La cifra oficial de desaparecidos por la dana suma 89 personas en Valencia, donde hay 62 cadáveres sin identificar

Estos casos activos corresponden exclusivamente a las denuncias de familiares que han aportado diferentes datos y facilitado muestras biológicas que permiten la identificación

Miembros de la UME y de los bomberos trabajan en la búsqueda de víctimas mortales en el cauce del río Turia en Valencia, este martes.J.J. GUILLÉN (EFE)

Las oficinas habilitadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil de Valencia para localizar a los desaparecidos por la dana han emitido este martes una primera cifra oficial: 89 personas. Estos casos activos solo corresponden a las denuncias de aquellos familiares que han acudido a estas sedes policiales para denunciar la desaparición de algún familiar o pariente cercano y han aportado muestras biológicas para una posible identificación posterior. Por tanto, la cifra de 89 personas desaparecidas no es el número total de desaparecidos que podría haber generado la tragedia, dado que puede haber casos de desaparición que no se han denunciado todavía. Las víctimas mortales confirmadas hasta este martes son 215. (211 en la Comunidad Valenciana; tres en Castilla-La Mancha; y una en Andalucía).

La cifra de 89 desaparecidos, la primera oficial desde que el pasado martes la dana arrasara con la provincia de Valencia, también podría disminuir notablemente en los próximos días porque en el Instituto de Medicina Legal de la región valenciana aún están pendientes de identificar 62 cuerpos. Es decir, que existe la posibilidad de que algunas de estas 62 víctimas pendientes de identificar sean alguna de las 89 desaparecidas.

La cifra sale de un informe emitido este martes a las nueve de la noche por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, con datos que se han cerrado una hora antes (20.00). El ministro Óscar Puente, muy activo en estos días en su perfil X (antes Twitter) ha dicho que “no es previsible que la cifra de fallecidos definitiva vaya a incrementarse de manera sensible respecto de la actual”.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia, explica el documento conocido este martes, han realizado hasta ahora 95 autopsias a fallecidos en la dana, los mismos que han ingresado en la morgue de la Ciudad de la Justicia de Valencia.

Tania abraza a su cuñado tras recuperar algunas de sus pertenencias de su casa inundada, este martes en Paiporta.Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)
Un muelle de la Albufera, con las aguas muy turbias por la dana, este martes.ÓSCAR CORRAL
Voluntarios y vecinos trabajan para despejar una calle de Paterna (Valencia), este martes.Manuel Bruque (EFE)
Coches apilados en una calle de Catarroja, este martes.Samuel Sánchez
Varas personas limpian los estragos de la dana, en Sedavi.Eduardo Manzana (Europa Press)
Decenas de vehículos amontonados en un descampado de Paiporta (Valencia), este martes.Manuel Bruque (EFE)
Un voluntario de Psicólogas y Psicólogos Sin Fronteras junto a una ciudadana en un instituto de la localidad valenciana de Sedaví convertido en un centro de Atención Ciudadana este martes. BIEL ALINO (EFE)
María Carmen, sentada a la puerta de de su casa, este martes en Paiporta.Emilio Morenatti (AP)
Una calle de Catarroja cubierta de barro.Samuel Sánchez
Miembros de la UME y de los bomberos trabajan este martes en la búsqueda de víctimas mortales a causa de las inundaciones de la Dana en el cauce del río Turia. J.J. GUILLÉN (EFE)
Un vecino retira sus pertenencias afectadas por la riada en Paiporta, este martes.Emilio Morenatti (AP)
Varios operarios inspeccionan la línea de tren a su paso por Catarroja (Valencia),este martes.Chema Moya (EFE)
Varios vecinos limpian el interior de una vivienda en Paiporta, el martes.Emilio Morenatti (AP)
Estragos ocasionados por la dana en Catarroja. Samuel Sánchez
Varias personas ayudan a limpiar una huerta en Valencia.Rober Solsona (Europa Press)
Cañas y resto de enseres en la playa de Pinedo, junto a la desembocadura del río Turia.rober solsona
Varios vecinos pasan por una vivienda afectada en Chiva (Valencia), este martes.Kike Taberner
Un cuadro cuelga cerca de la marca del nivel del agua en una zona afectada por las inundaciones en Paiporta (Valencia).Emilio Morenatti (AP)
Un hombre camina entre barro y enseres por una calle de Paiporta, este martes.Emilio Morenatti (AP)
Varias personas ayudan a limpiar los estragos ocasionados por la dana en el Teatro de L'Horta de Castellar (Valencia).Rober Solsona (Europa Press)
Una manguera drena agua de uno de los aparcamientos de las viviendas de Catarroja (Valencia), este martes.Chema Moya (EFE)
Agentes del Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas salen del embarcadero de El Palmar, en Valencia, en busca de desaparecidos en la Albufera, este martes. Biel Aliño (EFE)
Calles llenas de barro y montones de escombros y vehículos en Paiporta, este martes.Manuel Ausloos (REUTERS)
Dos monjas caminan por las calles de Catarroja (Valencia), este martes. Chema Moya (EFE)
Mangueras sacan agua del interior del aparcamiento subterráneo del centro comercial MN4 de la localidad valenciana de Alfafar, este martes. Manuel Bruque (EFE)
Vecinos esperan el transporte público en una calle de Paiporta.Emilio Morenatti (AP)
Unos maniquís en el barro de una calle de Catarroja, este martes.Chema Moya (EFE)
Comercios dañados por la dana en Chiva (Valencia), este martes.Kike Taberner
Vehículo marcado con una X, inspeccionados y sin víctimas, en Catarroja, este martes.Chema Moya (EFE)
Atasco de la V-30, este martes, en Valencia.Matias Chiofalo (Europa Press)
CUn hombre camina junto a los coches apilados en Catarroja.Chema Moya (EFE)
Soldados del Escuadrón de Paracaidista buscan desaparecidos en Barranco del Poyo, este martes.Associated Press/LaPresse (APN)
Vecinos limpian las calles junto a varios coches apilados en Catarroja (Valencia, este martes.Chema Moya (EFE)
Un vehículo del Ejército en las inmediaciones de la Feria de Valencia, este martes.Jorge Gil (Europa Press)

