IU propone que Sumar sea una federación de partidos que respete la “autonomía” de cada uno
El borrador del documento político que definirá la línea estratégica para los próximos cuatro años apuesta por “feminizar la organización” y “reforzar” su implantación territorial
Izquierda Unida apuesta por que Sumar se convierta en una federación de partidos con mecanismos de coordinación que respeten la “autonomía” de cada uno de ellos y sin “asimetrías” entre territorios y organizaciones. A poco más de dos meses y medio de la Asamblea para suceder a Alberto Garzón, los próximos 18 y 19 de mayo, y en pleno debate sobre la configuración del espacio que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz, el borrador del documento que def...
Izquierda Unida apuesta por que Sumar se convierta en una federación de partidos con mecanismos de coordinación que respeten la “autonomía” de cada uno de ellos y sin “asimetrías” entre territorios y organizaciones. A poco más de dos meses y medio de la Asamblea para suceder a Alberto Garzón, los próximos 18 y 19 de mayo, y en pleno debate sobre la configuración del espacio que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz, el borrador del documento que definirá la línea política de IU los próximos cuatro años dedica un apartado a la propuesta de construcción del “frente amplio” con las fuerzas que integran la coalición, pero también marca entre sus prioridades el “feminizar” el partido y “reforzar su implantación territorial” y su “solidez organizativa”. Bajo el título La izquierda que estuvo, está y estará, el texto presenta a la formación como la más “sólida y fiable del conjunto de la izquierda transformadora”, reitera su postura a favor de la “disolución” de la OTAN y se muestra crítico con una futura entrada de Ucrania en la UE. El documento aprobado por la actual dirección el lunes pasado deberá ser sometido ahora a debate en las federaciones.
La propuesta de IU sobre Sumar vuelve a poner límites a la organización de Díaz, al señalar que aunque para ellos la mejor fórmula para articular el espacio es la de la federación de partidos, cualquier otra puede ser válida, “excepto la de partido político”. Después de la ruptura de Podemos en diciembre pasado, la formación subraya que ”apuesta por un espacio conjunto que crezca y no se reduzca” y que tenga una “mayor fortaleza organizativa”. En este sentido, propone “mecanismos efectivos de participación democrática, deliberación y toma de decisiones”.
En septiembre pasado, el entonces líder de Izquierda Unida ya alertaba de algunas deficiencias en la construcción de la coalición en los primeros meses. “Los mecanismos de coordinación deben respetar la autonomía de todas las partes integrantes”, establece ahora el texto, que también aboga por un “proceso político sin asimetrías entre los territorios y las organizaciones”, un aviso a su posicionamiento respecto a otras fuerzas que han marcado ya límites a Sumar en sus comunidades, como Más Madrid o Compromís en el caso de la Comunidad Valenciana y donde no está claro si la coalición de Díaz concurriría o no con su marca ni qué haría IU en ese supuesto. “Garantizar derechos de participación a las organizaciones y a las personas es también establecer un sistema donde todos y todas sepamos de qué reglas nos dotamos, las cuales deben ser las mismas para todos y todas. Esto solo será posible haciendo efectivo el principio de una persona un voto”, señala.
El debate en Izquierda Unida atraviesa también la construcción de la propia Sumar, que celebra su primera Asamblea el 23 de este mes. El partido ya ha mostrado su rechazo a la propuesta de la plataforma para que en la dirección solo un 30% de los asientos sean ocupados por miembros de otros partidos políticos.
“Frente amplio”
El documento de IU advierte también de que si Sumar no avanza en la construcción de ese “frente amplio”, Izquierda Unida buscará “consolidar la coalición a nivel estatal” “reforzando la bilateralidad”. La organización también defiende que no se puede utilizar la marca común de la coalición “contra los actores” que han “construido el proceso”, es decir, que si en un territorio no hay acuerdo para concurrir juntos, Sumar no debería presentarse con ese nombre.
En su análisis del contexto político, el texto reconoce que el espacio “arrastra el desgaste de la fatiga, la merma de expectativas y la división” y añade que “a pesar del Gobierno de coalición, salvado in extremis, son las fuerzas conservadoras quienes llevan la iniciativa política-cultural, lideradas por sus facciones más radicales”. “Trabajaremos por reforzar IU, esto es, por reforzar su implantación territorial, su inserción social y su solidez organizativa”, reza el documento, que saca pecho de los “avances” logrados en un “contexto histórico muy difícil” y llama a “consolidar y profundizar” en ellos.
“La transformación que propugnamos exige un Estado con un poder público fuerte, democrático y participativo, que intervenga para garantizar los derechos y proteger particularmente los de la mayoría social trabajadora para establecer servicios públicos de calidad y universales”, incide también el escrito.
El documento tilda de “imprescindible” la tarea de “feminizar la organización”. Aunque todavía no ha trascendido una propuesta formal sobre el equipo que dirigirá IU los próximos años, la actual ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ahora el perfil con mayor proyección pública, se posiciona como uno de los nombres con más papeletas para el cargo de coordinadora federal. La que fue hasta noviembre portavoz y número dos del partido ya ha confirmado públicamente su disposición a dar un paso al frente si la formación así lo decide. Garzón abandonó en diciembre pasado la ejecutiva, tan solo unos días después de dejar el Ministerio de Consumo con el nuevo Gobierno y tras más de siete años llevando las riendas de la organización.