La investigación cuestiona la implicación de los seis detenidos por el crimen de Barbate
El análisis de un vídeo aportado por las defensas da un giro a las pesquisas sobre el asesinato de los dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en febrero
Giro inesperado en la investigación por el asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) tras ser embestida su embarcación por una narcolancha el 9 de febrero. Un vídeo aportado al sumario por las defensas de los seis detenidos —y comparado con otros nueve incorporados anteriormente a la causa— arroja dudas sobre su implicación en los hechos, después de que expertos del instituto armado hayan corroborado, con los metadatos d...
Giro inesperado en la investigación por el asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) tras ser embestida su embarcación por una narcolancha el 9 de febrero. Un vídeo aportado al sumario por las defensas de los seis detenidos —y comparado con otros nueve incorporados anteriormente a la causa— arroja dudas sobre su implicación en los hechos, después de que expertos del instituto armado hayan corroborado, con los metadatos del archivo informático, que no está manipulado. Las imágenes, adelantadas este viernes por El Independiente y a las que también ha tenido acceso EL PAÍS, están grabadas supuestamente por uno de los arrestados desde la embarcación en la que viajaban. En ellas se observa que, como declararon los acusados en el juzgado, la narcolancha desde la que se tomaron permanecía parada a más de 250 metros del lugar del suceso y que eran otras embarcaciones las que asediaban la zódiac en la que iban los seis guardias civiles. Dos de ellos, Miguel Ángel González y David Pérez, fallecieron en el choque y otros cuatro resultaron heridos.
En el inicio de ese vídeo, de 35 segundos, se aprecia que la embarcación desde la que se graba se encuentra detenida a la entrada del puerto de Barbate. A lo lejos se ve una maniobra de hostigamiento hacia una zodiac, supuestamente la de los agentes de la Guardia Civil, por parte de una lancha de 12 metros de eslora. Se aprecia cómo otra de las personas que está en la embarcación también está grabando con el teléfono móvil lo que ocurre en el puerto. Tras una de las pasadas de hostigamiento a la zódiac del instituto armado, se escucha a uno de los ocupantes de la embarcación pronunciar varias palabras dirigiéndose a otra persona presente. El sonido no es nítido, ya que predominan los silbidos del fuerte viento y el ruido de la embarcación moviéndose por el oleaje. El vídeo está siendo analizado en detalle por expertos del instituto armado.
La defensa de uno de los investigados asegura en un escrito presentado en el juzgado el 5 de abril que las palabras que se escuchan en el vídeo son: “Kiko, cuida (...) cuídate”, supuestamente en referencia a Francisco Javier M. P., alias El Cabra y Kiko el Loco, piloto de esa misma narcolancha desde la que se efectúa la grabación y uno de los detenidos. Según este documento, las imágenes supuestamente demuestran que la embarcación en la que estaba su cliente permanecía a la salida del puerto y no participó en el ataque a los agentes. El documento incide en que la narcolancha en la que estaban los investigados tenía cuatro motores fueraborda y dos antenas, una de ellas sin carcasa, y que es la única de las seis embarcaciones de las que había allí que tenía esa “singularidad”, frente a la que supuestamente embistió a la de los agentes, con solo una antena. La defensa subraya la actitud calmada de los tripulantes que reflejan las imágenes, algo que denota, a su entender, “perplejidad” sobre la escena que están observando y de ahí, el hecho de que lo estuvieran grabando. “No se corresponde con la actitud de quienes pudieran estar participando en los actos de hostigamiento”, valora.
Tras la incorporación de los vídeos al sumario, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Barbate, Ángel Rojas Navarro, que instruye la causa, abrió el martes una nueva línea de investigación. En una resolución, reclamó a un juzgado de Chiclana de la Frontera la información que hubiera recabado tras el hallazgo en una playa de esta localidad gaditana, al día siguiente del suceso, de otra narcolancha ―esta con tres motores y una sola antena― que presentaba importantes daños en su casco y cuyos ocupantes no han sido hasta ahora identificados.
La embarcación en la que viajaban los seis detenidos fue localizada en otro arenal, la playa La Hacienda, de La Línea de la Concepción, con marcas en su casco. Dos informes periciales de la Guardia Civil apuntaron en un primer momento que estos daños eran “compatibles” con la colisión con la zódiac en la que viajaban los dos agentes fallecidos y sus cuatro compañeros. Esto era supuestamente corroborado por los restos de pintura roja y gris que aparecieron en la narcolancha, colores con los que estaba serigrafiada precisamente la embarcación del instituto armado. Ahora, sin embargo, el juez quiere estudiar “una posible relación” de la embarcación localizada en Chiclana con el suceso. En la misma resolución judicial, solicita a la Guardia Civil que aporte a la causa ”los datos completos arrojados” por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE, cuyas cámaras y sensores permiten detectar y seguir las embarcaciones que se acercan al litoral) en la zona de la costa próxima al puerto de Barbate durante aquellas horas.
Los seis detenidos admitieron en sus declaraciones en el juzgado que estaban a bordo de una de las seis narcolanchas que aquel día se refugiaron del temporal en el puerto de Barbate, pero negaron que su embarcación fuera la que embistió la zódiac de los agentes. Los seis coincidieron en señalar que mientras se producían los hechos, la narcolancha en la que viajaban se mantuvo supuestamente junto a una boya de color rojo situada en la bocana del puerto y que nunca se aproximaron a la embarcación policial, y que había otras cinco embarcaciones, entre ellas una más de cuatro motores, que es la que en su versión “jugó con la gomita [zódiac]” de los agentes antes de embestirla. Algunos de ellos afirmaron también que vieron el impacto y que uno de ellos gritó: “¡No veas el porrazo les han dado a los hijos de puta!”.
A pesar de estas declaraciones, la jueza que inició la instrucción los envió a prisión preventiva a partir de un atestado de la Guardia Civil que recogía una decena de indicios que supuestamente los incriminaban. Lo hizo bajo la acusación de dos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y un delito de resistencia grave a agente de la autoridad. Los recursos que presentaron las defensas contra el encarcelamiento fueron rechazados por la Audiencia Provincial de Cádiz tras una vista celebrada el pasado 3 de abril. Entonces, las defensas ya esgrimieron la existencia de las imágenes ahora incorporadas a la causa.
Fuentes de la defensa aseguran que el vídeo corrobora lo que sus clientes han defendido desde el inicio: que ellos no fueron los responsables de la muerte de los agentes. Y destacan que la grabación se ha aportado “en el primer momento” en el que el instructor de la causa lo ha permitido, esto es, en un plazo de cinco días posterior a las detenciones. “No se hizo antes porque no se permitió”, recalcan. Posteriormente, añaden estas fuentes, han registrado en el juzgado el informe pericial encargado por ellos que analiza y describe lo que ocurre en cada fragmento, y su relación con otros nueve vídeos incorporados al sumario, incluido el de la cámara GoPro que llevaba uno de los guardias civiles que viajaba en la embarcación atacada. “Pedimos que se siga investigando”, reclaman estas fuentes.