La publicación de bulos por la ausencia de datos

Hasta los datos publicados de este martes por la noche, una semana después de la catástrofe, ningún organismo había avanzado un balance de sus cálculos. Una inquietud generalizada que ha dado pábulo a la publicación de bulos en redes sociales y canales de televisión privado. Es el caso del aparcamiento subterráneo del centro comercial Bonaire de Aldaia (Valencia) donde se ha llegado a publicar falsamente que había más de 700 muertos. La realidad es que la policía ha registrado el 99% de las instalaciones y no ha hallado ninguna víctima.

Incluso Vox, con su secretario general del grupo parlamentario, José María Figaredo, ha acusado sin pruebas al Gobierno de Pedro Sánchez de estar ocultando el número real de muertos. “Son cientos de ellas (las víctimas) que el Gobierno está ocultando y escondiendo”, ha dicho este martes, sin aportar prueba alguna y haciéndose eco del bulo que se ha extendido por las redes sociales.

Según expertos en gestión de desastres naturales consultados, ese dato es siempre el más difícil de contabilizar tras un desastre, pero al mismo tiempo resulta esencial porque da la medida del trabajo que queda por hacer por parte de los equipos de rescate y ayuda a mesurar el alcance de lo ocurrido a las poblaciones afectadas.

Miembros de los GEAS salen del embarcadero de El Palmar, en valencia, en busca de desaparecidos en la Albufera, este martes. Biel Alino (EFE)

Los expertos coinciden en asegurar que la ausencia de información hace crecer tanto el desasosiego como la desesperanza, además de la sensación de que el drama es aún mayor de lo que ha trascendido hasta su publicación. Pero también señalan que, para evitar alimentar ansiedades y temores colectivos, es esencial que la comunicación sea precisa y medida, que se evite dar cifras excesivamente genéricas y, en lo posible, se comuniquen cifras precisas o dentro de una horquilla razonable.

En los últimos días había aumentado la presión para que las autoridades difundieran la cifra de desaparecidos, después de que la semana pasada el presidente Mazón asegurase la pasada semana que se habían recibido “miles de llamadas”, aunque ese número no equivale al de desaparecidos porque había personas anotadas en más de una ocasión y porque en muchos casos los familiares no avisaban cuando, al final, eran hallados con vida. A los pocos días eldiario.es publicó un acta del organismo que coordina la respuesta a la emergencia en la que figuraban 2.500 llamadas. Nuevamente esa cifra no equivalía a la de personas desaparecidas porque no contaba posibles duplicidades, no incluía los casos de personas encontradas después de que se informase de su ausencia, ni tampoco las de cadáveres encontrados y que aún estuvieran sin identificar.

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