Los bomberos avanzan en el control del incendio de El Bierzo, que deja ya 450 hectáreas quemadas
La humedad nocturna mejora las expectativas de extinción de las llamas, que prendieron el lunes. La investigación apunta a que el fuego fue intencionado
El incendio desatado el lunes en El Bierzo (León), denominado incendio forestal de Brañuelas, ha quemado ya unas 450 hectáreas, pero los bomberos trabajan este martes en su control tras una noche favorecidos por la humedad. Las localidades de Tremor de Abajo y Almagarinos siguen confinadas, aunque sin riesgo para la población, en un fuego que mantiene la categoría de nivel 2 por su proximidad a núcleos habitados. Las primeras investigaciones apunta...
El incendio desatado el lunes en El Bierzo (León), denominado incendio forestal de Brañuelas, ha quemado ya unas 450 hectáreas, pero los bomberos trabajan este martes en su control tras una noche favorecidos por la humedad. Las localidades de Tremor de Abajo y Almagarinos siguen confinadas, aunque sin riesgo para la población, en un fuego que mantiene la categoría de nivel 2 por su proximidad a núcleos habitados. Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego tuvo un origen intencionado. Las llamas aún se están perimetrando. El amplio despliegue está contribuyendo a su extinción, pero la compleja orografía y la amplia masa forestal lastran los empeños de los brigadistas.
El delegado de la Junta de Castilla y León en la provincia leonesa, Eduardo Diego, ha informado en el puesto de mando del incendio de que la cabecera, que avanzaba hacia Tremor, está dominada pero ahora la complicación se halla en los flancos derecho e izquierdo. Los medios aéreos, con 10 helicópteros y dos aviones, se están centrando en barrancos o áreas de complejo acceso por su orografía, mientras las brigadas a pie trabajan en zonas de mejor alcance. “No hay peligro”, ha insistido Diego sobre los confinamientos, achacando ese cerrojazo y el corte de la carretera entre ambos pueblos a evitar riesgos y desplazamientos. El delegado calcula que hay 450 hectáreas afectadas en un perímetro de 10 kilómetros. El despliegue de bomberos implica hasta a 140 profesionales, tanto de la Junta como de la Unidad Militar de Emergencias y los equipos del Ministerio de Transición Ecológica.
María del Mar López Escribano, directora de extinción y técnica de la Junta, ha remarcado que hay “perímetros complicados”, como una zona de pinares. Pero considera que “no se va a mover más” y que no está previsto “que el viento se vaya a mover ni cambie”, si bien probablemente siga ardiendo el abundante “material verde que se seguirá quemando”. La “topografía complicada” fomenta posibles “rebufos” si se da una “inversión térmica” y aumentan las temperaturas y se producen nuevos focos, ha explicado.
Uno de los bomberos, que prefiere no dar su nombre, relata la situación: “La noche se dio bastante bien y el incendio se contuvo antes de que llegase a los pueblos de Almagarinos y Tremor de Abajo. El trabajo de ataque directo que hicimos, junto al remate de bulldozer y vigilancia, lo dejó bastante bien, salvo un barranco en el que de noche era imposible entrar, ya que no era seguro, y es lo que ahora está dando algo de guerra”. El técnico advertía, con todo, sobre el riesgo que implica la subida de temperaturas y el viento, que se prevé sople más fuerte durante la tarde.
Además de la dificultad de esa orografía, este bombero alerta del “peligro añadido de las antiguas chimeneas de las antiguas minas, que están repartidas por buena parte de esos montes”. Para él, la posible inversión térmica “puede dar problemas”, pero celebra el amplio despliegue de medios autonómicos y estatales: “Mientras que no haya muchos incendios simultáneos, se dedican muchos medios a incendios de este tipo, y más si afectan a poblaciones”.