El PP y Vox usan el asesinato de Kirk para cargar contra la izquierda y el Gobierno
Tellado critica el “silencio” del Ejecutivo y el PSOE. Abascal, antes de conocerse la autoría, denuncia la “manía homicida” de la izquierda
Aunque era una celebridad en Estados Unidos, pocos en España sabían el martes quién era Charlie Kirk. Eso cambió al día siguiente, cuando recibió un disparo en un acto al aire libre en la universidad de Utah Valley. Numerosos móviles grabaron el momento en que la bala le entró por el cuello. Las sangrientas imágenes empezaron a correr instantes después del disparo, que tuvo lugar a las 12.20, hora local. La historia lo tenía todo para suscitar interés: un asesinato...
Aunque era una celebridad en Estados Unidos, pocos en España sabían el martes quién era Charlie Kirk. Eso cambió al día siguiente, cuando recibió un disparo en un acto al aire libre en la universidad de Utah Valley. Numerosos móviles grabaron el momento en que la bala le entró por el cuello. Las sangrientas imágenes empezaron a correr instantes después del disparo, que tuvo lugar a las 12.20, hora local. La historia lo tenía todo para suscitar interés: un asesinato casi en directo para una audiencia global, una víctima idolatrada por el trumpismo, sobre todo entre los jóvenes, un activista muy próximo al propio Donald Trump, que lo ha elevado al rango de mártir. De repente, Kirk era tema de conversación política en España, sobre todo en las redes sociales, donde las fuerzas políticas de la derecha han publicado abundantes expresiones de duelo y han añadido mensajes contra la izquierda, y concretamente contra el Gobierno.
Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, no tardó en reaccionar. Ya en la noche del miércoles, escribió: “¿Qué clase de sociedad es aquella en la que la palabra se combate con pistolas? En democracia, la violencia no puede tener cabida ni justificación”. Este miércoles, el PP elevó el tono y fue más allá de esta simple condena. Miguel Tellado, su secretario general, quiso abrir “un debate”: “¿Qué pasaría en España si una persona de ultraderecha asesinara a tiros a un activista de izquierdas? ¿Qué pasaría si un ciudadano español de piel blanca asesinara a una mujer de procedencia extranjera y otro color de piel?”. Luego añadía, en lo que sugería un doble rasero de la izquierda: “El silencio ante la barbarie es lo que prende la llama de la crispación y la polarización. La violencia no tiene cabida en una democracia que se precie de serlo y hay que condenarla siempre, venga de quien venga”.
Ante la pregunta al PP sobre quién era el destinatario de la acusación de “silencio ante la barbarie”, la respuesta de un portavoz fue: “Podéis mirar las cuentas de cargos del PSOE y del Gobierno. Las que no digan nada, pues...”.
Borja Sémper, portavoz del PP, lanzó en X una genérica acusación de justificación del asesinato. “Este patrón ya lo he vivido en Euskadi”, afirmó, en referencia al terrorismo de ETA, denunciando lo “inmoral” que es decir que el muerto “llevaba la falda muy corta”, es decir, que iba provocando.“No dirían lo mismo si fuera de ‘lo suyos’“, añadía.
Este periódico preguntó al PP si se había producido alguna reacción política, sea del PSOE, Sumar, Podemos o algún otro partido, que los populares quisieran denunciar por justificar o minimizar el crimen. La respuesta del PP hacía referencia a manifestaciones de figuras de los medios y las redes sociales, pero no de los partidos.
Sobre el “debate” abierto por Tellado, un portavoz del PSOE evitó dar una réplica directa. El mensaje oficial del partido parte de la “condena del crimen con la máxima fuerza”. Y añade una reflexión: “Los partidos debemos dar ejemplo. Debemos, para empezar, no caer en la violencia verbal que luego lleva a la violencia en la calle [...] Por eso cada uno de los actores políticos de este país tendrá que hacer examen de conciencia y analizar si contribuye a la solución, o es parte del problema”.
