El Gobierno exige a Feijóo que “no ensucie la imagen de España” tras acusarlo el PP de participar en el “golpe de Estado en Venezuela”
Edmundo González exculpa al Ejecutivo español de haber ejercido “ningún tipo de presión” sobre él y le agradece que asegurase “en todo momento” su “libertad de decisión”
El Gobierno ha exigido al PP que “no ensucie la imagen de España” tras la acusación del PP de que participó en el “golpe de Estado de Venezuela” tras hacerse público que el líder opositor Edmundo González firmó en la Embajada española un documento en el que acataba la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones venezolanas. “España no tiene nada que ver con ningún tipo de documento que haya firmado Edmundo Gon...
El Gobierno ha exigido al PP que “no ensucie la imagen de España” tras la acusación del PP de que participó en el “golpe de Estado de Venezuela” tras hacerse público que el líder opositor Edmundo González firmó en la Embajada española un documento en el que acataba la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones venezolanas. “España no tiene nada que ver con ningún tipo de documento que haya firmado Edmundo González”, ha insistido el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que ha recalcado que el embajador español en el país se limitó a facilitar las peticiones que le hizo González.
González ha negado “categóricamente” haber sido “coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el Embajador español en Venezuela” en un comunicado emitido a última hora de este jueves. “Las gestiones diplomática realizadas tuvieron como único propósito facilitar mi salida del país, sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí”. Fuentes del Gobierno señalaron por la tarde que desde Exteriores se habían puesto en contacto con González para pedirle que explique este episodio públicamente y que este les había trasladado que está “muy apesadumbrado” por la polémica, que es un “disparate” la acusación y les ha asegurado que lo aclarará, informa Carlos E. Cué.
Antes de conocerse el comunicado de González, fuentes oficiales de Exteriores aseguraron que este ministerio “reitera que Edmundo González pudo reunirse con quien decidió para gestionar su situación mientras estuvo, a petición propia, en la residencia del embajador de España en Caracas”. “Exteriores aclara que Edmundo González pidió marcharse a España sin trasladar al embajador haber sufrido ningún tipo de anomalía dentro de la residencia. España decidió acoger al líder opositor al constatar que, fuera de la embajada, sus derechos civiles, políticos y humanos corrían peligro”, añaden.
El comunicado de González destaca que el Gobierno español se comprometió a garantizar su “seguridad durante el desplazamiento hacia el avión de la Fuerza Armada Española” y también en su llegada a España y añade que las gestiones con España fueron “supervisadas y facilitadas directamente por el ministro de Asuntos Exteriores”, quien aseguró “en todo momento” el “bienestar y libertad de decisión” del candidato opositor, quien reitera su “agradecimiento a las autoridades españolas por su apoyo y compromiso con la protección de los derechos humanos”.
Las explicaciones de Albares llegaron tras la exigencia desde Italia del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de que el Ejecutivo español reemplace al embajador español en Caracas, que dimita el ministro de Exteriores, y además que el presidente del Gobierno dé explicaciones inmediatas para “para demostrar que no es equidistante” entre la democracia y la dictadura. “Si elige la dictadura y no la democracia, me va a tener enfrente siempre”.
Feijóo ha vuelto a reivindicar a González como “presidente electo” de Venezuela y se ha referido a la denuncia hecha por el candidato opositor este miércoles. “Las actas están a disposición del mundo. También lo están las prácticas mafiosas de un régimen que se niega a aceptar el resultado de las urnas y la evidencia de que algunas de esas prácticas mafiosas han tenido como escenario la embajada española en Caracas”, ha explicado el líder del PP, que ha buscado apoyo en el vicepresidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, Antonio Tajani, para reforzar sus afirmaciones sobre lo ocurrido. “¿Se imagina que dos altos cargos de una dictadura entrasen en una embajada italiana para coaccionar al presidente electo de un país?”, ha interpelado a Tajani.
Visiblemente molesto con el líder del PP, el ministro Albares ha respondido una y otra vez a la prensa que “España no tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de negociación, con ningún tipo de documento que haya podido haber entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela”. “El embajador tenía instrucciones precisas de no inmiscuirse en la libertad de Edmundo González”, ha incidido. Preguntado por qué hacían los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, alto cargos del régimen de Maduro, en la residencia del embajador español, Albares ha apuntado que “cualquier persona que acudiera para entrevistarse con él [en referencia a Edmundo González], cualquiera de ellos, no vino a solicitud del Gobierno de España, ni fue el embajador de España quien les invitó”.
El abogado de Edmundo González, José Vicente Haro, ha admitido en una entrevista en la Ser que desconocía la existencia del documento, pero ha negado que España tuviese las intenciones de las que le acuse el PP. “No se estaba propiciando golpe de Estado alguno. Quien lo dice deberán dar cuenta ante las autoridades competentes. Estamos muy lejos de eso. Eso sería una especulación de tipo político”, ha asegurado.
Horas antes de las declaraciones de Feijóo, el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, había lanzado graves acusaciones contra el Ejecutivo, al que atribuye una supuesta “complicidad” y “connivencia” con las condiciones en las que Edmundo González abandonó Venezuela el pasado 7 de septiembre. “Para la salida del presidente electo [en alusión a González Urrutia], su coacción y su envío al exilio, el Gobierno de España ha sido un cooperador necesario; el Gobierno de España está implicado en el golpe de Estado que se ha producido en Venezuela”, afirmó González Pons en una entrevista en esRadio. El PSOE ha exigido su inmediata dimisión.
