Pirri y Fofó vuelven al calabozo
Los históricos atracadores de Valladolid vuelven a ser detenidos por secuestrar a un empresario y ejecutar numerosos atracos
La Guardia Civil se ha vuelto a cruzar en el camino de los hermanos Pirri y Fofó, delincuentes habituales en la provincia de Valladolid. Roberto y Alfonso Rivera Díez, históricos integrantes de las apodadas Banda del BMW y Banda del mazo, han sido detenidos junto a cuatro personas más en una intervención coordinada en tres barrios vallisoletanos, Galicia y Cantabria. Pirri y Fofó han protagonizado múltiples episodios de robos, asaltos y narcotráfico durante años de actividad delictiva. Es...
La Guardia Civil se ha vuelto a cruzar en el camino de los hermanos Pirri y Fofó, delincuentes habituales en la provincia de Valladolid. Roberto y Alfonso Rivera Díez, históricos integrantes de las apodadas Banda del BMW y Banda del mazo, han sido detenidos junto a cuatro personas más en una intervención coordinada en tres barrios vallisoletanos, Galicia y Cantabria. Pirri y Fofó han protagonizado múltiples episodios de robos, asaltos y narcotráfico durante años de actividad delictiva. Esta vez han sido arrestados como líderes de un grupo criminal responsable del secuestro de un empresario, su esposa y su hija hace año y medio, así como de numerosos atracos violentos.
La operación Tratadopa comenzó hace varias semanas con la detención de varios miembros en Galicia y Cantabria. Las acciones policiales comenzaron en febrero de 2022, cuando la banda secuestró a un matrimonio de empresarios y a su hija menor de edad haciéndose pasar por guardias civiles. Los falsos agentes interceptaron a las víctimas en una carretera en Valladolid alegando estar en plena investigación de tramas contra el blanqueo de capitales. Entonces, condujeron a la familia hasta su domicilio en Tordesillas (Valladolid) y les amenazaron para que abriesen una caja fuerte de la que sustrajeron joyas y dinero en efectivo. Además, los delincuentes ataron a la familia y propinaron una paliza al hombre.
Fuentes de la Guardia Civil de Valladolid insisten en que tanto los hermanos Pirri y Fofó como los secuaces de los se rodean actúan “de forma muy sofisticada y con tecnología avanzada” y alguno de los agentes que han perseguido anteriores acciones de este clan se refiere a ellos como “unos elementos de cuidado” por su capacidad para cometer hechos irregulares. El método que siguen consiste en vigilar pormenorizadamente a empresarios o personas con alta capacidad adquisitiva para conocer sus rutinas y planear sus estrategias para optimizar la ganancia de sus robos. Tampoco dudan en alquilar o sustraer vehículos de alta gama a fin de huir rápidamente cuando corresponde.
Las autoridades les han imputado un total de 12 hurtos en domicilios, así como una amplia gama de delitos: tenencia ilícita de armas, amenazas, falsedad documental, robo de vehículos, pertenencia a grupo criminal organizado, tráfico de drogas o atentados contra los agentes. De los seis detenidos, cuatro han ingresado en prisión, entre los que se encuentran los dos hermanos. Cuando uno de ellos fue arrestado, en Tordesillas, se le aprehendieron dos armas de fuego, altas cantidades de dinero en efectivo y dos armas de fuego. En los registros en los domicilios del resto de delincuentes, la Guardia Civil se incautó de 13 vehículos de gran cilindrada. “Hay de todo, desde automóviles robados a alquilados u otros que son propiedad suya”, explican las fuentes consultadas. También había un dron, chalecos antibalas, cámaras de todo tipo, micrófonos, balizas e inhibidores de frecuencia para facilitar su huida o eludir a la Policía cuando perpetran sus golpes.
Los dos hermanos delincuentes cuentan con un “largo historial de robo a empresarios”, a quienes hacen “seguimiento y enorme vigilancia”, informan fuentes de la Guardia Civil. Ambos pertenecieron a la que en un inicio se conoció como banda del BMW, que durante años ejecutó atracos y butrones en negocios o centros comerciales en la provincia de Valladolid estampando algunos de estos coches de alta cilindrada para robar dinero o mercancía valiosa antes de darse a la fuga. Anteriormente, integraron otra organización, la apodada banda del mazo, que se valía de mazas y otros objetos contundentes para reventar cristaleras y acceder a tiendas o cajas fuertes. Fuentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de Valladolid insisten en que la eficacia de esa forma de atracar ha supuesto que más bandas criminales la hayan imitado con frecuencia y pueda acotarse un número exacto de integrantes de esos grupos delictivos que emplean esa forma de robar.