Berta Linares, exalcaldesa de Maracena: “Jamás nos reunimos para idear el secuestro”

El 21 de febrero, el compañero sentimental de la entonces alcaldesa de Maracena (Granada, 22.293 habitantes) retuvo y amenazó durante dos horas a Vanesa Romero, concejala socialista, que mantenía una relación tensa con la regidora. Tanto ella como el secuestrador, Pedro Gómez, apuntaron ante el juez a la ya exalcaldesa, Berta Linares, al edil Antonio García Leyva y al anterior alcalde, Noel Lóp...

El 21 de febrero, el compañero sentimental de la entonces alcaldesa de Maracena (Granada, 22.293 habitantes) retuvo y amenazó durante dos horas a Vanesa Romero, concejala socialista, que mantenía una relación tensa con la regidora. Tanto ella como el secuestrador, Pedro Gómez, apuntaron ante el juez a la ya exalcaldesa, Berta Linares, al edil Antonio García Leyva y al anterior alcalde, Noel López, de instigar el rapto. Aunque no presentaron evidencia alguna de ello y a pesar de que incluso las investigaciones no han llegado a demostrar nada, el juez se ha tomado muy en serio las acusaciones. Gómez, diagnosticado con una enfermedad mental, dijo a la policía que había habido una reunión de los tres políticos y él para idear el secuestro. Citó incluso el lugar, algo que luego desmintió el dueño del mesón que supuestamente habría acogido esa reunión.

Este miércoles Linares, de 44 años, declaró ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 5 de Granada como investigada, para contar su versión de los hechos. Entrevistada por este diario, la ya exalcaldesa insiste en que ese encuentro a tres nunca tuvo lugar. “Jamás nos reunimos”. Ante la posibilidad de que, alguien, conocedor de las dificultades en la relación entre Linares y Romero, pudiera haber hecho un comentario en broma que el secuestrador hubiera tomado en serio, es tajante: “Jamás hubo reunión y jamás hubo ningún comentario en ese sentido. Nunca pudo él sacar de mí o de mi entorno la sensación de que había que hacer algo con la concejala”.

La entonces alcaldesa se encontró con el secuestrador el mismo día de los hechos, mientras Romero permanecía encerrada en el maletero del vehículo usado para el rapto, pero luego negó haberlo visto. “La Guardia Civil y mi abogado me recomendaron no decirlo”, asegura ahora. Una grabación en vídeo demostró que, en efecto, se vio con su pareja un momento. Linares cuenta a este diario que en aquel momento “estaba con una compañera del Ayuntamiento haciendo visitas a casa de la gente, algo que solíamos hacer con frecuencia”. Durante la visita, le “llegaron noticias de que había desaparecido la concejala y las primeras informaciones eran que podía haber sido mi exmarido; todo era muy extraño”. “Cuando íbamos a montarnos en el coche —prosigue su relato de aquel 21 de febrero—, mi compañera vio a Pedro Gómez. Me crucé a saludarlo y, mientras cruzaba, lo perdí de vista”. Berta Linares dice que su expareja era “muy manitas”, así que imaginó “que estaba en la ferretería que había al lado”. Efectivamente, luego se demostró que Gómez entró a comprar un cuchillo y cinta americana. “Al salir de la tienda”, continúa, “le conté lo de la desaparición de Vanesa y lo de mi ex. Él no dijo ni mostró nada raro. Quedamos para vernos después y ahí quedó todo”. Esa cita, resume, “fue una casualidad y ya está”.

Berta Linares no ha hablado desde entonces con su expareja ni con la concejala secuestrada. A ella, la ha llamado “varias veces” pero no le “ha cogido” el teléfono, sostiene. Linares admite que no tenía una relación fluida con ella: “Sencillamente, venía del equipo de Noel —que había dimitido como alcalde en el verano de 2022 para convertirse en parlamentario andaluz— y sí es cierto que no iba a ir en mi equipo para [las elecciones de] el 28M, pero como pasaba con otros que no se han quejado”, narra. Sobre la posibilidad de que Romero tuviera en su poder documentación para atacar a Linares y su equipo por presuntas irregularidades urbanísticas en la autorización por parte del Ayuntamiento de una gasolinera, Linares señala: “A mí nunca me dijo nada ni me acusó de irregularidades, como yo tampoco le llegué a decir que no iría en las listas”.

Romero reconoció ante el juez que llevaba varios años —desde la anterior legislatura— fotocopiando expedientes municipales. Tras el secuestro, su marido explicó a la prensa que lo hacía “por si acaso”. “Lo curioso es que, por ejemplo, en el caso de la gasolinera de la que nos acusa de irregularidades, la tramitación la llevó ella de principio a fin. Y se ha demostrado que fue ella la que recibió alguna documentación en mano que no incluyó en el expediente”, cuenta Linares.

La exalcaldesa confía en que en un par de semanas pueda quedar exonerada. “Ha quedado claro en mi declaración que no tuvimos nada que ver y mi tranquilidad es total”. Además, añade, aparte de asegurar que no hay pruebas contra ella, “ninguna de las consecuencias del secuestro me ha beneficiado. Todo lo que sale de aquello me ha perjudicado”, cuenta. El levantamiento del secreto de sumario del caso, a tres días de las pasadas municipales, en el que se lanzaban acusaciones contra ella, acabó con las esperanzas del PSOE local basándose en una encuesta que les daba a su partido “mayoría absoluta con entre 11 y 12 concejales”, señala. Tras los comicios, Linares no tomó posesión de su acta de concejala, aunque sigue siendo secretaria local de su partido. El escándalo llevó a apartarse de su cargo, como número tres del PSOE andaluz, a Noel López.

“El juez ha sido muy puntilloso, pero está bien, así he podido contar todo”, concluye Linares tras prestar declaración, seguida de la del concejal García Leyva. Se espera que en los próximos días, el juez determine si hay nuevas actuaciones que realizar en relación con el caso.