Las elecciones gallegas devuelven a Feijóo a la casilla de salida

El líder del PP afronta un plebiscito sobre su liderazgo. Los comicios coinciden con el segundo aniversario de la muerte política de Pablo Casado

Alberto Núñez Feijóo, durante un mitin celebrado en Outeiro de Rei (Lugo), el día 11.ÓSCAR CORRAL

El sorpresivo giro del PP sobre la cuestión catalana en la recta final de campaña de las elecciones gallegas ha desatado todo tipo de teorías. La más extendida es la de la voladura controlada. Que el partido, lanzando el mensaje de que...

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El sorpresivo giro del PP sobre la cuestión catalana en la recta final de campaña de las elecciones gallegas ha desatado todo tipo de teorías. La más extendida es la de la voladura controlada. Que el partido, lanzando el mensaje de que estaría abierto a estudiar un indulto condicionado a Carles Puigdemont, quiso preparar el terreno ante el riesgo de que el expresidente catalán fugado en Bélgica cumpliera su amenaza ―“todo se sabrá”― y tirara de la manta sobre las conversaciones discretas que Junts mantuvo con el PP en agosto.

Sin embargo, la fuente de la cúpula del partido que transmitió esa información a 16 periodistas el viernes 9 ―entre los que estaba EL PAÍS― ha negado esa teoría a los dirigentes populares con los que ha hablado después. Les ha dicho que no tenía intención de enviar “ningún mensaje ni a Junts, ni a nadie”, y que todo se redujo a un “hablar por hablar” en un ambiente distendido, según cuenta uno de ellos. Da igual. Como consecuencia del incendio político que provocó ese patinazo, las elecciones gallegas de este domingo se han convertido en un plebiscito sobre el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP tiene que sobreponerse a los idus de febrero, que no han traído buenos augurios al PP en el pasado más reciente.

Un 18 de febrero como este en el que los gallegos van a ir a votar, hace dos años, Pablo Casado cometió el error fatal que terminó con su carrera política. El entonces líder del PP acudió ese día a una emisora amiga, la Cope, para lanzar una acusación que terminaría convirtiéndose en su epitafio. Casado disparó contra su compañera de partido y rival interna, Isabel Díaz Ayuso, acusándola de haber contratado de forma irregular con su propio hermano en plena pandemia. Lo que sucedió después es historia. La vertiginosa defenestración del líder del PP se terminó de fraguar solo cinco días después, el 23 de febrero de 2022, con los barones del partido decidiendo bien entrada la madrugada en la calle de Génova que Casado renunciara al puesto de mando y que el entonces presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, asumiera el timón. Dos años después, el barón gallego al que todos miraron para salvar al partido en aquellos momentos de zozobra se enfrenta a una prueba de supervivencia.

El propio Feijóo parece ser consciente de que las aguas del PP pueden removerse mucho si este domingo el partido pierde la Xunta de Galicia. En la conversación con los 16 periodistas que desató la polémica, la fuente de la cúpula del PP dejó sin respuesta la pregunta ―reiterada― de qué pasará en la formación si pierden Galicia. El líder sabe que se la juega porque coinciden varios factores: que se examina en su tierra, un feudo histórico del PP; que ha tenido una intensa implicación en campaña y que se ha empeñado en jugarla en clave nacional. A lo que se ha unido, en la última semana, el traspié sobre el indulto a Puigdemont que ha impactado de lleno en las expectativas de su candidato, Alfonso Rueda.

Pero, ¿qué escenario se abriría en el partido si el PP pierde el poder en Galicia? “Sería un elemento de distorsión interno importante, habría muchas dudas”, responde un presidente autonómico de los de mayor peso dentro de la formación. “Sería tremendo para el PP”, aventura, “pero no creo que se obligue a Alberto a irse”.

Otros presidentes autonómicos del PP de territorios decisivos en una hipotética batalla interna creen que, después del fiasco de las generales, estas elecciones son para Feijóo un match ball (punto de partido) y además, sea cual sea el resultado, tendrá un gusto amargo. “El problema para Feijóo es que si perdemos, se abriría una crisis importante; pero si conservamos el poder, en realidad nos quedamos igual”.

En caso de fracaso electoral, los veteranos del PP anticipan una “mini crisis” interna y “un cuestionamiento del liderazgo de Feijóo”, pero descartan que se forzara el cambio a otro líder. “Salvo que él decidiera abandonar”, analiza un dirigente con responsabilidades en distintas etapas, “estoy seguro de que habría también un cierre de filas”. “No nos podemos permitir el lujo de abrirnos otra vez en canal”, subraya. Este veterano apunta como clave que ni siquiera hay un liderazgo alternativo claro a Feijóo. “Iríamos a una confrontación entre las dos almas con una pugna entre Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno. Gobernamos en muchos sitios y no nos lo podemos permitir”, zanja.

Lo que sí se espera en el partido es que a Feijóo se le pidan cambios. Y lo que nadie puede descartar en caso de un fiasco en Galicia es una muerte política del líder popular en diferido, con una disputa por el liderazgo para la candidatura de las siguientes elecciones generales. Pero para que ese escenario se abriera, harían falta sucesivas derrotas electorales y una fuerte caída demoscópica del PP, opinan en los distintos sectores.

Por su parte, el todopoderoso PP madrileño de Isabel Díaz Ayuso ―al que se dirigirían todas las miradas si Feijóo pierde este domingo― augura que el partido resistirá en Galicia. Los estrategas del PP de Madrid sostienen que Rueda sacará 40 escaños (dos más que la mayoría absoluta) y que el patinazo del indulto condicionado a Puigdemont puede influir en que Vox crezca, pero no para que haya un descalabro electoral del PP. Esto es así, defienden, porque la fortaleza de los populares es el voto rural y el debate sobre la amnistía “es esencialmente un debate urbano”. Ahora bien, en el PP de Madrid consideran que Feijóo, “que ya había conseguido ritmo y solvencia, ahora tiene que volver a empezar otra vez”.

Pase lo que pase este domingo, la primera en pronunciarse será Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña comparecerá en un desayuno informativo que ya tiene comprometido el lunes a las 9.30. Hace justo dos años, ante los idus de febrero, ella salió vencedora.

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