La Fiscalía pide suspender el protocolo del Gobierno canario sobre menores migrantes por abocarlos al “desamparo”
El recurso sostiene que los nuevos trámites exigidos para acoger a los chicos que llegan en cayucos vulneran sus derechos. Más de 600 personas han sido rescatadas en el mar desde la pasada noche
El anunciado recurso de la Fiscalía Superior de Canarias contra el protocolo del Gobierno canario para la recepción de menores migrantes que llegan solos a las islas ya está en el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad. El escrito es muy crítico con una medida...
El anunciado recurso de la Fiscalía Superior de Canarias contra el protocolo del Gobierno canario para la recepción de menores migrantes que llegan solos a las islas ya está en el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad. El escrito es muy crítico con una medida que pretende añadir nuevos trámites que obligarían a mantener a los niños bajo custodia policial horas e incluso días; y solicita a la Sala de lo Contencioso Administrativo que adopte como medida cautelarísima (sin oír a la parte contraria, en este caso el Ejecutivo autonómico) la suspensión provisional del protocolo mientras el tribunal adopta una decisión. “Su ejecución [la del nuevo protocolo de acogida] supone la ausencia de atención inmediata a la situación de desamparo patente en los menores que lleguen desde el mar a las costas de la Comunidad Autónoma”, reza el recurso, según la nota difundida este miércoles por la Fiscalía General del Estado.
El protocolo impulsado por el presidente autonómico, Fernando Clavijo (Coalición Canaria) y publicado el pasado jueves en el Boletín Oficial de Canarias, impone unos requisitos previos para que la comunidad acepte acoger a un menor migrante que llegue solo a las islas. Se trata de una serie de trámites que competen, sobre todo, a la Policía Nacional y que supondrían retrasar la entrada del niño en un lugar de acogida adecuado. Entre ellos se requiere una reseña policial completa, una entrevista, un acto formal de entrega del menor entre agentes nacionales y autonómicos, y la confirmación de que existe plaza para el recién llegado. Fuentes policiales consideran que estas normas son inviables en situaciones de emergencia y vulnerabilidad como las que se encuentran cada vez que llega un cayuco.
La Fiscalía entiende que este protocolo vulnera el derecho fundamental al principio de igualdad reconocido en el artículo 14 de la Constitución y en la Convención de los Derechos del Niño, así como el derecho a la integridad moral reconocido en el artículo 15 de la Constitución. El recurso incorpora, por tanto, los mismos argumentos recogidos en un decreto fiscal del pasado viernes y cuyo contenido fue adelantado por EL PAÍS. En dicho documento, la Fiscalía ya denunciaba que “el protocolo olvida el principio de no discriminación. Trata de forma diferente a los menores extranjeros no acompañados respecto de cualquier otro menor [...] Se desprende claramente que existe una discriminación por razón de origen”, añadía.
En aquel decreto [de obligado cumplimiento para los miembros del ministerio público], la fiscal María Farnés Martínez advertía que, de aplicarse las nuevas exigencias del Gobierno canario para acoger a los menores migrantes, se produciría una dejación de la competencia de protección de los menores, que es exclusiva de las comunidades autónomas. Y añadía que un protocolo no puede imponer, como pretende este, obligaciones a otros actores como el Ministerio del Interior, que ni siquiera lo han firmado. “El protocolo presupone un nuevo trámite de competencia estatal que actualmente no existe ni está previsto en la legislación [...] un trámite que impone la comunidad autónoma de Canarias a otra administración (la Administración General del Estado) y en el que debe intervenir el Ministerio Fiscal”, mantenía. Y añadía: “Nunca un protocolo puede establecer normas de procedimiento que vayan en contra de la ley, ni que obliguen a otros que no sean aquellos que lo hayan firmado”. Como colofón, el ministerio público avisa de que si no se acoge a los niños “de forma inmediata” se incurriría en un delito de abandono.
