El Poder Judicial abre expediente al juez gallego Vázquez Taín por sus negocios audiovisuales
El magistrado participa en una productora que el organismo considera incompatible con su profesión
El magistrado José Antonio Vázquez Taín, instructor de causas como la del crimen de la niña Asunta o el robo del Códice Calixtino, se ha convertido en los últimos años en el juez más mediático de Galicia, no solo por su imán de casos que acapararon la atención general, sino también por su perfil polifacético como escritor de novelas, director de documentales y tertu...
El magistrado José Antonio Vázquez Taín, instructor de causas como la del crimen de la niña Asunta o el robo del Códice Calixtino, se ha convertido en los últimos años en el juez más mediático de Galicia, no solo por su imán de casos que acapararon la atención general, sino también por su perfil polifacético como escritor de novelas, director de documentales y tertuliano habitual de radio y televisión. Esa hiperactividad puede ahora ponerle en un aprieto: el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le ha abierto expediente por falta muy grave o grave, por ejercer actividades incompatibles con su cargo de juez. Fuentes del Consejo señalan que estas actividades estarían relacionadas con negocios audiovisuales, en concreto, su participación en una productora de cuya incompatibilidad con el ejercicio de la judicatura ya le había advertido el órgano de gobierno.
La apertura del expediente implica que el CGPJ se plantea sancionar al magistrado, titular del Juzgado de lo Penal 2 de A Coruña. El castigo previsto para una falta grave es una multa de entre 501 y 6.000 euros, pero las muy graves pueden acarrear la suspensión, el traslado forzoso o la separación de la judicatura. La decisión de abrirle expediente llega después de que el promotor de la acción disciplinaria del CGPJ comprobara que Vázquez Taín estaba ejerciendo otras actividades ajenas a la judicatura sin haber recabado el permiso del órgano de gobierno de los jueces. Fuentes de este órgano señalan a la creación de una empresa de producción, exhibición y comercialización cinematográfica a la que, presuntamente, está vinculado el magistrado. Estas fuentes explican que creó la productora y luego pidió la autorización preceptiva del Consejo, pero el CGPJ se la denegó. Aun así, siguió adelante con su vinculación a la empresa.
El magistrado gallego ha presentado en los últimos años dos obras audiovisuales. La primera de ellas, Peregrinas, es un documental sobre la mujer en el Camino de Santiago estrenada en 2022, que el juez promocionó como su primera experiencia audiovisual. Producida por la empresa Mundo Redondo Producciones, la obra estaba patrocinada por la Xunta de Galicia y el Xacobeo 21-22. En marzo pasado presentó El camino mozárabe: sangre, sudor y fe, un documental que narra la historia de la Vía de la Plata producido por la empresa Amarola Producciones, de la que es administradora única su esposa, la abogada Beatriz Seijo Méndez. La sociedad fue constituida en abril de 2022 y tiene como objeto social la “producción, exhibición, distribución y comercialización de toda clase de realizaciones o productos cinematográficos en la gama más amplia”.
La Ley Orgánica del Poder Judicial permite a los jueces y magistrados compatibilizar su trabajo con la docencia y la investigación jurídica, además de con la producción y creación literaria, artística y técnica, pero veta la participación “directa, administrativa o económica en sociedades o empresas mercantiles, públicas o privadas, de cualquier género”. Por eso, aunque el carácter versátil de Vázquez Taín como novelista, tertuliano y hasta director de documentales es conocido, fuentes del órgano del gobierno de los jueces señalan que la incompatibilidad por la que se le investiga no es esta creación artística sino su supuesta participación en una sociedad de la que, según estas fuentes, posee el 50%.
La producción audiovisual ha sido la última vocación exhibida por el juez Taín, nacido en A Merca (Ourense) en 1968 y que como magistrado mediático es amado por unos y odiado por otros. A ser conocido le ayudó su primer destino, en 1999: el agitado juzgado de Instrucción 1 de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), donde se ganó apelativos como el Garzón gallego o el Robin Hood de Vilagarcía por su capacidad de trabajo y su determinación en la lucha contra el narcotráfico. Allí también aprendió a conquistar la simpatía y el respeto de los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado con los que trabajaba, y en aquel momento, sobre todo, de los agentes de Aduanas. En 2003, un Taín que aparecía mucho en la prensa y era ya famoso en Galicia ordenó la detención del contrabandista Marcial Dorado, imputado por narcotráfico.
En 2005, el juez fue destinado a Mataró (Barcelona), pero él quería volver a Galicia y no tardó casi nada en conseguirlo. La Xunta del PP, en los últimos compases del Gobierno de Manuel Fraga, lo nombró director del Centro de Estudios Judiciales y Seguridad Pública, un cargo que no existía hasta entonces. Pero en cuestión de meses, tras las elecciones autonómicas, llegó el gobierno bipartito PSOE-BNG y Vázquez Taín fue destituido. Tuvo que regresar a Mataró, donde permaneció un año y medio. Su gran apogeo como juez le llegó en su siguiente destino, el juzgado de Instrucción 2 de Santiago, donde acabaron recalando los casos más célebres de la época: el robo del Códice Calixtino (2011-12) y la muerte de la niña Asunta Basterra (2013-14).
Coincidiendo con el fin de estas instrucciones, Galicia primero y luego toda España descubrieron su vena de escritor. Le llovieron las críticas cuando publicó, en la editorial compostelana Teófilo, La leyenda del santo oculto, en la que no era difícil encontrar paralelismos con los turbios acontecimientos de la catedral de Santiago. Y ya muchos se preguntaron dónde estaba la línea roja para Taín cuando, tras el caso Asunta, fichó por Espasa para escribir tres novelas y presentó Al infierno se llega deprisa. La obra trata la desaparición de una niña, pero también aparecen en ella los narcos y los sicarios. La protagonista está inspirada en su actual esposa, al igual que él es el personaje principal de su primera novela. En las dos obras reconoció basarse también en gente real, como investigadores de la Guardia Civil y la policía, para construir las figuras que pueblan las páginas, y no pocos personajes aparecen con su verdadero nombre. Tras estos libros, Taín pidió el traslado al juzgado de lo Penal 2 de A Coruña, la ciudad en la que reside.
En 2012, su fama le pasó factura. Un expresidiario obsesionado con Taín esperó en la parada del autobús escolar dispuesto a arrojar un líquido corrosivo al hijo del magistrado. El delincuente falló, pero causó daños a otros tres pequeños y a dos mujeres, y acabó volviendo a prisión.
En su traslado al juzgado penal de A Coruña, Taín buscaba la tranquilidad que no encontraba en los juzgados de instrucción para volcarse en su faceta de escritor. Desde entonces ha publicado otros cinco libros con Espasa: Matar no es fácil, El mar sin fondo, Grandes juicios de la historia, Pulso al Estado, Más allá y más arriba. Al mismo tiempo, sus intervenciones como tertuliano, opinador y colaborador de programas de radio y televisión, como el de Ana Rosa (Telecinco) y A Tarde (TVG), se multiplicaron.
No es la primera vez que el CGPJ se plantea sancionar al juez Taín. Ya en 2014 se le abrió expediente por resolver personalmente la recusación que presentó contra él José Manuel Fernández Castiñeiras, el principal imputado en el robo del Códice Calixtino en la Catedral de Santiago, ocurrido en 2011. El instructor del expediente había solicitado la suspensión del juez por falta muy grave, pero la Comisión Disciplinaria del CGPJ consideró que, aunque Taín no siguió el trámite establecido para las recusaciones (dar traslado a una instancia superior para que esta resolviera), los hechos no eran constitutivos de falta.