La dirección del PP se debate entre aupar a Dolors Montserrat o mantener a Alejandro Fernández en la candidatura a las catalanas
La cúpula del partido teme el conflicto interno mientras afronta nuevos problemas en la negociación con Ciudadanos
La candidatura del PP en Cataluña se ha enmadejado seis días después del anuncio del adelanto electoral. La dirección nacional afronta dos escenarios complejos: la elección de su candidato, bajo la sombra de un conflicto interno, y la negociación con Ciudadanos para concurrir en una única lista el próximo 12 de mayo, lo que se ha complicado en las últimas horas. La dirección nacional en la sede de la...
La candidatura del PP en Cataluña se ha enmadejado seis días después del anuncio del adelanto electoral. La dirección nacional afronta dos escenarios complejos: la elección de su candidato, bajo la sombra de un conflicto interno, y la negociación con Ciudadanos para concurrir en una única lista el próximo 12 de mayo, lo que se ha complicado en las últimas horas. La dirección nacional en la sede de la madrileña calle de Génova prioriza el cierre del pacto con CS, que se ha complicado porque los de Carlos Carrizosa rechazan integrarse en las listas del PP y exigen una coalición de partidos; mientras, la cúpula se debate entre la continuidad o el cambio de cabeza de lista. El dilema en el que se ha dividido la dirección popular, y que debe resolver Alberto Núñez Feijóo, pasa por aupar una candidatura alternativa, para la que la mejor situada es la jefa de la delegación popular europea, Dolors Montserrat, o bien mantener como número uno a Alejandro Fernández ante el temor a un choque de trenes si es relevado.
Feijóo no ha deshojado todavía la margarita, mientras el tiempo pasa y el PP se pone nervioso. “Hay una parte del partido que cree que debe ser Dolors la candidata, pero ella está reacia, y otra parte que opina que se debe dejar a Alejandro, aunque ha provocado malestar que plantee un pulso para quedarse. Ahora mismo diría que las probabilidades están al 50% entre Dolors y Alejandro”, apuntan fuentes próximas a la dirección del PP. La decisión puede todavía alargarse porque el plazo para presentar candidaturas no termina hasta el 8 de abril y las listas en el PP suelen cerrarse en el último minuto. “Todo puede pasar”, resumen las mismas fuentes, que advierten de que las catalanas son claves para “consolidar el mensaje nacional” de Feijóo. En sentido contrario, una contundente victoria del PSC podría funcionar “como un salvavidas para Pedro Sánchez”, alertan estas voces populares.
La decisión sobre la apuesta del PP en Cataluña, por tanto, es estratégica para Feijóo, que tiene que sopesar los pros y los contras de forzar o no un relevo en su cabeza de lista. Por un lado, las encuestas prevén un crecimiento del PP (de hasta 11 o 12 escaños por los 3 que tiene ahora en el Parlament) sin tener todavía confirmado el candidato, lo que lleva a algunos dirigentes a la conclusión de que en esta campaña “el candidato, sea el que sea, no va a resultar tan relevante” e importa más cómo se enfoque la estrategia. Sin embargo, los detractores de Fernández alegan que el diputado es “impredecible” y “podría haber disparidades entre su discurso y el que marque la dirección nacional, cuando es muy necesario que ambos estén alineados”.
Otras voces del partido que están participando en la discusión sobre la candidatura catalana afirman que Fernández “ha conseguido ser una referencia mediática en toda España, pero también sacó solo tres diputados en las últimas elecciones y no se ha ocupado en hacer partido en Cataluña”. “Hay que buscar a alguien que no reste y que también haga partido”, insisten estas fuentes, que apuntan también otros posibles nombres para sustituir a Fernández. El de Daniel Sirera, líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, aunque él quiere quedarse en el Consistorio, y el de Nacho Martín Blanco, exportavoz de CS y cabeza de lista del PP por Barcelona para las pasadas elecciones generales. “Que Génova quería sustituir a Fernández hace tiempo es una obviedad, pero se fue aplazando. Ahora están valorando otras opciones y valorando también qué pasaría con Fernández si trataran de forzar su salida”, explican estas voces del PP.
En el entorno del actual líder del PP catalán, contraponen que él tiene el respaldo “del 70% de las juntas locales” del PP en Cataluña y de la mayoría de las entidades civiles constitucionalistas. Concejales y militantes le están dando además su apoyo en la red con la etiqueta Yo con Alejandro. Fernández quiere continuar al frente de la candidatura y así lo ha manifestado en las conversaciones discretas que ha mantenido con los miembros de la dirección que se han puesto en contacto con él en los últimos días. Génova sigue, sin embargo, sin confirmarle. Y Feijóo sostuvo en una entrevista en OKdiario que quiere resolver la carpeta de la negociación con Ciudadanos antes de abordar el asunto del candidato.
El problema es que el acuerdo con CS también se ha enmarañado. El posible pacto no pinta bien porque ambos partidos se han atrincherado en posiciones opuestas. Los populares rechazan de plano concurrir en coalición, haciendo valer sus siglas, mientras Ciudadanos asegura que o hay coalición o van por separado.
Las conversaciones han encallado porque el PP plantea que los candidatos de Ciudadanos acaben integrándose en sus listas y estos lo rechazan tajantemente. “En Cataluña es imposible la absorción de Ciudadanos por parte del PP. Ni los afiliados ni los diputados aceptarían algo así”, afirman fuentes de CS, que descartan participar bajo el nombre de otra formación política. “O vamos solos o en compañía de otros, pero nunca de esa forma”, avisan. Tras sufrir una sangría de concejales y diputados, Ciudadanos prácticamente ha desaparecido en toda España pero en Cataluña, donde nació en 2006, sobrevive con seis escaños, aunque las últimas encuestas les sitúan fuera del Parlament. El PP persigue el pacto con CS para absorber definitivamente a sus antiguos votantes, que teme que se queden en la abstención si no hay acuerdo. “Parece que son las cenizas de CS”, señalan en el PP, “pero las cenizas pueden todavía dañar mucho”.