Con más de 5.300 niños y adolescentes migrantes ya a su cargo, la continua llegada de más menores en cayucos a las islas ha desembocado en una crisis de acogida primero, y en una crisis política después. El amago de negociación entre Coalición Canaria ―principal partido del Ejecutivo regional, que gobierna con el PP― y el Gobierno central para cambiar la ley de extranjería y obligar con ello a las comunidades a ser más solidarias con la acogida fracasó en julio en el Congreso, al ser rechazada la iniciativa con los votos en contra de Junts, PP y Vox. A partir de entonces, la desconfianza entre ambos ejecutivos no ha hecho más que crecer, a la vez que los mensajes antiinmigración por parte de la derecha se han avivado.
641 rescatados desde la noche del martes
Salvamento Marítimo rescató en la noche del martes a más de 500 migrantes que trataban de llegar a Canarias a bordo de nueve pateras y cayucos. A estos se añadió otro centenar de personas que arribaron a lo largo de la mañana de este miércoles. En total, 641 rescatados, 450 de ellos en la isla de Lanzarote. Ha sido una madrugada sin descanso para las tripulaciones de asistencia. El recuento incluye a 40 mujeres y a unos 15 menores, aunque las cifras todavía son provisionales porque en la mañana de este miércoles aún se estaba asistiendo a un buen número de personas en el muelle de Arrecife.
La primera operación en Lanzarote se realizó sobre las 22.00 del martes, después de que el sistema de vigilancia costera detectara una patera a unos 16 kilómetros al norte de la isla. A bordo iban 40 personas de origen magrebí (30 hombres, ocho mujeres y dos niños), que llegaron a tierra con la Salvamar Al Nair pasada la medianoche. En paralelo fue movilizada también desde Lanzarote la Guardamar Talía, de mayor capacidad, porque comenzaron a recibirse más avisos de posibles embarcaciones neumáticas en la zona, hasta cinco, algunos de ellos realizados por teléfono por las personas que iban en ellas. La Talía rescató durante la madrugada a 221 personas en cuatro embarcaciones, en su mayoría subsaharianas: un grupo de 70, otro de 51, un tercero de 50 y un cuarto de 51. No hay aún cifras detalladas sobre sus ocupantes, pero Efe ha presenciado en su desembarco en el puerto de Arrecife que al menos iban a bordo de esas neumáticas varias mujeres, dos bebés y otros dos menores.
Con las dos embarcaciones de Lanzarote ocupadas en esas operaciones, Salvamento tuvo que enviar desde Fuerteventura a esa misma zona a la Salvamar Ízar para socorrer a otro grupo conformado por otras 59 personas, entre ellas ocho mujeres y una niña, que serán trasladados al puerto de Gran Tarajal. En El Hierro, la Salvamar Adhara auxilió pasadas las 21.00 a un cayuco localizado a 13 kilómetros de La Restinga, en el que viajaban 74 personas (61 hombres, seis mujeres y cinco menores). Y hacia La Restinga ha llegado ya en la mañana de este miércoles la Guardamar Calíope, tras rescatar a otro cayuco localizado a 22 kilómetros de El Hierro con 57 personas más, entre ellas tres mujeres y cuatro menores. Por último, a primera hora de la mañana fue detectada una patera a unos 45 kilómetros de Lanzarote, que llegó por sus propios medios a la playa de La Garita, en Haría. A bordo iban 73 personas, entre ellas cuatro mujeres (una de ellas embarazada) y un niño. En la atención en la playa a este grupo de personas han participado, acompañando a la Guardia Civil, dos gendarmes marroquíes que se encuentran estos días en la isla.
Posteriormente, sobre el mediodía, la Salvamar Al Nair ha rescatado a 117 inmigrantes en dos pateras más en Lanzarote: una con 50 personas de origen magrebí (entre ellas, tres mujeres y un niño) y otra con 67 de procedencia subsahariana (incluidas seis mujeres).
Todos estos rescaten coinciden con la presencia en Canarias del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, que se ha desplazado a Tenerife a petición del presidente de la comunidad autónoma, Fernando Clavijo, para conocer la presión migratoria que soportan las islas y cómo se está atendiendo a los menores.