Día de la Constitución. Foto: Alberto Ortega (Europa Press)

La campaña electoral lo ha cambiado todo. Solo una semana después de que PP y Vox sellaran un pacto para investir a Juanfran Pérez Llorca como president de la Comunidad Valenciana, el PP ha modificado ahora su estrategia y se ha lanzado al ataque contra sus socios valencianos y contra los que, todo indica, se convertirán de nuevo en sus socios también en las autonomías que van ahora a las urnas.

El giro se ha percibido con claridad en el acto de conmemoración de la Constitución en el Congreso, donde tanto Alberto Núñez Feijóo como varios barones del PP han arremetido contra Vox sin miramientos. Los populares han reprochado a los ultras que se hayan ausentado de los actos institucionales de este sábado, y el más crítico ha sido el líder del PP. “Vox está jugando a cosas que me parecen muy peligrosas”, ha reflexionado Feijóo en conversación con los periodistas, acusando a los de Santiago Abascal de “dimitir de su responsabilidad” como diputados.

Feijóo ha resaltado la incoherencia de los diputados de Vox, queriendo estar a la vez dentro y fuera de las instituciones. “¿O es que se puede ser diputado sin jurar la Constitución?“, ha preguntado de forma retórica. El líder del PP insiste en que se puede ser muy crítico ―él lo es― con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero que su obligación es acudir al Congreso a manifestar sus discrepancias, ya que “el señor Sánchez no representa a la Constitución”. Varios barones populares también han reprochado al partido de Abascal Vox su ausencia en el acto de este sábado, como el de Murcia, Fernando López Miras. “No estar aquí es una equivocación”, ha afeado.

Las arremetidas del PP contra Vox se explican por el contexto de la campaña electoral que empieza en Extremadura y va a prolongarse varios meses hasta terminar en las elecciones de Andalucía en el próximo mes de junio. Pero también por una corriente de indignación que se vive de puertas adentro en el PP por lo crecido y condescendiente que encuentran a su rival por la derecha.

Algunos barones populares han visto excesivo el pacto valenciano, en el que el PP exhibió su debilidad ante Vox al asumir el discurso íntegro de la extrema derecha en el rechazo al pacto verde europeo y la inmigración, y creen que el PP debe ponerse más firme a partir de ahora. “Cuando nos arrodillamos, nos comen”, reflexiona gráficamente un presidente autonómico.

Al PP le ha indignado, además, que Santiago Abascal haya planteado esta semana la posibilidad de que el PP aparte a María Guardiola aunque gane las elecciones extremeñas si quiere pactar con Vox. “¿Es una broma?“, se ha quejado Feijóo ante los periodistas. ”El objetivo es que el que gana no pueda gobernar? ¿Para eso te presentas a las elecciones?“, ha reprochado a Abascal.

Feijóo confía en que si Guardiola saca más votos que toda la izquierda Vox se abstenga en su investidura porque ”no tendría legitimidad para el bloqueo", pero los populares son conscientes de que se las tendrán que ver con los ultras, que ha advertido de que va a subir el precio en Extremadura con respecto al de la Comunidad Valenciana. Algunos barones apuntaban en privado en el acto en el Congreso que en ningún caso el PP podría aceptar apartar a su candidata para propiciar un pacto. “Se repiten las elecciones las veces que haga falta”.

Pero Vox aprieta al PP y no da muestras de aflojar en sus exigencias, como revela la situación en Aragón, que va camino de convertirse en la cuarta comunidad autónoma que va a elecciones por el bloqueo de Abascal a los Presupuestos. El presidente aragonés, Jorge Azcón, ha apuntado con claridad en el Congreso a un adelanto electoral en Aragón si “en una semana” no logra el apoyo a sus cuentas públicas. Todo indica que puede convertirse en la segunda fecha electoral, tras Extremadura, con elecciones a mitad de febrero.

Fruto del ambiente electoral, el PP ha girado también con respecto a Junts. Después de semanas de cortejo más o menos sutil a los independentistas para que se sumen a una posible moción de censura contra Pedro Sánchez, Feijóo ha lanzado un novedoso ataque a los de Puigdemont, acusándolo de ser “un clínex en manos de Sánchez”. El líder del PP sigue ahuyentando la moción de censura, pero cree que llegará tarde o temprano a la presidencia del Gobierno, aunque sea después de que Sánchez agote la legislatura, y hoy ha contado que tiene ya ideas para celebrar el 50º aniversario de la Constitución, que no se cumple hasta 2028.

El jefe de la oposición cree que el tiempo juega a su favor porque a medida que transcurre aparecen más problemas judiciales para Sánchez, sobre todo en el caso Koldo y Cerdán. Aunque él también arrastra crisis políticas, propiciadas por algunos de sus barones.

La valenciana es una de ellas. Lejos todavía de cerrarse, continúan apareciendo revelaciones sobre la fallida gestión de Mazón de la tragedia de la dana ―como los mensajes que se intercambió con la consejera de Emergencias, que desvelan que Mazón y su entorno eran conscientes de la gravedad de la situación a primera hora de la tarde― , de los que ha tenido que responder Feijóo con incomodidad. “El Partido Popular ha pasado página definitiva”, se ha zafado.

Tampoco está aún resuelto el relevo orgánico de Mazón, que sigue siendo a todos los efectos presidente del PP valenciano. El PP quiere cerrarlo antes de que acabe el año si es posible. Fuentes populares dan por hecho que Pérez Llorca asumirá el liderazgo también del partido, sin necesidad de un congreso, sino con un acuerdo en junta directiva.

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