El derribo de la casa solariega de Getxo se realizó por “sentido común” y para “evitar desgracias personales”

La cooperativa que construye en su lugar 12 viviendas de lujo exculpa los dos concejales del PNV que participan en el proyecto

Vista de la parcela donde antes estaba la casa solariega Irurak-Bat, en Getxo (Bizkaia).Javier Hernandez Juantegui

La promotora de viviendas Atalaya Ereaga ha admitido que procedió al “derribo de urgencia” de un edificio histórico de Getxo (Bizkaia) sin estar previsto en el proyecto original ni en la licencia municipal, pero lo justifica por “sentido común” y por “la obligación de evitar desgracias personales a trabajadores o vecinos”. El Ayuntamiento de la localidad costera vizcaína ha exigido a la constructora “el restablecimiento de la legalidad urbanística” tras la pérdida de un edificio que contaba con un régimen básico de protección. El solar que ocupa la casa solariega Irurak-Bat se iba a transformar en “12 viviendas exclusivas” en dos inmuebles anejos, uno de los cuales tenía que respetar las fachadas y el aspecto arquitectónico exterior de la casa primitiva. La actuación de la cooperativa Atalaya Ereaga incumplió esta última exigencia al echar abajo todo el edificio tras la aparición, según explicó en un informe técnico remitido al consistorio, de una fuga de agua que comprometía la seguridad del viejo edificio.

El Ayuntamiento de Getxo confirmó que dos concejales del PNV, Irantzu Uriarte Gómez e Inaxio Uriarte Gorostiaga, que son pareja, figuran como socios de la cooperativa que promueve la nueva urbanización de lujo. Los dos principales grupos de la oposición, EH Bildu y el PP, han exigido explicaciones por este hecho y han criticado la desaparición de un elemento histórico de la localidad. Los responsables municipales de urbanismo han convocado una comisión informativa el próximo 19 de septiembre para dar cuenta de lo sucedido con este hecho.

La cooperativa Atalaya Ereaga asea que estos dos ediles del PNV, al igual que el resto de socios “no han decidido ni han tenido ninguna relación con el derribo de urgencia ni con otras cuestiones técnicas”. “Quien diga lo contrario mente y busca hacer daño”, explica en un comunicado remitido este jueves tras desatender una petición previa de este medio de explicar lo ocurrido. Los concejales nacionalistas, añade la sociedad cooperativa, tampoco participaron en la concesión de la licencia municipal “o en conseguir un trato de favor del Ayuntamiento de Getxo”.

“La comercialización de la promoción y la captación de socios arrancó en enero de 2023 con 12 viviendas por adjudicar”, señala. Los concejales del PNV fueron los octavos adjudicatarios y se comprometieron con la nueva vivienda en marzo de 2023, medio año después de otorgarse la licencia. “Ninguno de ambos desempeña su labor política en áreas relacionadas con el Urbanismo, ni han tenido relación con este proyecto. Su única actuación ha sido adquirir una vivienda en su municipio”, expone Atalaya Ereaga tras lamentar “las graves e infundadas insinuaciones lanzadas públicamente” que les han causado “un daño injusto e irreparable”.

Ahora bien, la constructora reconoce que la demolición de Irurak Bat “no estaba prevista en el proyecto original ni en la licencia municipal que lo amparaba”. El proyecto constructivo contempla la rehabilitación integral del edificio existente y uno de nueva planta, ambos de seis viviendas cada uno. La sociedad responsable del proyecto constructivo, que recibió la licencia en octubre de 2022, aclara que en mayo de este año se produjo la rotura de una tubería de agua que “provocó una enorme inundación en el solar” que puso “en riesgo la estabilidad de la fachada” que debía mantenerse en pie. “Este derribo no afecta en nada al resultado final del proyecto, que mantendrá exactamente el estilo y diseño de la casa antigua”, dice en esta nota informativa.

Irurak-Bat era una villa construida a comienzos del siglo XX, según informa Atalaya Ereaga, que fue remodelado en 1933 tras un incendio y reformado de nuevo en 1942. En la actualidad, su interior de madera se encontraba “afectado por termitas”. Tanto el proyecto como la licencia solo permitían derrumbar el interior del edificio, así como su cubierta y una de sus cuatro fachadas.

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Atalaya Ereaga indica que el edificio histórico no está recogido en el catálogo de bienes con protección oficial de la Diputación de Bizkaia. Cuenta con un régimen básico en el plan urbanístico de Getxo, eso sí, donde figura como “sometido a custodia municipal”, como otros 194 elementos urbanos de este municipio. Este régimen incluye edificios sin valores arquitectónicos relevantes y permite cualquier tipo de actuaciones, “incluidos el derribo y la sustitución”, aunque la sociedad promotora tenía previsto “mantener la composición del edificio, el acabado de la fachada y otros elementos decorativos y de herrería que aportaban identidad y valor” a la casa primitiva. El derribo de Irurak-Bat, en contra de los establecido en la licencia municipal de obras, obligará ahora a restituir estos elementos que lo distinguían.

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