Nuevas Generaciones y Vox juntos
Vox ha ido mucho más lejos que el PP. Era previsible. El partido no solo tiene su actividad comunicativa mucho más centrada en las redes sociales, donde Kirk es un tema estelar desde la noche del miércoles, sino que es más próximo ideológicamente a la víctima, con posiciones extremas contra la inmigración, el feminismo, el reconocimiento de la diversidad de género, y especialmente duras en su patologización de las personas trans y en la vinculación de la comunidad negra con el crimen.
Antes que Feijóo, Santiago Abascal ya había publicado su primer mensaje en la noche del miércoles. “Otra vez el odio y la violencia de los de siempre. Otra vez la muerte de los de siempre”, escribió. Otro mensaje de Abascal el miércoles por la noche: “Ya lo he vivido. Uno [sic] señalan y otros disparan. Como la censura no les basta, recurren al asesinato”. Este jueves ya fue claro en su incriminación a la izquierda: “El asesinato de Charlie Kirk está mostrando la manía homicida que domina a gran parte de la izquierda occidental. No solo por el repugnante crimen, sobre todo por la impunidad con que lo justifican. Y es necesario recordar que la izquierda más ultra de occidente gobierna en España”. Todo ello cuando no había certezas sobre la autoría ni sobre las motivaciones del crimen. Al cierre de este texto, sigue sin conocerse oficialmente la identidad del autor, del que el FBI ha difundido que estaba “en edad universitaria”.
Ante la pregunta de qué mensajes de fuerzas políticas españolas —el PSOE, Sumar, Podemos u otra— eran condenables, no hubo respuesta de Vox, muchas de cuyas principales figuras convirtieron el duelo por Kirk y las críticas a la izquierda en tema protagonista. “El asesinato de Charlie Kirk es una muestra más de cómo la izquierda está dispuesta a todo, con tal de acabar con la disidencia”, escribió Ignacio Garriga, secretario general del partido. Múltiples cuentas en la órbita de Vox insistían en mensajes similares, en ocasiones tomando comentarios contra Kirk de usuarios sin relevancia política como prueba de una supuesta crueldad generalizada de la izquierda.
Representantes de Vox, como su portavoz nacional, José Antonio Fúster, acudieron por la tarde a las puertas de la Embajada de EE UU en Madrid para un “homenaje” a Kirk en el que coincidieron con miembros de la organización juvenil Revuelta y de Nuevas Generaciones de Madrid, que considera a Kirk un “referente”. En total, hubo más de un centenar de asistentes a una convocatoria en la que pudieron verse carteles con la imagen de la víctima, banderas de Estados Unidos y gorras rojas del movimiento MAGA, informa Óscar Martínez. Fúster declaró que el crimen era obra de “los de siempre”, los que también “apuñalaron a Bolsonaro” y “dispararon contra Trump”, y llamó a una “rebelión contra la dictadura de lo progre”.
El europarlamentario ultra Alvise Pérez tampoco se quedó al margen de un tema que hacía bullir los foros conspiraniocos de Telegram, y que tanto en la derecha como en la ultraderecha causó una reacción que en absoluto han provocado otros ataques letales a figuras políticas en EE UU, como el asesinato en junio de una congresista demócrata y su marido, por el que fue detenido un cristiano evangélico extremista.
El presidente de Se Acabó la Fiesta acusó a la “izquierda europea” de bloquear un minuto de silencio en la Eurocámara. “Es surrealista el nivel de odio [de] esta gente. El socialismo es una enfermedad moral”, afirmó Pérez en un mensaje contra los “apóstoles de la muerte” a los que “les da igual” la muerte de Kirk. Este periódico también preguntó a Pérez qué mensajes de partidos de izquierdas eran condenables. En respuesta por escrito, afirmó que hubo eurodiputados del PSOE y Podemos que se opusieron al minuto de silencio “con sonrisas”. Afirma que él “siempre condenaría enérgicamente” un asesinato de “figuras políticas como Pablo Iglesias, Pedro Sánchez o Irene Montero” —“Dios no lo quiera”, añade— y a continuación afirma: “Lo que hemos presenciado es un peligrosísimo relativismo moral que me lleva a reflexionar seriamente sobre la necesidad de adoptar estrategias de defensa directa”.