Los cuatro ‘narcobuzos’ de la playa de San Balandrán eluden más de 50 años de cárcel
Tres ciudadanos peruanos y un albanés esquivan también una multa de diez millones tras llegar a un acuerdo judicial tras pretender introducir un alijo de más de 70 kilos de cocaína en Asturias
Una banda de narcotraficantes afincados en Barcelona han eludido más de 50 años de cárcel y una multa de diez millones tras su intento de introducir 70 kilos de cocaína en Asturias. Los criminales demostraron su ingenio al idear un método particular para trasladar la droga. Concretamente, utilizaban a un grupo de exmilitares peruanos reconvertidos en narcobuzos que ocultaban la sustancia en los respiraderos de un buque sin el conocimiento de los propietarios, para su posterior reparto por España. Aunque la operación fracasó y los autores fueron detenidos, los criminales han salido relat...
Una banda de narcotraficantes afincados en Barcelona han eludido más de 50 años de cárcel y una multa de diez millones tras su intento de introducir 70 kilos de cocaína en Asturias. Los criminales demostraron su ingenio al idear un método particular para trasladar la droga. Concretamente, utilizaban a un grupo de exmilitares peruanos reconvertidos en narcobuzos que ocultaban la sustancia en los respiraderos de un buque sin el conocimiento de los propietarios, para su posterior reparto por España. Aunque la operación fracasó y los autores fueron detenidos, los criminales han salido relativamente bien parados. La Fiscalía del Principado de Asturias solicitaba una suma de 69 años de prisión para cuatro procesados pero tras reconocer los hechos, los cuatro implicados han aceptado el pasado jueves una condena de seis años y medio de cárcel para cada uno por sus delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.
Los hechos sucedieron en los primeros meses de año 2020. Según el relato de la Fiscalía, los ahora cuatro procesados formaban parte de un entramado perfectamente organizado y jerarquizado, en el que cada uno realizaba una función concreta con el fin de distribuir la droga con rapidez. El líder es un militar profesional encargado de preparar la logística y de coordinar las acciones de los demás. Otros dos procesados son buzos militares, con amplio conocimiento en operaciones subacuáticas.
Desde Perú, el líder llevó a cabo las gestiones oportunas para introducir en la caja de mar de un barco dos bolsas de lona que contenían 60 paquetes de cocaína. Dos submarinistas profesionales llegaron hasta el buque buceando con la droga y sin salir del agua, abrieron uno de los respiraderos del casco del barco para camuflar la droga en su interior. De este modo, evitaban que fuera detectada en los controles rutinarios que se realizan. El barco tuvo como origen el Puerto Callao de Lima (Perú) y como destino el Puerto asturiano de Avilés e iba a hacer, al menos, una escala en el Fondeadero de Balboa (Panamá).
Solventado el episodio del transporte y con el fin de preparar la logística necesaria para recuperar la droga del buque, el líder del grupo viajó en avión desde Perú hasta París; realizó una escala en Ámsterdam y llegó hasta Cataluña donde se reunió con otro de los integrantes de la organización.
Operación condenada al fracaso
Una vez en España, llevaron a cabo los preparativos para buscar alojamiento al resto de los miembros de la organización y en febrero de 2020 alquilaron a través de Internet una vivienda vacacional en Avilés (Asturias). También se encargaron de alquilar dos vehículos y de adquirir los medios materiales necesarios para recuperar la droga procedente de Perú que llegó a Avilés el 10 de marzo de 2020.
Pero la operación tenía los días contados. La Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) descubrió la operación y comunicó a las autoridades militares de Panamá la existencia de la carga ilegal en el buque y tras contactar con la Fiscalía Superior de Drogas de Panamá se puso en marcha una operación encubierta consistente en retirar los 60 paquetes de la sustancia estupefaciente que se encontraba en las dos bolsas dentro de la caja de mar del casco del buque y reemplazarlos por otros 60 paquetes de similares características, en los que se introdujo una sustancia inocua para la salud. A su vez, incorporaron un dispositivo con sistema de posicionamiento global (GPS) para conocer su ubicación en todo momento.
La operación se llevó a cabo el 15 de febrero de 2020 por buzos profesionales del Servicio Nacional Aeronaval de la República de Panamá, con la coordinación de la Fiscalía Superior de Drogas que tras sacar las bolsas a la superficie, fueron trasladadas al Laboratorio de Sustancias Controladas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá que el día 16 de febrero de 2020 concluyó que los 60 paquetes intervenidos contenían 72,14 kilos de cocaína cuyo valor en el mercado podría haber alcanzado hasta cinco millones de euros.
Incautada la mercancía, el Fiscal Superior de la Fiscalía Especializada en delitos relacionados con drogas de la República de Panamá solicitó una entrega vigilada y se encomendó a la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDyCO) la investigación. Así, los agentes establecieron un dispositivo de la vivienda ocupada por los procesados en Avilés. Sobre las diez de la noche del 11 de marzo de 2020, los procesados salieron hacia la Playa Pekes en Zeluán, próxima a la playa de San Balandrán, en el término municipal de Avilés. Sobre las 02.00 horas del 12 de marzo de 2020, debidamente equipados con equipos de buceo, dos de los ahora condenados se introdujeron en el mar y accedieron hasta el barco, donde recogieron del interior de la caja de mar del buque las bolsas de deporte que contenían los 60 paquetes con las sustancias sustituidas.
A su regreso, fueron detenidos en la playa por los agentes junto a un tercero que estaba haciendo vigilancia en la orilla contraria a la que encontraban sus dos compañeros. El cuarto integrante, que huyó en el coche en el que esperaba a sus compinches, fue detenido horas más tarde tras una persecución que acabó cerca del embalse de Trasona, en Corvera de Asturias.
Una vez con los cuatro detenidos en comisaría y cumplimentadas las diligencias policiales, fueron puestos a disposición judicial y todos ellos (tres peruanos y un albanés) ingresaron en prisión. Entre los efectos que les fueron intervenidos por la Policía Nacional destacan 2.200 euros documentación, dos vehículos de alta gama y diez teléfonos.
Los procesados tampoco deberán abonar la multa de diez millones de euros que solicitaba la Fiscalía al considerar la acusación pública que no queda acreditado el peso ni la pureza de la cocaína que fue detectada por las autoridades panameñas. Dos de los procesados deberán ser expulsados de forma inminente del territorio español y los otros dos acabarán de cumplir la pena en España.
Aunque esta es la primera vez que se detecta en Asturias la actuación de narcobuzos, esta táctica ya había sido empleada en España, si bien hasta ahora la mayoría de los casos habían tenido lugar en el sur. Así se actuó, por ejemplo, en una operación que fue bautizada como ‘Mira’ y que permitió recuperar 1.158 kilos de hachís y detener a ocho personas en Málaga.