Detenidos tres menores por la muerte de una educadora de un piso tutelado en Badajoz
Los arrestados son tres adolescentes, de entre 14 y 15 años, que huyeron a Mérida tras presuntamente perpetrar la agresión violenta que causó el fallecimiento
Una educadora de 35 años de un piso tutelado de Badajoz ha sido asesinada este domingo como consecuencia de una agresión violenta por parte de tres menores. Los presuntos agresores, dos varones y una mujer, de entre 14 y 15 años, han sido detenidos en Mérida tras huir del lugar de los hechos, según ha confirmado la Policía Nacional. El domingo se detuvo a la joven y este lunes, a los dos restantes.
Los hechos ocurrieron en la noche del domingo en una vivienda ubicada en la urbanización Guadiana, en la calle Castillo de Benquerencia de la capital pacense, donde la fallecida estaba al cargo de varios adolescentes en este piso de cumplimiento de medidas judiciales de menores. La mujer era la única educadora que estaba con ellos a esa hora. Recibió golpes y luego fue estrangulada con un cinturón.
Fuentes policiales que llevan la investigación apuntan a que la vinculación de la menor en los hechos podría estar relacionada con colaborar en la huida de los dos varones. Otro menor que residía en uno de los pisos de la zona llamó sobre las 23.30 al servicio de emergencias para alertar de la situación. La víctima ya había tenido problemas anteriormente con los presuntos implicados en su muerte, de nacionalidad española, a los que había denunciado en otras ocasiones, según informan fuentes de la policía.
Una vez que ocurrieron los hechos, los tres menores huyeron en el coche de la cuidadora y sufrieron un accidente cerca de la localidad pacense de Lobón, a unos 29 kilómetros de la capital extremeña. A partir de ahí continuaron la fuga haciendo autostop hasta Mérida, lugar donde fueron localizados y detenidos. Según fuentes de la investigación consultadas por EL PAÍS, uno de los tres implicados es un menor que estuvo siete días en paradero desconocido y que había sido localizado hace unos días por la Guardia Civil en Villafranca de los Barros, en Badajoz.
Los hechos tuvieron lugar en un inmueble de la Urbanización Guadiana, una casa que no cuenta con cámaras ni personal de seguridad, según han denunciado algunos compañeros.
La educadora, natural de Castuera (Badajoz), era una de las cinco profesionales que a diario trabajan con los menores en el piso donde, según otra de las auxiliares de esta vivienda, “se trabajaba con miedo”. La compañera de la fallecida, que ha omitido dar su identidad por “miedo”, ha sostenido a Efe que “se vivía una situación muy difícil desde hace 15 días, con algunos robos y fugas”.
“Esta tragedia le podría haber ocurrido a cualquiera de nosotras”, ha agregado la compañera de la fallecida. Junto a las cinco auxiliares técnico-educativas (ATE), entre ellas la víctima, trabaja además un coordinador y otro profesional, todos ellos con turnos rotatorios. “Un hecho absolutamente terrible y lógicamente ahora seguiremos investigando y seguiremos analizando lo que ha podido suceder, cómo ha sucedido y en qué circunstancias han sido”, ha señalado el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana.
La secretaria general del Colegio de Educadores Sociales de Extremadura (Copesex), Inés María Solomando, ha afirmado que en las viviendas donde hay menores cumpliendo medidas judiciales, como en el que vivían en Badajoz los menores detenidos por la muerte de una educadora, debería haber “vigilantes de seguridad, pero no los hay; solamente hay educadores sociales y cuidadores”. Los jóvenes residen en este tipo de viviendas por orden del juez de menores, algunos de ellos con medidas definitivas y otros con medidas cautelares “como algo temporal hasta que se celebre el juicio y haya una medida definitiva”, ha añadido. “Tienen que vivir allí, ir al instituto y se les realiza un plan de intervención con ellos. Aquí, la labor del educador es precisamente educar a estos menores”, ha explicado.
El suceso ha causado una enorme consternación en la comunidad. Trabajadores del ámbito se han concentrado este lunes a las puertas del centro de cumplimiento de medidas judiciales Marcelo Nessi para condenar lo ocurrido esta mujer. “Cada vez los menores son más agresivos y pedimos que estemos más protegidos, que haya más medidas de seguridad y más personal para centros porque así no podemos trabajar”, ha señalado Sheila Gómez entre lágrimas.
Esta trabajadora social recuerda que hace meses que llevan manifestándose con esas reclamaciones y sienten mucho lo que le ha ocurrido a su compañera, “ellos sí que están totalmente desamparados y desprotegidos”, dice en referencia a los educadores que trabajan en pisos tutelados y que, en la mayoría de las ocasiones, acuden solos a estas viviendas.
En la casa donde se han producido los hechos trabajaban cinco profesionales. Una de ellas reconocía que en esa vivienda “se trabajaba con miedo”. Además de esas cinco auxiliares técnico-educativas (ATE) entre ellas, la fallecida trabaja un coordinador y otro profesional, todos ellos con turnos rotatorios. “Se vivía una situación muy difícil desde hace quince días, con algunos robos y fugas”, señalaban algunos trabajadores.
Por su parte, Agustina es trabajadora de este sector y madre de una de las auxiliares en la vivienda donde se produjeron los hechos, ha criticado que tanto la Junta de Extremadura como la empresa responsable de este servicio no hayan hecho caso de nada. “La administración debe escuchar a los trabajadores”, ha afirmado esta trabajadora. Durante la concentración se han pedido también cambios en la Ley del Menor con el objetivo de evitar situaciones complejas, como puede ser revisar el tope de edad en el que los menores están en este tipo de centros o viviendas tuteladas.