Montero vuelve a apelar a la unidad para despertar “al bicharraco que es el PSOE andaluz”
La vicepresidenta primera y candidata acusa a Moreno “de vivir de las rentas de los gobiernos socialistas”
Desde que fue elegida en primarias candidata del PSOE a la presidencia de la Junta y más tarde secretaria general, María Jesús Montero no deja de apelar a la unidad interna después de años de peleas muy intensas por el control del partido y, sobre todo, tras la pérdida del Gobierno de la Junta de Andalucía hace seis años y nueves meses. En este tiempo, el PSOE ha tenidos tres candidatos a la presidencia de la Junta y tres secretarios generales, ha perdido las últimas cuatro elecciones y no más allá de junio de 2026 testará su salud electoral que, según todas las encuestas publicadas, sigue siendo achacosa.
En este trabajo de insuflar ánimo a los suyos, de hacerles creer en una victoria que los sondeos no vaticinan, continúa Montero durante los fines de semana cuando termina su jornada semanal como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. En esta ocasión, con motivo de una reunión del comité director, el máximo órgano de decisión entre congresos, en San Juan del Puerto (Huelva), el pueblo natal de la vicesecretaria general, María Márquez. Solo asistió el 51% de sus integrantes (248 de un total de 478).
Montero sigue insistiendo en que es posible ganar al presidente andaluz y candidato del PP, Juan Manuel Moreno, del que ha dicho que ya “se le ha acabado vivir de las rentas de los gobiernos socialistas y como no pedalea. no avanza y se le ven las costuras”.
La candidata lo fía todo a la movilización del electorado de la gente de izquierdas. “Nuestra arma es la movilización”, ha dicho Montero, quien aspira a que el alrededor de medio millón de electores que optaron por el PSOE en las generales de 2023 y que se quedaron en casa en las autonómicas de un año antes cojan de nuevo la papeleta del PSOE andaluz. “Es imprescindible, más necesario que nunca que se movilicen”, porque, en su opinión, están en riesgo los servicios públicos fundamentales.
Por eso, Montero apela continuamente no solo a la unidad de su partido, sino también a que “se crea” que es posible ganar en Andalucía: “Con ese bicharraco que es el PSOE de Andalucía, que cuando está bravío, unido, se lo cree, lo pelea, militante por militante, simpatizante por simpatizante, es imbatible”. Por segunda vez en menos de un mes, la candidata ha dicho a sus dirigentes que “el que no confíe en la victoria no puede estar en primer plano”. El pasado 5 de septiembre, en una reunión de la interparlamentaria socialista, utilizó otra expresión: “O nos lo creemos o el que no se lo crea tiene que dar un paso al lado”.
Algo de brazos caídos debe estar viendo Montero para lanzar estas advertencias de manera tan seguida, aunque hay dirigentes que sostienen que es una manera de motivarlos. Aunque el liderazgo de Montero no está puesto en cuestión ahora mismo, en los próximos meses vendrá un proceso tenso por la elaboración de las candidaturas electorales y hay provincias con direcciones cogidas con alfileres.
En el capítulo de críticas al presidente andaluz, además de cuestionar su “inacción” política y su rechazo a la quita de la deuda, Montero ha subrayado sus “malabares dialécticos” para no calificar de genocidio la masacre del Gobierno de Israel en Gaza. “Los que hacen estos equilibrios son indecentes”, ha dicho.
En el debate celebrado a puerta cerrada, miembros de la corriente Izquierda Socialista han pedido a Montero su dimisión como miembro del Gobierno para dedicarse a la candidatura andaluza. Esta vez, Luis Ángel Hierro, que intentó competir con ella en las primarias (no reunió los avales requeridos) ha criticado el formato de comité director porque se convierte un mitin e impide el debate de asuntos como la entrada en prisión del ex secretario de Organización Santos Cerdán en prisión por un presunto caso de corrupción o la dependencia del PSOE del PSC.
No solo los socialistas afinan sus instrumentos. Por Andalucía, la coalición en la que están Izquierda Unida, Podemos y Movimiento Sumar y otras tres formaciones minoritarias, ha celebrado un acto en Sevilla para lanzar su proyecto. No han asistido ni Podemos, ni Equo, ni Verdes. Por Andalucía marcó hace un año una hoja de ruta para evitar lo que ocurrió en las autonómicas de 2022, cuando llegaron tarde al registro de coaliciones, por lo que los miembros de Podemos figuraron en las listas como independientes. Podemos Andalucía está a la espera de que su dirección nacional marque una fecha para celebrar una consulta en Andalucía sobre si continúan en la coalición. En Andalucía, su dirección sí quiere; en Madrid, remolonea y recela.