Más de 4.200 desalojados, calles anegadas y varios hospitales afectados en Málaga por el paso de la dana
Las fuertes lluvias han inundado zonas del Hospital Clínico de la capital y la Junta de Andalucía ha suspendido las clases este jueves en varias comarcas de cinco provincias. La Aemet eleva el nivel de aviso a rojo por la posibilidad de precipitaciones copiosas en Valencia
Málaga ha contenido la respiración durante todo este miércoles ante la amenaza de intensas lluvias. Como había alertado el día antes la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que activó a medianoche el aviso rojo en la Costa del Sol, el Valle del Guadalhorce y la comarca de La Axarquía, las precipitaciones han caído con gran intensidad a lo largo del día, lo que ha paralizado la actividad en buena parte de la provincia, donde se llegaron a desplegar 369 efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional. El día arrancó con calma, pero después todo ocurrió como una reacción en cadena: la dana obli...
Málaga ha contenido la respiración durante todo este miércoles ante la amenaza de intensas lluvias. Como había alertado el día antes la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que activó a medianoche el aviso rojo en la Costa del Sol, el Valle del Guadalhorce y la comarca de La Axarquía, las precipitaciones han caído con gran intensidad a lo largo del día, lo que ha paralizado la actividad en buena parte de la provincia, donde se llegaron a desplegar 369 efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional. El día arrancó con calma, pero después todo ocurrió como una reacción en cadena: la dana obligó a cortar todas las comunicaciones ferroviarias con Málaga, se suspendieron los autobuses urbanos e interurbanos en muchos municipios, hubo cortes de carreteras, cerraron los centros de salud, el hospital Clínico, anegado en parte, paralizó su actividad y la mayoría de negocios y empresas cerró sus puertas. Además, algo más de 4.200 personas fueron desalojadas de seis municipios. Todo a 24 horas de que este jueves 14 se cumplieran justo 35 de las peores inundaciones recientes de la capital, las de 1989, en las que fallecieron seis personas. Esta vez no hubo que lamentar más que daños materiales.
Este miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) elevó a nivel rojo el aviso en Valencia ante la llegada de intensas lluvias torrenciales, vigentes desde las nueve de la noche hasta las once de la mañana de este viernse, con especial riesgo en las zonas litorales. El nivel rojo insta a la población a evitar desplazamientos y resguardarse, una recomendación singular en los municipios aún en recuperación tras la devastadora dana del 29 de octubre, donde el alcantarillado y las calles, todavía cubiertas de fango, siguen en proceso de ser reacondicionadas. A las 19.45 del miércoles, la Generalitat emitió un aviso masiva de protección civil a los dispositivos móviles, informando sobre los aguaceros previstos hasta este jueves y sobre las medidas preventivas, como la suspensión de actividades educativas y deportivas y la restricción del tráfico privado. En la ciudad de Valencia y en decenas de municipios más se suspendieron las clases, y los pasos inferiores, instalaciones deportivas, bibliotecas, museos y centros juveniles se cerraron. La movilidad quedó restringida en áreas afectadas por desbordamientos previos, mientras Renfe redujo sus servicios de cercanías, interrumpiendo además la circulación de trenes entre Barcelona y Valencia y posponiendo la reapertura del bypass de la A-7 y el AVE hacia Madrid. La Generalitat, antes de la alerta roja, ya había suspendido algunos trabajos de limpieza y reconstrucción en las zonas más afectadas, informa Ignacio Zafra.
En Málaga, sin clases en los colegios, institutos y universidad —medida que se mantiene este jueves— y con los ayuntamientos facilitando el trabajo a sus funcionarios, la mañana arrancó con una estampa similar a la del confinamiento: pocos negocios abiertos, calles vacías y escasísimo tráfico en las carreteras. La sensación era de calma tensa, porque las lluvias anunciadas no acababan de llegar. A media mañana empezaron y no pararon hasta la tarde. Estaba previsto que continuaran durante la noche y madrugada. Y aunque el aviso rojo finalizaba a la medianoche, Aemet lo amplió finalmente hasta las ocho de la mañana del jueves. Todas las ciudades y pueblos de las comarcas afectadas habían activado ya el martes sus planes de emergencia y estaban alerta en previsión a lo que ocurriera el miércoles. La tragedia de Valencia hizo que ninguna administración quisiera pillarse los dedos. “Mejor pecar por exceso que por defecto en prevención”, decía el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
Los registros de la agencia de meteorología indicaron que, precisamente, en la capital se acumularon 141 litros durante el día, cifra que supone el triple de la lluvia que suele caer, de media, en un mes de noviembre. Como consecuencia, la mayoría de arroyos que cruzan la zona este bajaban a rebosar, igual que el río Guadalmedina. A pesar de la amenaza de su rápida crecida, el alcalde, Francisco de la Torre, rebajaba la alarma. “No nos va a crear problema ninguno”, subrayaba. “Tenemos una presa formidablemente segura”, añadía refiriéndose al embalse de El Limonero, construido precisamente para evitar riadas. Durante la jornada la Policía Nacional rescató a 32 personas en la ciudad, donde también la Policía Local salvó a 41 caballos y 39 perros en el Club Hípico Málaga, afectado por un arroyo. En total, el servicio de Emergencias 112 Andalucía canalizó 757 incidencias durante el día y hasta pasadas las 22.00 en Málaga, la mitad en la capital.
