El ‘caso Rúa Mar’ llega a juicio: un pesquero hundido, seis fallecidos y un supuesto cargamento de hachís
La Fiscalía solicita para el armador más de 110 años de cárcel en un juicio que se celebrará en la Audiencia en Algeciras a partir de este lunes
“Pedro, que lo tiren”. Macarena R. T. contestó así, sin rodeos, a su pareja, Pedro Samuel Maza, cuando este le contó que el barco del que él era armador había sufrido una avería. Era la tarde del 22 de enero de 2020, una tormenta se avecinaba en el estrecho de Gibraltar y la mayoría de la flota pesquera de Algeciras no había salido a faenar. Pero el Rúa Mar, el palangrero de Maza, sí, y con seis marineros a bordo. Apenas unas horas después, a la 1.30 del día siguiente, el pesquero se hundió en aguas cercanas a Marruecos. Lo que Maza y su pareja dijeron, hicieron o dejaron de hacer duran...
“Pedro, que lo tiren”. Macarena R. T. contestó así, sin rodeos, a su pareja, Pedro Samuel Maza, cuando este le contó que el barco del que él era armador había sufrido una avería. Era la tarde del 22 de enero de 2020, una tormenta se avecinaba en el estrecho de Gibraltar y la mayoría de la flota pesquera de Algeciras no había salido a faenar. Pero el Rúa Mar, el palangrero de Maza, sí, y con seis marineros a bordo. Apenas unas horas después, a la 1.30 del día siguiente, el pesquero se hundió en aguas cercanas a Marruecos. Lo que Maza y su pareja dijeron, hicieron o dejaron de hacer durante la tragedia se supo casi a tiempo real porque ambos estaban siendo ya investigados por integrar una organización criminal que presuntamente introducía hachís camuflado en sus barcos de pesca. Uno de esos supuestos alijos estaba a bordo del malogrado Rúa Mar.
Aquel suceso, que estremeció a buena parte de la sociedad campogibraltareña y derivó en la Operación Matraka de la Policía Nacional, llega este lunes a la Audiencia Provincial de Cádiz. Está previsto que en el banquillo se siente Maza, su pareja y tres colaboradores más, además de la sociedad Pesqueras Tamares S. L., propiedad del primero. No comparecerá el poderoso narco local Jesús Heredia, apodado El Pantoja, supuesto conseguidor del hachís que introducía Maza en sus pesqueros y que está en paradero desconocido desde que se fugó el pasado marzo durante un permiso penitenciario en la prisión de Castellón, en la que cumplía una pena de cinco años por narcotráfico.
De todos los investigados es Maza el que tiene el peor horizonte penal. La Fiscalía de Algeciras pide para él más de 110 años de prisión por seis delitos de homicidio —90 años, a 15 años de prisión por cada fallecido en el hundimiento—, dos delitos contra la salud pública —12 años, seis por cada alijo que se le imputa—, un delito de blanqueo de capitales —seis años de prisión— y otros de pertenencia a grupo criminal, estafa en grado de tentativa y contra el derecho de los trabajadores —que suman seis años más—.
Macarena R. T., la pareja de Maza, lo sigue en grado de responsabilidad con la petición de 19 años de cárcel por blanqueo, salud pública y grupo criminal. Para el resto de los acusados, las penas podrían ir de seis años a 13 años. A eso se suma la solicitud de multa de más de 11 millones de euros contra Maza y su entonces novia —a ella le corresponde dos—. En ese montante se incluyen los 1,9 millones de euros con los que el armador deberá indemnizar a Salvamento Marítimo por el mes y tres días de búsqueda infructuosa del Rúa Mar.
