Feijóo supera el examen interno en el PP para consolidarse como líder de la oposición

Estaba a prueba. Tras semanas “de bandazos que han desconcertado a todos”, en palabras de una baronía de las de mayor peso del PP, Alberto Núñez Feijóo se la jugaba en su investidura. Tenía que convencer a los suyos y ganarse la auctoritas, que tenía en cuestión desde que falló en las generales con una victoria insuficiente para gobernar. Transcurrida esta semana, a pesar de la derrota de su candidatur...

Estaba a prueba. Tras semanas “de bandazos que han desconcertado a todos”, en palabras de una baronía de las de mayor peso del PP, Alberto Núñez Feijóo se la jugaba en su investidura. Tenía que convencer a los suyos y ganarse la auctoritas, que tenía en cuestión desde que falló en las generales con una victoria insuficiente para gobernar. Transcurrida esta semana, a pesar de la derrota de su candidatura, Feijóo ha superado el examen interno, según la opinión de los dos centros de poder más importantes del PP, Madrid y Andalucía. El político gallego sale investido como líder de la oposición y consigue crédito interno, al menos hasta después de las elecciones europeas de 2024, apuntan en estas presidencias autonómicas del PP. El partido en Madrid espera, eso sí, que a partir de ahora quite “el freno de mano” y se lance al ataque utilizando todo el poder territorial del partido contra Pedro Sánchez.

La fotografía que buscó el viernes el PP no dejaba lugar a dudas. El líder quiso fotografiarse en las escalinatas del Congreso antes de la última jornada de investidura junto a la mayoría de sus 280 diputados y senadores. Se trataba de una exhibición de fuerza y de unidad interna pensada para arropar al político gallego, que ya había arrancado el debate el martes acompañado por casi todos los presidentes autonómicos de su partido. La realidad es que el martes, antes de su discurso, en las filas del PP se respiraba inquietud por el desempeño del líder. El viernes, pese a la derrota, el ánimo era otro: el partido le ha dado su aprobación.

Feijóo inaugura un nuevo capítulo después de esta semana. El de, ahora sí, líder de la oposición y del PP, un puesto que, a pesar de que formalmente ya ostentaba, tenía que revalidar ante los suyos. Hasta él mismo amagaba, antes de afrontar la prueba de su investidura, con irse antes de tiempo, como dejó abierto en una entrevista en Abc el domingo pasado, en la que dijo que si llegaba al convencimiento, “dentro de cuatro o de tres años” de que no era “lo suficiente útil” al partido, sería “coherente” con esa reflexión. “El balance es muy positivo. Lo volveríamos a hacer”, dijo, en cambio, el viernes a la salida del Pleno, consciente también, porque se lo hicieron llegar, de que el poder territorial del PP le daba el plácet.

“El PP sale unido internamente, y socialmente, Feijóo sale bien”, analizan fuentes al más alto nivel del PP andaluz. “Las semanas se nos hicieron largas, pero del debate Feijóo sale bien. No se ha equivocado, no se ha metido en charcos, no se ha pasado de frenada”, consideran estas fuentes. En el otro lado, los populares andaluces ven “al PSOE muy confiado, en plan kamikaze” y con un frente muy complicado para armar su mayoría de investidura, lo que se lo pone fácil al líder del PP en la oposición. “Feijóo ha ganado más poder territorial que el que tuvieron Aznar y Rajoy, tiene un discurso relativamente sencillo contra Sánchez, está estrenando el Congreso. Y esta semana se ha quitado una carga y toda la presión que llevaba encima, porque era muy complicado para él este discurso”, juzgan en el PP de Andalucía, donde advierten de que “no hay plan B” a su liderazgo. “Nos mete en un lío a todos y además después de esto está fuerte y con ganas”.

El PP de Isabel Díaz Ayuso en Madrid también ha dado el aprobado a Feijóo. Fuentes de alto nivel del PP madrileño creen que el líder se ha ganado la paz interna, al menos, hasta después de las próximas elecciones europeas de junio de 2024, en las que se volverá a analizar el escenario político. Por el camino ― quizá se celebren después, o a la vez― están las elecciones gallegas y vascas, que actuarán también como otro examen. Sobre todo las gallegas, porque Feijóo dejó la Xunta de Galicia para ocupar el trono nacional del PP, y sigue vinculado a su tierra. Si en Galicia se perdiera la mayoría absoluta, “se movería el barco”. Pero Feijóo tiene de momento crédito del PP de Ayuso. Aunque los populares madrileños quieren que, a partir de ahora, levante el freno y pise el acelerador para hacer oposición a degüello contra Sánchez “poniendo en valor todo el poder territorial del PP”.

Para eso, las principales baronías del PP reclaman cambios internos. Coinciden en pedir una figura de coordinación de las presidencias autonómicas, que se encargue de hablar con los territorios y cohesionar la estrategia y el mensaje. Feijóo tiene previsto renovar el comité de dirección y las portavocías de Congreso y Senado, pero en principio esperará a que se resuelva el Gobierno.

El líder popular cuenta también con la luz verde de José María Aznar. El expresidente del Gobierno, a través de la fundación FAES, considera que el debate de investidura ha puesto de manifiesto que el líder del PP cuenta “con un programa político solvente, realista e integrador” y que Feijóo es “un político con capacidad para explicarlo, con destreza parlamentaria y liderazgo”. “Si alguien albergaba alguna duda sobre la procedencia de que Alberto Núñez Feijóo se sometiera a un debate de investidura que, es cierto, tenía pocas posibilidades de ganar”, concluye FAES en un editorial hecho público este viernes tras la segunda votación, “esas dudas han quedado sobradamente despejadas”.

La investidura fallida permite al político gallego consolidar su liderazgo a corto y medio plazo, pero también deja abiertos algunos interrogantes. Uno es su relación con Vox, tras un debate “condescendiente” con la extrema derecha, según el sector moderado del PP, que espera que no marque un precedente. Otro es la ausencia de un proyecto para Cataluña, como le afeó Míriam Nogueras, la portavoz de Junts, partido con el que el PP ha levantado el veto y se abrió a conversaciones nostálgicas de los tiempos de CiU. Y, por último, la ruptura de puentes con el PNV, pese a que Feijóo había protagonizado un largo cortejo con la formación vasca tratando de salir de su aislamiento con los nacionalismos. “Entre su partido y el nuestro hay un abismo muy profundo”, le espetó el portavoz, Aitor Esteban, al líder popular desde la tribuna, marcando el fin de su breve acercamiento. Feijóo tendrá que afrontar todos estos frentes abiertos, pero sale del debate con lo más importante: investido como líder de la oposición.