El candidato venezolano, sostiene González Pons sin aportar pruebas, “fue trasladado a la Embajada española para que el chantaje fuera posible”. “El Gobierno de España es un cómplice de Maduro en la operación de descabezar a la oposición en Venezuela. Hay una connivencia de España en un golpe de Estado en un país extranjero”, ha insistido el dirigente del PP, que también ha cargado contra el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que ejerció de mediador en la negociación con el chavismo para articular la salida de Edmundo González. “Zapatero es el gran urdidor de este plan, que es la operación más sucia de la historia reciente de la diplomacia española”, ha criticado González Pons, una de las figuras más próximas a Feijóo en el PP.
El líder del PP ha rehusado en tres ocasiones y a preguntas de los periodistas respaldar o rechazar las palabras del vicesecretario general del Partido Popular. “El Gobierno español nos mintió y nos ocultó la coacción que sufrió el presidente electo de Venezuela en una embajada de nuestro país. El mismo Gobierno que se juega votar en contra de la democracia”, ha reiterado por última vez Feijóo, pasando por encima de las aseveraciones de su vicesecretario, al que sí desautorizaron cuando sostuvo que el Tribunal Constitucional era “un cáncer del Estado de Derecho”. Fuentes de la dirección del PP aclaran que no rechazan el sentido del mensaje de Pons sobre la “connivencia” de Sánchez con Maduro, aunque “semánticamente” no repliquen sus palabras. Y centran la posición del partido en las exigencias de Feijóo: retirada del embajador, dimisión de Albares y explicaciones de Sánchez con un desmarque claro de Nicolás Maduro. “España es el freno para que el mundo reconozca Edmundo González. Es indecente”, sentencian, informa Virginia Martínez.
El PSOE ha reaccionado casi al instante pidiendo la dimisión “inmediata” del vicesecretario general de los populares. “Es intolerable que el encargado de las relaciones internacionales del Partido Popular sea un hooligan”, afirma el principal partido del Ejecutivo en un comunicado. “Los exabruptos de González Pons son incompatibles con la diplomacia. Si este señor llegase algún día a encabezar las relaciones exteriores de España acabaríamos en el extrarradio de la política internacional”, añaden los socialistas, para quienes las acusaciones vertidas por González Pons “son de tal gravedad” que les hacen dudar de que “sea consciente de lo que está diciendo”. “En todo caso, eso no es disculpa, y sus palabras de hoy son la gota que colma el vaso”, concluyen antes de exigir su renuncia. Informa José Marcos
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha calificado de “despropósito” y “calumnia” la afirmación de Esteban González Pons. “Nadie puede dudar del apoyo que el Gobierno de España ha dado a Edmundo González, que él mismo ha reconocido”, ha dicho Montero en declaraciones a los periodistas, añadiendo que el dirigente del PP “ha perdido toda ética” en su forma de ejercer la oposición. Lo que ha hecho España, ha asegurado la vicepresidenta, es seguir la dirección de Europa en esta crisis: “Pedir las actas [electorales], pedir transparencia y por tanto exigir que se pongan sobre la mesa todos los elementos que llevan a que en Venezuela se diga que alguien u otro alguien ha ganado las elecciones”.
Otras figuras del PP se han lanzado al ataque contra el Gobierno a propósito de este episodio. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha seguido la estela de González Pons y ha afirmado también este jueves que el Gobierno de Pedro Sánchez “es el principal colaborador de la dictadura venezolana”, informa Juan José Mateo. Poco después, el portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado, ha tuiteado en la red social X un vídeo del pasado 9 de septiembre, en el que el ministro Albares aseguraba que la salida de Edmundo González rumbo a España no había tenido ninguna “contrapartida” ni había sido consecuencia de “ninguna negociación” entre los Gobiernos venezolano y español. “Albares lo sabía. Y mintió”, ha escrito Tellado.
Cuca Gamarra, número dos de Feijóo, ha ido en la misma línea aunque con un tono más comedido: ha instado al Gobierno a “dar explicaciones sobre qué hacía Delcy Rodríguez [vicepresidenta venezolana] en la residencia del embajador de España en Venezuela”, ha dicho que se trata de “un asunto de máxima gravedad” y ha añadido que el Ejecutivo de Sánchez está “se está contagiando de los tics autoritarios del régimen de Nicolás Maduro”.
La Fundación FAES, presidida por el expresidente y exlíder del PP José María Aznar, ha difundido un comunicado en el que acusa al Gobierno de “prestar su embajada para facilitar el chantaje y disfrazar un exilio inducido de operación humanitaria”. En la nota, titulada “Complicidad mafiosa: la diplomacia del chantaje”, la fundación de Aznar afirma: “El servicio exterior [español] puso mesa y mantel para arrancar compromisos bajo presión y luego escoltó a quien, de hecho, se expulsaba del país tras ganar las elecciones. Estamos ante una canallada que se explica sola. Albares debería dimitir ofreciendo excusas, si conservase todavía un átomo de dignidad”. Y termina acusando al ejecutivo de “arrastrar el nombre de España”.