Mañueco rescata la reforma de la ley de lucha contra la Violencia de Género aparcada durante su pacto con Vox

El proyecto es remitido este martes al Consejo Consultivo de Castilla y León y puede entrar en vigor a mediados de 2025

Alfonso Fernández Mañueco, el pasado viernes en La Moncloa.JJ Guillén (EFE)

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha anunciado este lunes la recuperación del anteproyecto de reforma de la ley de lucha contra la Violencia de Género en la comunidad. Mañueco actúa así después de que en julio Vox rompiera unilateralmente el primer pacto que ambos partidos sellaron a escala nacional. El PP gobierna ahora en solitario y, sin el aliento de la extrema derecha, retoma una legislación diseñada en 202...

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El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha anunciado este lunes la recuperación del anteproyecto de reforma de la ley de lucha contra la Violencia de Género en la comunidad. Mañueco actúa así después de que en julio Vox rompiera unilateralmente el primer pacto que ambos partidos sellaron a escala nacional. El PP gobierna ahora en solitario y, sin el aliento de la extrema derecha, retoma una legislación diseñada en 2021, cuando regía con Ciudadanos. Desde abril de 2022, con la llegada del partido de Santiago Abascal al Ejecutivo regional, nada se supo de la normativa, de nombre vetado por las tesis del ya exvicepresidente Juan García-Gallardo. “Contra la violencia de todo tipo, y en especial contra la violencia machista, no caben tibiezas”, esgrimió Mañueco en una intervención durante eldía internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, incidiendo en ese sintagma “violencia machista” diluido cuando trataba con Vox.

La declaración del presidente se produjo en un centro público de atención a mujeres víctimas de agresiones sexuales en Salamanca, la ciudad donde fue alcalde y de donde procede. La alianza con Vox provocó unos dos años de hibernación de la norma, prácticamente ultimada en los trámites jurídicos y parlamentarios previos a su aprobación, pues podría haberse impulsado a finales de 2022, pero los de Gallardo frustraron esa línea ideológica. La vigente se corresponde con 2010, moderna entonces pero que ha quedado ya obsoleta.

El contexto recuerda al del decreto de Memoria Histórica de 2018, que aceptó el PP en solitario, pero que los ultras exigieron que se remplazara por una Ley de Concordia aún no sancionada y que, ante el divorcio parlamentario, difícilmente será retomada. El dirigente informó de que este martes se remitirá la ley contra la Violencia de Género al Consejo Consultivo de Castilla y León, que la examinará jurídicamente, para después aprobarla en el Consejo de Gobierno y por último remitirla a las Cortes, donde salvo sus exsocios no hay grupos contrarios a reconocer estas violencias. La ley podría estar operativa a mediados de 2025 si no hay obstáculos en el trámite parlamentario.

Mañueco ha aludido a “nuevas formas de violencias”, entre ellas las virtuales derivadas de las redes sociales y la hiperconectividad de los móviles, inexistentes o escasas en 2010, o la violencia vicaria, por la cual los hombres agreden o matan a los hijos para causar el máximo dolor a sus parejas. “El único número que nos importa es el cero, no puede haber denuncias, no puede haber agresiones, ninguna agresión, nunca más. Contra la violencia de todo tipo, y en especial contra la violencia machista, no caben tibiezas”, pregonó el líder de la Junta, libre del cepo de Vox, quien equiparaba las violencias en el ámbito del hogar con la situación endémica de violencia sobre las mujeres. “En el Gobierno de Castilla y León estamos comprometidos al 100% contra la violencia machista. Las víctimas tienen todo nuestro apoyo”, zanjó en Salamanca.

El dirigente territorial del PP, el primero que necesitó los votos de Vox para gobernar, rompe con la deriva marcada por los de Gallardo, quienes reivindicaban una ley de “Violencia Intrafamiliar” que se ha perdido en los vericuetos de la tramitación parlamentaria y que no tiene visos de impulsarse ahora que Mañueco no gobierna en coalición y necesita los apoyos del resto de grupos de la Cámara. Vox apuntalaba este discurso con la convocatoria de minutos de silencio ante cualquier crimen o violencia en el ámbito del hogar, sin distinguir entre los cometidos por parte de hombres sobre las mujeres, además de frecuentes exabruptos de Gallardo. El otrora vicepresidente llegó a llamar “desalmadas” a las mujeres que supuestamente se decían víctimas de violencia de género para disponer de la custodia de sus hijos. “España es el único país en el que hay una ley que recoge incentivos perversos para que desalmadas utilicen una ley para instrumentalizarla”, afirmó el ex alto cargo, además de denominar como “anomalía del mundo civilizado” la legislación española de protección sobre las mujeres. Mañueco tuvo que desmarcarse varias veces de esos mensajes, aunque rara vez condenó o desautorizó los comentarios de su aliado.

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