Feijóo prepara otra cumbre de barones para unificar mensajes tras las críticas internas a su ‘giro’ social
Génova buscará una posición común sobre vivienda y las políticas de conciliación incluidas en una proposición de ley que, según fuentes de gobiernos autonómicos, no fueron comunicadas a los territorios
Alberto Núñez Feijóo quiere evitar que se reproduzcan las grietas entre las comunidades autónomas del PP en materia de financiación autonómica ahora en los frentes de vivienda y conciliación. No es fácil para el líder del PP lograr una posición conjunta del partido desde el liderazgo de la oposición mientras el poder lo atesoran las 11 autonomías gobernadas por los populares (más Ceuta y Melilla). Feijóo está obligado a hacer un permanente esfuerzo para coordinar el mensaje, y de ahí que el líder popular haya pactado con sus presidentes autonómicos verse con más frecuencia en el nuevo curso y ...
Alberto Núñez Feijóo quiere evitar que se reproduzcan las grietas entre las comunidades autónomas del PP en materia de financiación autonómica ahora en los frentes de vivienda y conciliación. No es fácil para el líder del PP lograr una posición conjunta del partido desde el liderazgo de la oposición mientras el poder lo atesoran las 11 autonomías gobernadas por los populares (más Ceuta y Melilla). Feijóo está obligado a hacer un permanente esfuerzo para coordinar el mensaje, y de ahí que el líder popular haya pactado con sus presidentes autonómicos verse con más frecuencia en el nuevo curso y estar más en contacto. A principios de septiembre, Génova reunió a todos los barones populares en una cumbre en Madrid en la que acordaron una posición de mínimos sobre la financiación autonómica, que aunque después se agrietó permitió a Feijóo superar el envite del Gobierno. El líder del PP quiere repetir esa experiencia y prepara una nueva cumbre de presidentes del PP para ahormar una postura del partido sobre la vivienda y las medidas de conciliación, según fuentes de la dirección popular, después de que las iniciativas de corte social promovidas por Génova hayan despertado malestar en algunos territorios.
La dirección del PP ha decidido cambiar el paso del choque puro y duro contra el Gobierno y abrir una nueva fase propositiva para atraer a nuevos votantes descontentos con el Ejecutivo progresista. En las últimas semanas, Feijóo ha lanzado propuestas en materia de conciliación familiar y laboral de inspiración keynesiana, como la concentración de la jornada en cuatro días en lugar de los cinco actuales y una ampliación de los permisos de paternidad y maternidad. Estas iniciativas han provocado ruido interno y malestar en algunos territorios, que no entienden que el mensaje del partido se aproxime tanto a las políticas de la izquierda. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se desmarcó públicamente de la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas a la que se ha abierto Génova si hay acuerdo entre patronal y sindicatos y, aunque evitó una confrontación directa con la propuesta de Feijóo de concentrarla en cuatro días, fuentes del PP de Madrid transmiten su incomodidad con esa iniciativa que transmite la idea de que “hay que trabajar menos, frente a la cultura del esfuerzo de Madrid”.
Fuentes de algunos Gobiernos autonómicos populares se quejan, además, de que Génova no les informó de la ley de conciliación que preparaba la cúpula y que fue registrada este pasado martes, ni de por dónde iba a ir el contenido de las propuestas. Mientras, en el gabinete del líder popular replican que, de igual forma que los Gobiernos autonómicos toman sus decisiones gubernamentales sin pedir permiso a la cúpula, Feijóo dirige la política nacional del partido sin autorización previa de sus barones.
Ante estas discrepancias internas y el riesgo de nuevas grietas, la dirección de Feijóo tiene previsto convocar de nuevo a los presidentes autonómicos del PP para coordinar el mensaje en estos asuntos. Según fuentes de la cúpula, se busca una fecha en el mes de octubre, aunque algunas baronías alejan una convocatoria tan inminente por la dificultad para cuadrar agendas. En principio, lo lógico sería una cita anterior a la Conferencia de Presidentes que Pedro Sánchez ha convocado para el mes de diciembre en Cantabria.
Esta semana, la cúpula del PP ha empezado a desgranar, además, su plan para afrontar el problema de acceso a la vivienda, que a diferencia de la conciliación es de planteamiento netamente liberal y se opone a cualquier intervención del mercado para el control de precios. Entre las medidas que ha anunciado el PP destaca una iniciativa para endurecer los requisitos para ser considerado vulnerable, lo que permitiría una mayor facilidad para desalojar a inquilinos morosos, ya que la ley de vivienda actual permite al juez retrasar un desahucio dos meses si el inquilino tiene la condición de vulnerable. En la dirección popular admiten que esta medida puede ser controvertida, pero la defienden porque una de sus banderas es la lucha contra la okupación de viviendas.
En materia de vivienda, la cúpula del PP ha ensayado ya la coordinación de sus comunidades. Las 11 autonomías (más Ceuta y Melilla) gobernadas por el PP difundieron este jueves un comunicado conjunto coordinado por Génova en el que defienden su decisión de no declarar Zonas de Mercado Tensionado en sus territorios —es decir, áreas en las que existe un problema específico de acceso a la vivienda, especialmente porque se hayan disparado los precios— y reivindican, “por tanto, no intervenir en el [precio del] alquiler”. Se trata de la respuesta conjunta a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, que hace una semana amenazó con retirar financiación a las regiones que no aplicaran la Ley de Vivienda y ahora ha modulado a que se premiará a las autonomías que sí lo hagan. Los firmantes del comunicado tildan ese aviso de “amenaza” y “chantaje” y sostienen que no lo tolerarán.
La dirección de Feijóo ha logrado en este primer escenario que las comunidades del PP fueran con una posición coordinada a la conferencia sectorial sobre vivienda celebrada este jueves, pero de momento el único acuerdo que han alcanzado es sobre lo que no quieren hacer. Falta por conocer cuál es su modelo alternativo, y aunque en el PP enfrían las posibilidades de que el partido sea capaz de aterrizar una propuesta concreta, Feijóo pretende que al menos el mensaje sea uniforme.