Los dos acusados por un atropello mortal tras una pelea en Málaga aseguran que fue un accidente

La Fiscalía sostiene que ambos embistieron en Benalmádena con su coche a la moto donde viajaban las dos víctimas, una mortal y otra herida, y pide 26 años de prisión

Edificio de la Ciudad de la Justicia de Málaga, sede de la Audiencia Provincial, en una imagen de 2018.Carlos Diaz (EFE)

Arrancó como una riña en un bar de madrugada y acabó con un atropello en el que falleció una persona y otra resultó herida de gravedad. Dos hombres están acusados de haber matado a Mustapha, un joven de 22 años y herir a otro, Ohtmane, de 19 en Benalmádena (Málaga, 73.160 habitantes) embistiendo con su coche la moto en la que viajaban ambas víctimas y, despué...

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Arrancó como una riña en un bar de madrugada y acabó con un atropello en el que falleció una persona y otra resultó herida de gravedad. Dos hombres están acusados de haber matado a Mustapha, un joven de 22 años y herir a otro, Ohtmane, de 19 en Benalmádena (Málaga, 73.160 habitantes) embistiendo con su coche la moto en la que viajaban ambas víctimas y, después, huir del lugar. Ocurrió pasadas las cinco de la mañana del 25 de febrero de 2017, pero no ha sido hasta este martes cuando ambos han declarado ante una jueza y un jurado popular.

“Los intenté esquivar”, ha dicho el conductor del vehículo, Eloy M., de 31 años, que asegura que “jamás en la vida” se le habría ocurrido golpear a las víctimas para asesinarlos y que la colisión fue fruto de un accidente. “Se les fue la moto y pegaron contra nosotros”, ha dicho su copiloto, Manuel P., de 48 años.

La Fiscalía pide 26 años para cada acusado, pena que las acusaciones particulares —una representa a la madre y la hermana del fallecido y otra al padre— elevan a 34 años y medio, por los delitos de asesinato con alevosía, intento de asesinato con alevosía y contra la seguridad vial. La defensa del considerado autor de los hechos, por ser quien conducía el coche, ha mantenido que su cliente debe ser condenado, como mucho, a un año por conducción imprudente. “El atropello fue un desgraciado y lamentable accidente”, ha asegurado la letrada Inés Barba. La defensa del copiloto solicita su total absolución al no considerarlo siquiera cooperador necesario porque, ha afirmado, no está demostrado que hubiera dejado su coche a su amigo con la idea de matar a los otros dos jóvenes.

El juicio comenzó este lunes en la Audiencia Provincial de Málaga con un intento de acercamiento entre las partes. Debido, entre otros factores, al largo tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos, siete años, la Fiscalía ofreció un acuerdo de conformidad que incluía ocho años de prisión para el conductor del vehículo y tres años y medio para el copiloto. Sin embargo, las defensas no lo aceptaron, así que el proceso ha proseguido este martes con la lectura de los relatos de los hechos, que incluyen las versiones de todas las partes —fiscal, las dos acusaciones particulares y las defensas— para, posteriormente, dar voz a los dos acusados.

El origen de los hechos es una pelea previa en el interior de un pub ubicado en la plaza Solymar de Benalmádena. Las distintas versiones coinciden en que todo comenzó después de las cuatro de la mañana, cuando uno de los acusados, Manuel, comenzó a hablar con una joven, Laura, pareja de Mustapha, quien más tarde resultaría muerto en el atropello. Las acusaciones afirman que el acusado la molestaba y las defensas que solo conversó con ella. “Vi a dos chicas y les pregunté sí querían beber algo. Dijeron que sí y les invité a una copa. Luego vi a una sola y fui a hablar con ella”, ha explicado ese acusado.

Según coinciden la mayoría de versiones de los hechos, al llegar el lugar Manuel vio que la joven estaba junto a su novio, quien golpeó sin mediar palabra al ahora acusado. Tras la posterior riña, el personal del bar acabó expulsó al agresor y sus amigos, entre los que estaba la segunda víctima, Ohtmane. Más tarde, intervino la Policía Nacional. Los agentes recomendaron entonces a Manuel —quien había hecho la llamada al 091— y Eloy que se fueran de allí. Ambos se dirigieron a su coche, un Renault Laguna color negro. Según aseguran los acusados, en el camino a su vehículo fueron agredidos con un cuchillo de grandes dimensiones por las dos víctimas, que se habían acercado a ellos en moto. Finalmente, consiguieron subir al coche y salir del lugar.

En lo ocurrido en los minutos posteriores es donde las versiones difieren mucho más. La Fiscalía y las dos acusaciones particulares aseguran que uno de los acusados, Eloy, que reconoce haber consumido alcohol y cocaína, se dirigió hasta la avenida donde sabía que iba a pasar el ciclomotor con sus supuestos agresores. Entonces se adentraron en la vía en dirección contraria y embistieron al vehículo de frente. Pasaron por encima de la moto y de uno de sus ocupantes, y “con ánimo de venganza y de acabar con sus vidas”, según la fiscal, lo hicieron de nuevo marcha atrás. Finalmente huyeron a toda velocidad. El conductor del ciclomotor, Mustapha, murió aplastado en el acto. Y su acompañante, Ohtmane, resultó herido de gravedad, sufrió distintas intervenciones quirúrgicas, pasó un mes en silla de ruedas y necesitó de más de 400 días para su recuperación, a pesar de la cual le han quedado varias secuelas.

Los acusados sostienen, sin embargo, que todo es fruto de un accidente. El copiloto recuerda que tenían miedo y sufrían pánico por lo que les acababa de suceder. También dice que estaba sangrando después del golpe recibido con el cuchillo y que mientras querían irse de allí, en un cruce vio que se les acercaba el ciclomotor donde viajaban las víctimas. “Íbamos a esquivarles, pero a ellos se les va la moto y chocan contra nosotros”, ha explicado Manuel P., que justifica que ellos entraran al carril en dirección contraria a los nervios y a “un volantazo”. “Yo pensé que no había sido tan grave. No vi los cuerpos en el suelo. Solo pensaba que se iban a levantar e iban a venir a por nosotros”, ha insistido el conductor a las preguntas del fiscal.

El juicio continuará en los próximos días con la participación de numerosas personas. Desde un taxista que vio el accidente y fue quien apuntó la matrícula del Renault Laguna con el que se cometieron los hechos hasta los agentes de Policía Nacional que acudieron a la llamada por la pelea en el bar. También algunos de sus participantes, así como distintos médicos y especialistas que han participado en la instrucción del caso.

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