Los registros del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Junta de Andalucía indicaron grandes acumulaciones de agua también en otros puntos de la provincia, como Alfarnatejo (364 habitantes), donde se acumularon 144 litros en apenas doce horas. La cifra era similar en Benamargosa (1.519 habitantes), municipio en el que se produjeron las peores inundaciones cuando, a primera hora de la tarde la pequeña presa de Solano, unos kilómetros más arriba, rebosó. El río —que alcanzó un nivel medio de 5,98 metros, casi el doble que su anterior máximo histórico, de 2012— se desbordó y numerosos coches fueron arrastrados por la corriente, que también anegó numerosas plantaciones de subtropicales, sobre todo mango y aguacate. Las advertencias del ayuntamiento, que una hora antes recomendaba a sus vecinos refugiarse en las plantas superiores de sus viviendas, evitaron males mayores. “Existe mucho riesgo de que venga mucha agua de golpe y puede ser fatal”, indicaban desde el Consistorio en Facebook. “Habrá muchos destrozos, pero no podremos ver los daños hasta que amanezca. Esperemos que esta noche no llueva mucho más”, afirmaba su alcalde, Salvador Arcas. Poco después, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga (83.899 habitantes) desalojaba a unas 1.100 personas de dos campings y una zona de chabolas cercana a Torre del Mar. “Lo hacemos de forma preventiva tras la subida del río Vélez”, explicaban fuentes municipales. Un pabellón deportivo y un colegio se adaptaron como alojamiento temporal.
Hasta esa hora el mayor riesgo por inundaciones había apuntado hacia el Valle del Guadalhorce. Fue la zona más perjudicada por la dana de hace dos semanas, que causó la muerte de un hombre. Entonces el río Guadalhorce se desbordó y afectó a decenas de viviendas, causando numerosos destrozos y obligando a más de un centenar de rescates. Con el miedo en el cuerpo y sin haber terminado de retirar aún el lodo de sus calles y casas, hasta 3.000 vecinos fueron desalojados durante la madrugada del miércoles para evitar riesgos en zonas de la ribera del río de los municipios de Álora, Cártama, Pizarra y Alhaurín de la Torre. También de Málaga capital, que por la mañana aumentaba las actuaciones preventivas en la barriada de Campanillas.
A otras cercanas, como Coín —con 24.300 habitantes y donde se registraron 119 litros por metro cuadrado en apenas unas horas—, la Guardia Civil trasladaba por la mañana su Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) para que estuvieran listos ya sobre el terreno en caso de ser necesarios. En todas estas localidades se vivieron escenas de pánico con calles por las que el agua bajaba a toda velocidad arrastrando mobiliario urbano y coches. Cerca, en Almogía (3.885 habitantes), los servicios operativos ayudaron a achicar a agua a los propietarios de unas 40 viviendas a las que el agua causó daños en cocheras, muebles y electrodomésticos. Además, los residentes de la zona de Barranco del Sol denunciaban que muchos de los 200 que allí viven estaban incomunicados “porque los accesos están destrozados y no hay luz desde las tres de la tarde”, según una vecina. Por la mañana, una pequeña tromba amenazó también a Los Romanes, pedanía de La Viñuela (2.106 habitantes). “Pero todo pasó pronto, fue algo puntual”, decía una vecina, Susana Fortes. En Mijas, un pequeño tornado causó destrozos en una gasolinera. Y distintas carreteras —en Campillos, Málaga, Alhaurín de la Torre, Benamargosa, Vélez-Málaga y Cómpeta— fueron cerradas al tráfico por la Dirección General de Tráfico. “Eviten circular por la provincia malacitana por riesgo de inundaciones”, recomendaban.
Muchos municipios habían pedido a los funcionarios que teletrabajaran y solicitaban a sus vecinos que redujeran los desplazamientos en la medida de lo posible. Numerosos restaurantes, empresas y comercios anunciaron que no abriría durante el miércoles. El lugar más paralizado fue finalmente la capital, Málaga, que desde media mañana hasta primera hora de la tarde sufrió un temporal intermitente que anegaba distintas zonas y obligaba a cortar el tráfico en algunas avenidas. Tanto ayuntamiento como Junta de Andalucía fueron poco a poco suspendiendo todos sus servicios.
