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Opinión

¿Pero qué ha hecho exactamente Begoña Gómez?

La última imputación del juez Peinado al delegado del Gobierno en Madrid destapa una nueva anomalía en la causa contra la mujer del presidente

En una escena cómica creada por los guionistas de Vaya Semanita, el programa de humor de Euskal Telebista (ETB), el propietario de un restaurante se encierra durante días con algunos clientes para intentar resolver el enigma del caso Begoña. “¿Pero qu...

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En una escena cómica creada por los guionistas de Vaya Semanita, el programa de humor de Euskal Telebista (ETB), el propietario de un restaurante se encierra durante días con algunos clientes para intentar resolver el enigma del caso Begoña. “¿Pero qué ha hecho exactamente la mujer del presidente?”, se preguntan los investigadores aficionados. Enfrascados en terminar un puzle sin piezas suficientes, los actores intentan resolver el misterio con preguntas sin respuestas lógicas que delatan el absurdo de esta investigación judicial que inició hace 14 meses el juez Juan Carlos Peinado.

En ese afán siguen los investigadores de ficción de Vaya Semanita hasta que uno de ellos, el dueño de ese restaurante, recibe una llamada del juez donde le indica que tiene que ir a declarar como imputado en el caso Begoña. Con ese desenlace estrambótico termina la escena que se ha hecho viral en las redes sociales por retratar con ironía un caso que nadie entiende.

El final de ese espejo deformante de la realidad es premonitorio porque cuenta la imputación, sin pies ni cabeza, del dueño del restaurante.

La vida real es parecida. El juez Peinado ha imputado al actual delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, por un supuesto delito de malversación de fondos públicos en relación con la contratación y nombramiento de Cristina Álvarez como asistente de Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno.

La querella que facilitó a Peinado la imputación de Francisco Martín la presentó Vox y la aceptó el instructor con el siguiente argumento: “Sí que procede admitir a trámite la querella respecto del querellado Francisco Martín Aguirre por su aparente participación en el nombramiento de Cristina Álvarez Rodríguez, para el ejercicio de funciones privadas de Begoña Gómez Fernández, con cargo a los presupuestos generales del Estado, y, por tanto, con fondos de naturaleza Pública”.

Este párrafo escrito por el juez Peinado resume su año de instrucción, cargado de errores, diligencias anuladas o cuestionadas por la Audiencia Provincial, y mentiras gruesas para justificar otras imputaciones.

Francisco Martín Aguirre nunca participó en el nombramiento de Cristina Álvarez Rodríguez porque cuando se produjo, en 2018, el imputado no tenía ni cargo ni competencias ni control sobre el trabajo de la asistente de Begoña Gómez. Tres años después, en 2021, fue nombrado secretario general del Ministerio de Presidencia, departamento encargado de los nombramientos en 2018, pero que nunca tuvo competencias sobre el trabajo de Cristina Álvarez, dependiente del gabinete de Presidencia del Gobierno.

El juez Peinado lo sabe bien si al menos ha leído el sumario que él mismo instruye. Pero por lo instruido, parece que le da igual. En las últimas semanas, le han dado todo tipo de explicaciones sobre esta cuestión tanto los testigos que han comparecido en su juzgado como a través de documentos oficiales enviados desde Moncloa. Francisco Martín no aparece en ningún caso ni de lejos vinculado al nombramiento, la contratación o el control del trabajo de la asistente de Begoña Gómez.

Pero el actual delegado del Gobierno en Madrid está imputado por el juez Juan Carlos Peinado. Nadie pagará por este ataque sin causa justificada al prestigio de un alto cargo político.

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