Ayuso gana, el PP recela
La proyección y el poder autónomo de la líder madrileña tras su victoria sobre el fiscal general compite con el liderazgo de Feijóo
Isabel Díaz Ayuso siempre gana. Esa es, a estas alturas, la principal constante en la política interna del Partido Popular. Su última victoria —el pulso ...
Isabel Díaz Ayuso siempre gana. Esa es, a estas alturas, la principal constante en la política interna del Partido Popular. Su última victoria —el pulso contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, finalmente condenado y forzado a abandonar el cargo— no solo ensancha su figura dentro del PP, sino que la consolida como la dirigente que marca el ritmo, gran parte del discurso y la agenda del principal partido de la oposición. En un PP en permanente equilibrio, la presidenta de la Comunidad de Madrid avanza sin contrapesos visibles.
Como ya ocurrió en su guerra contra Pablo Casado —el episodio más dramático de la política interna popular en la última década— Ayuso emerge una y otra vez reforzada de todas las confrontaciones que ella misma convierte en batalla. Entonces fue el enfrentamiento que decapitó al líder del PP y precipitó la llegada de Alberto Núñez Feijóo. Hoy, el antagonista era García Ortiz, un fiscal general cuya condena judicial ha dado a Ayuso una victoria política de alto voltaje simbólico.
Un triunfo que la refuerza hacia fuera y hacia dentro del PP. Las disputas externas ―con el fiscal, o con Pedro Sánchez, de quien es su principal antagonista, o contra Vox― no solo le sirven para reforzarse ante su electorado, sino también para proyectar ascendencia en la derecha y en el PP. Aunque en este caso, como un arma de doble filo, porque la proyección y el poder autónomo de Ayuso también despierta recelos entre los populares.
Génova ha aprovechado la caída del fiscal como un éxito propio, en la medida en que le favorece por el golpe que propina a Pedro Sánchez. Alberto Núñez Feijóo utilizó el revés para el Gobierno para volver a reclamar al presidente que dimita y convoque elecciones. El líder del PP hizo suyos los argumentos de Ayuso de que García Ortiz se prestó a “ser un peón en la estrategia política del Ejecutivo” y ”participó en una operación política contra el PP, concretamente contra una presidenta de una comunidad autónoma”, dijo sin nombrar a Ayuso.
Ese detalle de no citarla por su nombre, ni de darle especial protagonismo, ha sido bidireccional. Tampoco ella mencionó a Feijóo cuando compareció en respuesta a la condena del Supremo. Ayuso habló del momento en el que los españoles vuelvan a votar, pero en ningún momento aludió a que tengan que hacerlo por Feijóo. O lo dio por supuesto o lo obvió.
El PP de Madrid sostiene que la victoria contra el fiscal general “es de todos los demócratas, también de Feijóo”, pero algunos dirigentes ajenos a la organización madrileña creen que el PP de Ayuso “puede utilizarla para amedrentar al ya poco osado Feijóo”, en el sentido de imponer su rumbo en el PP.
Lo que está claro es que el caso del fiscal ha reforzado el enfrentamiento entre Ayuso y Pedro Sánchez. La pregunta es cómo afecta ese combate a Feijóo, que es quien debería liderar la oposición al presidente del Gobierno. “En realidad esto es una victoria de todo el PP, porque hace más daño a Sánchez de lo que favorece a Ayuso. Ella ha ganado, pero también ha perdido mucho en todo esto defendiendo a su novio. ¿Qué pasa cuando condenen a su pareja por fraude fiscal?“, se pregunta un dirigente popular, que advierte a Ayuso de que ”le queda la segunda parte del partido”.
La presidenta madrileña no recibe grandes halagos en el PP por haber conseguido cobrarse la pieza del fiscal general. “Yo no creo que esto beneficie al PP, a quien perjudica es a España”, incide un barón popular. A Ayuso sí se le reconoce en otros territorios populares que es de las pocas que ha rascado voto a Vox, porque los votantes de Abascal quieren líderes fuertes, pero tampoco se secunda su estrategia. “Liderar es tomar decisiones y ser firme en las batallas”, opina este barón, “pero no dar todas las batallas, como hace ella”.
Ayuso cuenta con un peso político propio en el PP. La presidenta madrileña ha logrado algo que en política nacional es inusual: generar un ecosistema propio dentro del PP, con discurso, base y liderazgo reconocible, y hacerlo compatible con la estrategia del partido… salvo cuando no lo es.
Y en esos momentos, quien acaba imponiéndose es ella. Ocurrió hace poco, con el registro de objetores al aborto. Tras un mes de tensiones entre Sol y Génova, Ayuso ganó la partida interna, obligando a la dirección del PP a modificar su postura y a ampararla. Génova ha terminado respaldando a Ayuso en su decisión de incumplir la disposición legal que la obliga a crear un registro de médicos objetores al aborto, pese a que, al hacerlo, admite que un presidente autonómico se niegue a cumplir una ley estatal.
¿Por qué siempre gana Ayuso? “Ella es un monstruo comunicativo, tiene a Miguel Ángel Rodríguez, que también es un buen comunicador, y el aparataje de la Comunidad de Madrid, que tiene mucho poder”, interpreta un veterano. Los rivales “le tienen miedo, y eso les genera ansiedad y precipitación, y cometen errores”, sostiene.
Feijóo también lo sabe, y aprendió de los errores de su predecesor, Pablo Casado. Así que evita el choque. “Feijóo ha sido más listo que Casado y no entra en el cuerpo a cuerpo con ella. Parece que hay un acuerdo tácito entre ambos de no agresión”, estiman en el PP.
Casi todos los presidentes del partido han tenido que lidiar con la poderosa organización madrileña, que cuenta con la ventaja del altavoz nacional por actuar en la capital. La novedad con respecto a otras etapas es que Feijóo coexiste con el liderazgo fuerte de Ayuso mientras le zarandea el alza de su rival por la derecha, Vox, que se ha catapultado a casi el 20% de voto, según el último barómetro del CIS. “Esto ya se vivió entre Rajoy y Esperanza, pero eran otros tiempos”, rememora otro líder territorial de PP. “Entonces, Génova era más fuerte. Hoy...veremos”.