Primero fue el Metro, luego los autobuses urbanos de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) y más tarde el Consorcio de Transportes que gestiona las conexiones interurbanas. El Ministro de Transportes, Óscar Puente, fue avisando también del corte primero del tren de Media Distancia a Sevilla, luego de los Cercanías a Fuengirola y Álora y más tarde también del AVE a Madrid, lo que terminó incomunicando a la provincia por tren. Los andenes y el vestíbulo de la estación María Zambrano también fueron desalojados por inundaciones, que también afectaron al aeropuerto de la Costa del Sol, el cuarto de España en número de pasajeros y el primero de Andalucía. A las 20, se contabilizaban 20 vuelos afectados por el temporal en el aeródromo: 15 cancelados y cinco desviados a otros aeródromos. Aunque 400 pasajeros tuvieron que ser recogidos en autobuses municipales ante la suspensión del resto de transportes. También se cancelaron 400 juicios y actuaciones judiciales en la provincia, según los datos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). “Sé que la provincia de Málaga está, en buena medida, paralizada con las medidas adoptadas por los técnicos; pero el objetivo de todos es minimizar el impacto de la DANA”, decía el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, a mediodía, tras asistir a una inauguración en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). El presidente andaluz anunció a última hora de la tarde de este miércoles que se desplazaría en unas horas al Centro de Coordinación de Emergencias 112 Andalucía en Málaga para seguir de allí la evolución del temporal.
La fuerte lluvia también afectó al Hospital Clínico, el más relevante de Málaga junto al Hospital Regional. Varias instalaciones se llenaron de agua y obligaron al centro a activar su plan de emergencia, cancelando toda su actividad para toda la jornada salvo las Urgencias. “Ha sido la inundación del Laboratorio lo que ha impulsado la decisión de cerrar toda actividad no urgente”, ha explicado un sanitario, que no entendía “tanto por la seguridad del personal como de los pacientes” cómo no se había previsto la suspensión de la actividad con antelación dados el aviso rojo activado por la Aemet y la suspensión de otros muchos sectores profesionales. El centro pasó la tarde solo con servicios de Urgencias y la Junta de Andalucía decidió también cerrar los centros de salud de la capital y la comarca del Guadalhorce, así como toda la actividad programada del Hospital Regional. La facultad de Psicología de la Universidad de Málaga sufrió también por el agua al desplomarse una cubierta interior. “Son daños esperables en estas situaciones extremas”, explicaban desde la institución.
La Junta de Andalucía suspendió para este jueves las clases en todos los niveles educativos en varias comarcas de cinco provincias: Málaga (en el conjunto de la provincia), Granada, Cádiz, Huelva y Sevilla. Las lluvias también aplazaron, a este jueves, el inicio de la Billie Jean King Cup de tenis, inicialmente previsto para el miércoles.
Con intranquilidad ante el anuncio de nuevas lluvias durante la noche y la madrugada, Málaga respiró por la tarde cuando la dana dio un respiro. El paréntesis sirvió en la capital y la Costa del Sol para actuar en las zonas más urgentes y hacer balance. Más allá de los daños materiales, aún por valorar, no ha habido víctimas personales. Una de las pocas alegrías de la jornada previa al 35 aniversario de las inundaciones de 1989, que causaron seis fallecidos y daños valorados en 300 millones de euros.
En la vecina provincia de Granada, con las demarcaciones de la Cuenca del Genil —que incluye la capital—, Nevada y Las Alpujarras y la Costa en aviso naranja, se han registrado fuertes lluvias en esta última zona, donde dos trombas de agua, una sobre las tres de la tarde y otra sobre las seis de este miércoles, llevaron los cauces del río Verde y el río Seco, en Almuñécar, y del río Jate en vecina La Herradura a sus límites, sin que el agua llegase a salirse del cauce finalmente. Los ríos bajaban a última hora de la tarde a gran velocidad y arrastrando numerosos residuos agrícolas. A pesar de las avenidas de agua, fuentes municipales explicaron que no se registraron grandes incidencias, que la tierra estaba absorbiendo bien el agua, informa Javier Arroyo.
Escasa incidencia en Tarragona
La actividad se paralizó este miércoles en Tarragona, en fase roja del Servicio Meteorológico de Cataluña (nivel 5 sobre una escala de 6), pero desde media tarde la situación mejoró al no llover tanto cmo se esperaba, y la Aemet retiró su aviso rojo. Por la mañana se activaron las alertas ante el riesgo de lluvias intensas e inundaciones. Hubo avisos por fuerte oleaje y la Generalitat decretó restricciones en la movilidad, con la suspensión de clases y la indicación de teletrabajar salvo en aquellos empleos considerados esenciales. Las medidas afectaron a cinco comarcas de la provincia de Tarragona: Tarragonès, Montsià, Baix Ebre, Ribera d’Ebre y Baix Camp. El Servei Català del Trànsit informó de cortes de circulación en la autopista AP7 y en las autovías A7 y A27. También el servicio de trenes de Rodalies sufrió incidencias y retrasos. En Ulldecona, en la comarca del Montsià (Tarragona), se registraron acumulaciones de hasta 117,2 litros de agua por metro cuadrado a las 18.30, según datos del Servicio Catalán de Meteorología (Meteocat). En solo media hora la localidad ha registrado 41,6 litros, superando los 40 que marcan que una precipitación sea torrencial.