Comienza el juicio al acusado de matar a un vecino y a un negociador de la Guardia Civil tras atrincherarse en un pueblo de Valladolid
La Fiscalía pide 58 años de prisión para ‘Chiqui’, el hombre que en junio de 2022 cometió el doble crimen en Santovenia de Pisuerga
Este viernes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Valladolid el juicio contra Pablo Antonio S.H., conocido como Chiqui, acusado del doble asesinato de un vecino y de un negociador de la Guardia Civil al atrincherarse en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) el 30 de junio de 2022. Las sesiones comienzan este viernes y terminarán el 14 de junio ante un jurado popular en los juzgados vallisoletanos. La Fiscalía reclama 58 a...
Este viernes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Valladolid el juicio contra Pablo Antonio S.H., conocido como Chiqui, acusado del doble asesinato de un vecino y de un negociador de la Guardia Civil al atrincherarse en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) el 30 de junio de 2022. Las sesiones comienzan este viernes y terminarán el 14 de junio ante un jurado popular en los juzgados vallisoletanos. La Fiscalía reclama 58 años de cárcel por los asesinatos, una tentativa de asesinato, uno de secuestro y otro de tenencia ilícita de armas. Además, se le reclaman 792.000 para las familias de los dos fallecidos. El acusado disparó a Dionisio A., con quien había discutido horas antes, y luego hizo lo propio con el agente Pedro Alfonso Casado, miembro de una unidad de élite.
Los hechos comenzaron a última hora del 30 de junio de 2022, cuando la Guardia Civil tuvo que intervenir en una riña entre dos familias vecinas de unos bloques okupados en Santovenia. Dionisio A. y Carolina N. afirmaron ante los agentes que habían sido agredidos por otro residente de esos inmuebles, si bien el hombre dejó voluntariamente el Hospital de Valladolid, donde fue trasladado para ser atendido de ese primer ataque. Una vez de regreso a su domicilio, Dionisio y su hijo acudieron a la puerta de Chiqui para enfrentarse con él y este salió con un fusil, previamente cargado, y disparó sobre el abdomen de la víctima. A continuación, apuntó al hijo de este hombre, pero aquel tuvo tiempo de huir y evitar los tiros del acusado. Este regresó a su vivienda y se atrincheró en ella con un rehén, su yerno, que se encontraba allí cuando ocurrió el crimen y que fue amenazado durante horas con cortarle los dedos o matarlo. La casa se encontraba cercada por más guardias civiles, a quienes reclamaba desde heroína hasta un coche o dinero para darse a la fuga.
La complejidad de la situación conllevó que la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, ubicada en Madrid, se desplazara a Madrid para intentar ayudar a sus compañeros, que llevaban varias horas, ya en la madrugada del 1 de julio, intentando detener al individuo. Eran las siete menos cuarto de la mañana cuando, tras horas con varios especialistas se desplegaron alrededor del inmueble y negociando con el sospechoso, este disparó desde dentro de su vivienda, atravesó la puerta con la munición e impactó sobre Pedro Alfonso Casado, integrante de esa unidad y experto en casos como estos. El disparo le causó graves heridas de las que no se pudo recuperar tras varios días ingresado en el Hospital de Valladolid. Finalmente, Chiqui se entregó voluntariamente, sin más heridos ni agresiones sobre el rehén, tras recibir una dosis de metadona.
La Fiscalía, según ha informado Europa Press Valladolid, le reclama 58 años de prisión por sendos delitos de asesinato, una tentativa de asesinato, uno de secuestro y otro de tenencia ilícita de armas. Además, le exigen 310.000 euros para la familia del vecino fallecido y otros 382.000 para los allegados del agente. La viuda y las dos hijas del guardia civil elevan la petición a 84 años de cárcel y se encuentran representadas por la Asociación Pro Guardia Civil, quien recopila los mismos delitos y añade atentado contra la autoridad y coacciones.
El episodio supuso una enorme tensión durante aquella noche y la jornada siguiente en Santovenia, con decenas de guardias desplegados por la zona y cortando las calles cercanas a la casa donde se encerró el encausado. Alrededor del precinto se congregaron familiares de los implicados, quienes protagonizaron momentos de tensión y se encararon con los periodistas. La entonces delegada del Gobierno, Virginia Barcones, informó de que en la tarde anterior se produjo “una riña tumultuaria” con unos 12 implicados, donde resultaron heridos Carolina y Dionisio.