El PSOE no se sale de la España federal y multilateral
Sánchez invoca el peso español en la socialdemocracia europea con un congreso ideado para las elecciones autonómicas y locales
La Moncloa da mucho poder, muchísimo, pero no tenerlo en comunidades autónomas y en ayuntamientos limita extraordinariamente la capacidad de articular proyectos conectados con el gobierno central. El PSOE, sin la mayoría de los gobiernos autonómicos y sin el bastón de mando en numerosos municipios, camina tambaleante desde las elecciones de mayo de 2023.
El proyecto socialista pasa necesariamente por afrontar c...
La Moncloa da mucho poder, muchísimo, pero no tenerlo en comunidades autónomas y en ayuntamientos limita extraordinariamente la capacidad de articular proyectos conectados con el gobierno central. El PSOE, sin la mayoría de los gobiernos autonómicos y sin el bastón de mando en numerosos municipios, camina tambaleante desde las elecciones de mayo de 2023.
El proyecto socialista pasa necesariamente por afrontar con algún éxito los próximos comicios, que se celebrarán dentro de dos años y medio (2027). El parcialmente alicaído 41 Congreso del PSOE, celebrado y clausurado este domingo en Sevilla, estuvo concebido desde el primer momento como el primer paso para la preparación de esas elecciones. De hecho, es el pistoletazo de salida a la elección de los líderes territoriales, que tendrán que celebrar congresos internos desde ahora y hasta el primer trimestre del próximo año.
Del mismo tronco, elecciones autonómicas y municipales, nacía una gruesa rama con el título no escrito de “Cataluña y el resto de España”. El objetivo era evitar cualquier atisbo que fuera percibido como un agravio para el resto. Ninguna región se ha sentido herida. El PSOE sigue apostando por la España federal. Las negociaciones desde el gobierno central serán multilaterales, siempre con el reconocimiento de las singularidades de cada territorio.
Esta posición no es nueva. Durante dos días se han escudriñado ponencias y enmiendas, por sí se encontraba la aprobación del congreso de dotar a Cataluña de una financiación singular. La inquietud de los líderes territoriales socialistas, incluidos los que nunca han cuestionado a Sánchez, es decir, todos menos el presidente Emiliano García–Page y el expresidente aragonés, Javier Lambán, era inconmensurable.
Page, satisfecho
El presidente castellano-manchego se ha mostrado satisfecho por el resultado y por haber expresado su oposición desde hace meses. Las definiciones que se han aprobado guardan una similitud palmaria con las aprobadas en 2013 en la llamada Declaración de Granada, impulsada por el entonces secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Allí se reconocieron “las singularidades de las distintas nacionalidades y regiones y sus consecuencias”.
Entonces, y ahora, los líderes del PSC han sido imprescindibles para que la hermandad entre el partido catalán y el PSOE se mantenga. Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña y primer secretario del PSC, ha sido en este proceso el mejor y mayor colaborador del presidente Sánchez. El liderazgo del político catalán explica en buena parte el resultado. Los 7000 congresistas reunidos este domingo en Sevilla le obsequiaron con un cerrado aplauso.
Los documentos congresuales, sin embargo, no impedirán que el acuerdo de financiación singular para Cataluña —o como se quiere denominar―, entre el PSC y ERC, se eche en saco roto, reconocen interlocutores socialistas. Ahora, sin embargo, no podían abrir ese frente en un congreso que ha sido concebido para la recuperación del poder autonómico y local de cara a las próximas elecciones de 2027.
Ese guion no lo ha cambiado la agenda judicial, con los casos de corrupción que afectan al partido. Pero sí ha sido evidente el abatimiento y la desmoralización de los socialistas, aunque este domingo el reelegido secretario general consiguió subir considerablemente la estima interna con un discurso nada crispado y con apariencia de optimismo en el futuro. “Lo mejor está por llegar”, dijo.
No era este un congreso para dar la vuelta al ideario del PSOE y reconsiderar todo el acervo acumulado de los últimos congresos, sino de reafirmarse en el proyecto de gobierno actual, con el anuncio de crear una empresa pública de vivienda al ser esta una de las prioridades centrales del ejecutivo. También para defender un poder público robusto para hacer frente a los estragos, aún casi intactos, de la dana en la Comunidad Valenciana. Solo la socialdemocracia puede dar respuesta a los desafíos de futuro y a las desigualdades y desequilibrios del presente, reivindicó Sánchez, presidente de la Internacional Socialista desde hace dos años. “España es un modelo en el contexto europeo”, aseguró.
De este congreso sale la evidencia de que Sánchez tiene el apoyo casi absoluto de su partido, los críticos son minoría y no están organizados. Desde Valladolid, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se dirigió a los militantes del PSOE reunidos en Sevilla: “Queridos socialistas, si no le cambiáis [a Pedro Sánchez] sois tan culpables como él por permitirlo”.
No hay muestras de que el PSOE quiera cambiarlo, al margen de lo que puedan decidir los ciudadanos en las próximas elecciones. El propio Sánchez explicó el contexto del congreso del partido: “Han sido tres días de fraternidad socialista”