Málaga prueba un perro robot para patrullar sus calles

No ladra, pero es capaz de hablar, grabar con una cámara de 360 grados y hasta poner multas. La Policía Local de Málaga participa en un proyecto para probar un perro robot, que acompañará a sus agentes en distintas situaciones durante los próximos meses. Pesa 35 kilos, cuenta con distintos computadores a bordo, está repleto de sensores y, ayudado por la inteligencia artificial, es capaz...

No ladra, pero es capaz de hablar, grabar con una cámara de 360 grados y hasta poner multas. La Policía Local de Málaga participa en un proyecto para probar un perro robot, que acompañará a sus agentes en distintas situaciones durante los próximos meses. Pesa 35 kilos, cuenta con distintos computadores a bordo, está repleto de sensores y, ayudado por la inteligencia artificial, es capaz de realizar trayectos de forma autónoma, alertar de emergencias o detectar infracciones. “Es un elemento de apoyo para los agentes”, según explica Pedro Merino, director del Instituto de Tecnología e Ingeniería del Software (ITIS) de la Universidad de Málaga (UMA), impulsor del prototipo.

La máquina, que porta un distintivo con luz azul en el lomo como advertencia de su labor policial, ha realizado este martes una demostración de sus funcionalidades en la calle Larios, la principal vía comercial de la capital malagueña. Con precisión, decisión y rapidez —se puede mover a 1,3 metros por segundo— ha realizado una ronda ante la expectación de decenas de curiosos. Los agentes le han marcado varias referencias en la vía para que pudiera hacer el recorrido de manera autónoma, aunque también puede ser manejado a distancia a través de wifi. También ha mostrado su capacidad para detectar situaciones de riesgo —como aglomeraciones— o ilegales y lanzar mensajes de advertencia o consejo. Cuando un chico ha pasado con su patinete a toda velocidad por la vía peatonal, el robot le ha advertido: “Está prohibido el uso de patinetes en esta zona”. Además “es casi indestructible”, según ha afirmado el vicerrector de Investigación y Divulgación de la UMA, Antonio Morales.

El prototipo es único en su especie. Y durante las próximas será testado por diferentes unidades de la Policía Local malagueña. Las pruebas, eso sí, se realizarán en lugares y horarios de menor afluencia de público que el centro de la ciudad para evitar que genere revuelo entre los viandantes e impida llevar a cabo las comprobaciones de manera eficaz. “El papel de la policía es fundamental porque, primero, nos ayudan a definir las situaciones problemáticas y entender qué ayuda necesitan; y, segundo, porque luego lo evalúan en la calle para ver el nivel de satisfacción”, subraya Merino, que cree que a corto plazo se podrán ver este tipo de canes en los cuerpos policiales de cualquier ciudad. De hecho, ya los hay en lugares como Nueva York. “Y aquí, la Policía Nacional, ya se ha hecho con uno similar”, señala.

El perro robot forma parte del proyecto 5G Tactile, financiado con fondos Next Generation y en el que la Universidad de Málaga trabaja junto a la división de Defensa y Seguridad de Telefónica y la empresa Alysis. El objetivo es conocer la capacidad que pueden tener este tipo de robots para ayudar en labores de seguridad pública. Y no solo en trabajos puramente policiales, también en otros como puede ser el apoyo ante situaciones de emergencia. De hecho, en junio volverá a participar en una demostración pública sobre su trabajo en un entorno de rescate y en septiembre lo hará para enseñar su participación en situaciones como incendios o edificios en ruinas, en los que puede ir de avanzadilla para informar sobre si las condiciones dentro son seguras o no. Hasta entonces, patrullará las calles de Málaga con visitas constantes al laboratorio del ISTA donde seguirá mejorando sus capacidades.