La investigación policial contra Maza llegó a la conclusión de que este actuó “con claro desprecio a la vida de los demás, conociendo el peligro en el que se encontraba la embarcación, omitió voluntariamente información importante”, según detalla la Fiscalía de Algeciras en su escrito de calificación. El Ministerio Fiscal se basa en la existencia de un teléfono satelital con el que Maza se comunicaba con el patrón del barco —uno de sus dos tíos que navegaban a bordo— y por el que este le comunicó que tenían una avería. El armador omitió la existencia de esta vía de comunicación y de la zona en la que se podía encontrar la embarcación, lo que “hubiera podido facilitar la localización del pesquero y el auxilio de la tripulación”. Pero Antonio Custodio, abogado de la defensa de Maza, rechaza esa acusación: “Entendemos que no hay responsabilidad del armador de esa desgracia”.
Aunque Maza ocultase esos detalles, la Policía Nacional sabía de sus movimientos porque tenía instalados micrófonos en su coche y seguía sus pasos, los de su pareja y los de los otros tres investigados. La investigación contra ellos, dirigida en un principio por la Audiencia Nacional, comenzó después de que, en octubre de 2019, los agentes localizasen 1.181 kilos de hachís en un doble fondo del pesquero Felipe y Maruja, que Maza había vendido tres semanas antes a un tercero que aún no lo había terminado de pagar. La Fiscalía defiende que el armador era el “responsable de dicho transporte y propietario de la mercancía, si bien utilizó a otra persona como pantalla”.
El hundimiento sorprendió supuestamente al Rúa Mar con un alijo parecido en su interior. La Fiscalía basa su acusación en las conversaciones en días previos que Maza tuvo con El Pantoja, en ese entonces también huido. En una de ellas, hablan de cómo usarán dos furgonetas y un coche para mover “330 que hay que sacarlo [del barco] poco a poco”. Pero ese movimiento en tierra ni siquiera llegó a producirse. La madrugada del 23 de enero de 2020 saltó la baliza que informaba del hundimiento del pesquero con seis personas en su interior, dos de las cuales ni siquiera figuraban como tripulación del barco. Todas fallecieron, pero solo se pudo recuperar el cadáver del patrón —uno de los tíos de Maza— y de otro tripulante. La Fiscalía fija en casi cuatro millones de euros la indemnización con la que el patrón deberá resarcir a los familiares de las víctimas, agrupados en torno a dos acusaciones particulares en el juicio.
La búsqueda agónica del Rúa Mar duró más de un mes en los que se peinaron 10.300 kilómetros cuadrados en la superficie y otros 546 submarinos; en 375 horas de navegación de los buques Salvamento y con el empleo de 275 efectivos entre rescatistas, guardias civiles y militares de la Armada. Pero el barco nunca apareció. Lo que sí emergió en las inmediaciones del faro de Trafalgar fueron dos fardos de hachís de 25 kilos cada uno que la Fiscalía Antidroga considera que viajaban en el pesquero. Pero el abogado defensor de Maza discrepa: “No consta droga incautada que se pueda relacionar con el suceso”. El letrado difiere también de que el armador esté vinculado con el alijo de droga intervenido en octubre de 2019, en una línea de defensa que intentará desmontar cada uno de los delitos que se le imputan a su cliente: “Es un juicio con puntos de vista muy distantes”.
Maza acabó detenido por estos hechos en julio de 2020, apenas un mes después de que por fin fuese localizado El Pantoja. En los registros de su vivienda en Algeciras, su empresa pesquera y las cuentas a su nombre y de su pareja, la policía detectó ingresos de efectivo de procedencia desconocida por valor de casi un millón de euros. Pasó 11 meses en prisión provisional, hasta que alcanzó de nuevo la libertad a la espera de juicio. Pero Maza volvió a ser arrestado en junio de 2023, mientras descargaba 80 fardos de hachís junto a otras seis personas de un pesquero en el puerto de El Puerto de Santa María. Dos años después de aquello y más de cinco de la tragedia del Rúa Mar, se sentará finalmente en el banquillo en un juicio que está previsto que dure hasta el 10 de octubre y en el que no se espera que declare hasta las sesiones finales.