EVOL, la secta que captaba a mujeres para un “nuevo mundo” en un pueblo de Zaragoza
Arrestados el líder de una asociación y tres de sus colaboradoras por manipular a sus seguidores para lograr dinero
La sociedad, tal y como lo conocemos, se iba a acabar en 2027 y el líder de la asociación EVOL era el único que tenía el conocimiento para crear un “nuevo mundo” en Escatrón, un pueblo de Zaragoza de apenas 1.000 habitantes. En ese plan, las mujeres iban a ocupar un puesto clave y, por ello, el líder de este grupo y sus colaboradoras buscaban captar a seguidoras. Ocho de esas mujeres han denunciado que las estaban manipulando para sacarles el dinero, en uno de los casos hasta 20.000 euros, según fuentes de la investigación, y ...
La sociedad, tal y como lo conocemos, se iba a acabar en 2027 y el líder de la asociación EVOL era el único que tenía el conocimiento para crear un “nuevo mundo” en Escatrón, un pueblo de Zaragoza de apenas 1.000 habitantes. En ese plan, las mujeres iban a ocupar un puesto clave y, por ello, el líder de este grupo y sus colaboradoras buscaban captar a seguidoras. Ocho de esas mujeres han denunciado que las estaban manipulando para sacarles el dinero, en uno de los casos hasta 20.000 euros, según fuentes de la investigación, y que su máximo dirigente las había sometido a agresiones, insultos y desprecios. La Guardia Civil ha detenido a los principales responsables de este grupo —tres mujeres y un hombre—, a los que se considera parte de una secta destructiva y se les investiga por asociación ilícita y estafa. El líder del grupo también tendrá que responder por delitos de amenazas, coacciones y lesiones. Los investigadores no descartan que el número de afectados aumente conforme avanza la investigación, ya que hay otras personas que por miedo o temor no han denunciado.
La asociación Escuela de Movimiento Evolutivo (EVOL), formada hace seis años, tiene su sede en una finca de gran extensión con diversas construcciones en torno a una vivienda principal, algunas de ellas casetas de obra o barracones. Casi una decena de agentes del USEIC, los especialistas en situaciones de riesgo de la Guardia Civil, irrumpieron en este recinto, aislado y de difícil acceso, mientras las gallinas saltaban y un perro daban la voz de alarma. Durante la actuación policial, en la que se produjeron los arrestos, los investigadores accedieron a numerosa documentación con parte del ideario del grupo y los votos que pedían a sus seguidores, como “no realizaré contactos con el exterior que no estén vinculados con mi dirección”, “abandonaré los espacios de placer y seguridad para acoger el vacío que hay en mí” o “no compartiré mis emociones”.
La vía de captación de los seguidores eran unos talleres y retiros espirituales relacionados con el autoconocimiento y crecimiento personal. A partir de ahí, los interesados conocían a un líder, que, con un discurso “con un gran poder de atracción”, se las ingeniaba para que rompieran las relaciones con su entorno y se creara una total dependencia hacia él. Cuando mostraban interés en sumarse al grupo, invitaban a las mujeres a convivir con ellos y con el resto de la comunidad, viviendo bajo las enseñanzas y directrices que marcaba el máximo dirigente.
“El líder se vendía a sí mismo como un salvador de la humanidad”, ha explicado este viernes la Guardia Civil en un comunicado. Pedía a los miembros que no tuvieran contacto con el mundo exterior, porque estaba “corrupto” y “enfermo”, y los sometía, según la investigación, a “agresiones físicas y verbales” si establecían contacto fuera del círculo. Los comportamientos violentos y las vejaciones se producían delante de otros integrantes, de forma que ejercía una “influencia y control absoluto sobre sus víctimas”, ha añadido el instituto armado.
En los espacios de la organización ―que usa como adornos múltiples figuras geométricas, como círculos o triángulos― encontraron un salón circular con asientos dispuestos a ras de suelo y esterillas, una gran campaña de hierro con el nombre de la organización grabado, o un calendario con tres fines de semana reservados para diferentes grupos de seguidores. Entre la documentación intervenida hay un listado de supuestos interesados en las charlas en el que se marcan precios de hasta 550 euros. Los investigadores también encontraron diversas cantidades de dinero en efectivo y pizarras con esquemas con los que supuestamente enseñaban su filosofía.
El dinero que supuestamente lograban con estas técnicas era empleado en la mejora de las instalaciones en las que se ubicaba la secta y para organizar nuevos talleres en los que poder captar a nuevas víctimas, según indican los investigadores. Una de las víctimas contó a los investigadores que había llegado a aportar hasta 20.000 euros, para lo que tuvo que vender casas y empeñar bienes.
La investigación, en manos del juzgado de primera instancia e instrucción de Caspe, ha sido realizada por la sección de información de la Guardia Civil de Cataluña, en colaboración con el grupo de información de Zaragoza y de la Jefatura de Información.